Inmerso en el dolor reflejado en los homenajes por el 20 aniversario de la muerte del concejal Miguel Ángel Blanco, no compartidos de forma unánime por los partidos de izda y tras dudar sobre los resultados de su sacrificio, al ver a Otegui siendo recibido protocolariamente en el Parlament de Cataluña o su asesino en libertad para visitar a su padre y al encontrarme el pasado 11 de julio un artículo, en el Periodista Digital, sobre las supuestas amantes del rey emérito D. Juan Carlos I; basado en un libro que acaba de editar un coronel retirado y en la fama que ha acompañado a nuestro monarca emérito durante su vida; me ha generado una sonrisa y una duda: ¿Lo genera el cargo? Recuerdo haber oído su relación con Bárbara Rey y las andanzas tras supuestos papeles, chantajes y fotografías de dicha relación; fue famosa la pillada con la manchega Sara Montiel (esta me la corroboró un amigo que estaba presente en una montería); también le han relacionado con Paloma San Basilio y de forma menos dudosa con las que recogía Tomas Serrano en un artículo con su comparación con Eduardo VIII y que se reflejan en la caricatura adjunta.
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Ilustración con las principales mujeres que han marcado la vida de Juan Carlos I. De ziquierda a derecha: la reina Sofía, Gabriela de Saboya, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, Marta Gayà, Bárbara Rey y Olghina de Robilant. Por Tomás Serrano |
En el artículo de periodista Digital, adjunto, se habla de récord y en eso creo que hay otros reyes españoles que pueden hacerle sombra y ganarle ampliamente y al que ya le dediqué un artículo, en febrero de 2015, que ahora actualizo.
http://www.periodistadigital.com/ocio-y-cultura/libros/2017/07/11/juan-carlos-i-es-un-adicto-al-sexo-llego-a-tener-10-amantes-a-la-vez.shtml
Empezaremos por su época de la Academia de Infantería, en su juventud, de la que sobresale una posible relación con Liliane Sartiau, por un supuesto embarazo que llevó a que en 2015 se presentara por esa supuesta hija (nacida en 1966), una demanda de paternidad que no fue admitida. Terminamos por su última aventura, con la autodenominada “princesa” Corina y la publicación de un par de libros, uno de Pilar Eyre (La soledad de la Reina) en 2012 y otro más reciente de Manuel Galiana Ros (hasta nunca Juan Carlos) editado en noviembre de 2013.
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Del libro escrito por Manuel Galiana Ros |
Empecemos por el principio: Desde la unión de los reinos que conforman lo que hoy es España, vemos que nuestros soberanos han destacado no solo por sus cualidades militares, sino en paralelo por sus dotes amatorias: Conocidas son las andanzas previas y posteriores a su boda con Isabel de Castilla de Fernando de Aragón (murió de sobredosis de la viagra de la época) y qué decir del libertino de su yerno Felipe "el hermoso" que terminó volviendo loca a su mujer Juana (que tampoco le hacía ascos al sexo con su marido). Con estos orígenes no es de extrañar que sus genes amatorios influyeran en sus sucesores y así vemos en la historia de nuestros reyes una más que acentuada líbido, independientemente de que pertenecieran a la Casa de Austria o a la Borbón que le sucedió. Carlos I, se inició con la viuda de su abuelo, Germana de Foix ¿Lo generará el cargo?
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Reina de corazones, Germana con Carlos I |
El S. XVII estuvo, geneticamente hablando, dominado por la casa de Austria y dentro de ella el mayor ejemplar reproductor de nuestra historia moderna: el rey Felipe IV, que parece que engendró 46 hijos y claro tan tremendo desgaste le llevó a que su heredero fuera el enfermizo Carlos II que en el extremo contrario ,murió sin heredero y abrió la famosa Guerra de Secesión que tanto recuerdan los independentistas actuales.
Nuestro Felipe IV parece que empleó la mayor parte de sus energías en la amatoria y en la guerra fue bastante menos afortunado, pues durante su reinado se independizó Portugal y lo intentó con éxito temporal, Cataluña. En una conferencia Peces Barba le reprochaba que eligiera defender la unión con Cataluña y ello le hiciera perder Portugal. ¿mala elección?. Tambien el Duque de Medina Sidonia intentó independizar Andalucía, 1641, con él como rey. Estos tres problemas se le juntaron en la década de 1640/52, y tal vez para relajarse se dedicó al sexo desbocado. Referencias y leyendas tenemos en Quevedo y en el Capitán Alatriste: que mujer (la famosa Calderona) que montaba el rey ya no podía serlo por otro hombre bajo pena de muerte y lo mismo con los caballos... Es difícil saber el número exacto de hijos que tuvo Felipe IV más allá de sus 12 vástagos dentro del matrimonio, puesto que de sus hijos bastardos solo Don Juan José de Austria fue reconocido oficialmente en vida. Josefina Castilla Soto, profesora de historia moderna de la UNED, habla de al menos una treintena de hijos bastardos, y González Cremona lo eleva a más de 30 hijos, en cualquier caso parece que supera claramente a nuestro rey emérito. Entre sus amantes podemos contemplar toda clase de mujeres: casadas, viudas, solteras, doncellas, damas de la alta nobleza, monjas y actrices
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Felipe IV |
En el siglo XIX fue famosa la reina Isabel II por su generosa utilización de la alcoba regia y no precisamente con su marido y primo, del que dicen que no era muy heterosexual. Se publicó un libro con 89 láminas obscenas/porno "Los Borbones en pelotas" adjudicado a los hermanos Becquer (1868/69). Su hijo Alfonso XII se empeñó hasta conseguir casarse con su prima, hija del cuñado y enemigo declarado de su madre; viudo prematuro no tardó en encontrar consuelo antes y después de su segundo matrimonio y aunque murió joven también tubo profusión de amantes; la herencia genética segura es la de la madre. Su hijo Alfonso XIII también fue famoso por sus correrías nocturnas y cerramos el círculo con el emérito.
Esa línea genética parece haberse interrumpido con nuestro rey actual, que no esta inmerso en dudas sobre su fidelidad,¿Acaso la genética aportada por la Reina Madre es más dominante o es el control de la reina consorte?; ¿estamos ante una regresión porque el actual monarca tiene menos poder?. Tal vez sea por la ley del péndulo que de un extremo pasa al contrario y aquí otro ejemplo: a Franco le resaltaban que no bebía ni era juerguista ni mujeriego, ni en su época de cadete ni en la Legión y seguramente era debido a que su padre la corrió por los dos. En cualquier caso me siento orgulloso de que Felipe VI de ejemplo de seriedad, empezando por su casa, y así se lo reconocen en sus visitas al exterior, como la actual a Reino Unido.