Llevamos unas semanas, tras la estrepitosa derrota de la sesión de investidura, en las que se recrudecen los viajes de Pedro Sánchez en la búsqueda impúdica de su sillón presidencial. A su habitual falta de principios, mejor dicho a sus muchos principios a imagen de Groucho Marx, se suma ahora la falta de vergüenza y desmemoria con la que está involucrando a actores a los que hasta hace poco , consideraba mentirosos, enemigos y desleales. No contento con la visita babosa a Puigdemont, se desplazó a Bruselas y de forma ruin le pedía a Tsipras su apoyo para convencer a Pablo Iglesias, para que se abstenga y así favorecer su intento, a cualquier precio, de ser Presidente de gobierno. Ya lo intentó a través del Secretario del P.S. portugués, al que visito después de la moción de censura para idéntico motivo, solo que no le funcionó. Sin desanimarse, vuelve a negociar con PODEMOS ofreciendo Vicepresidencia y ministerios; a espaldas de su "socio" Albert Rivera.
IMPUDICIA: Falta de recato y pudor.
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