viernes, 13 de noviembre de 2020

REPETIMOS LA HISTORIA, 150 AÑOS DESPUÉS.

Resulta curiosa la propensión que tenemos a ir repitiendo las facetas más oscuras de nuestra historia y así lo vemos al retrotraernos a septiembre de 1868, con la caída y expulsión de la reina Isabel II; con un todos contra ella, que aglutinaba a todo el arco parlamentario, un frente Frankenstein como el que echó a Mariano Rajoy con una moción de censura en que participaban desde ERC hasta los traidores del PNV, que una semana antes habían apoyado la principal ley de un gobierno; los Presupuestos Generales del Estado. Habían transcurrido 150 años. Esta salida de Isabel II dió comienzo a dos años de gobierno provisional, como aquí Sanchez del 2018 al 2020, inestable y con presupuestos prestados, mientras Juan Prim buscaba un rey; búsqueda que tras el rechazo de la opción portuguesa y prusiana, terminó con la aceptación de Amadeo duque de Aosta; hijo del recién nombrado rey de Italia, tras su reunificación. Para mayor similitud con la situación actual, recordar que el poder lo detentaban dos antagónicos generales, partícipes en la expulsión de la reina, Juan Prim y Francisco Serrano. Tan antagónicos que se sospecha que la muerte de Prim estuvo patrocinada por Serrano; como terminarán nuestros Pedro Sanchez y Pablo Iglesias; socios por necesidad pero con unos egos insoportables entre ellos. No deseo la muerte de ninguno.

Amadeo ante el cuerpo de Juan Prim

Así llegó, hace ahora 150 años, el único rey elegido por votación en el Congreso. El 16 de noviembre de 1870. Las Cortes Constituyentes eligieron al duque Amadeo de Aosta, como nuevo rey de España, con el nombre de Amadeo I. Votaron a favor 191 diputados, en contra 95 (60 votaron por la república federal, 27 por Alfonso, duque de Montpensier, y 8 por el general Espartero) y hubo 19 abstenciones. Gobernó entre el 2 de enero de 1871, apenas 3 días después del asesinato de Prim, y el 10 de febrero de 1873, en que incapaz de soportar la 3ª guerra carlista, la guerra larga cubana, los plantes del cuerpo de artillería y los desplantes, incluyendo un atentado contra él y su esposa, terminó presentando su renuncia y abandonó España por la frontera portuguesa; país donde fue muy bien tratado hasta que un crucero italiano le recogió para devolverlo a Italia. En el documento de renuncia, incluida la de sus herederos, al trono, había una frase que ha hecho historia, sobre los enemigos de España, que ahora podemos hacer nuestra:
 «Si fuesen extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son españoles, todos, invocan el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien».
Para completar el panorama y las similitudes con la situación actual, ahora y aquí tras la marcha del Emérito, siguen los ataques y desplantes a Felipe VI que no tardará en caer o irse como su bisabuelo Alfonso XIII. Tras la renuncia del rey Amadeo I, se proclama la República, que naturalmente es aprovechada para la habitual declaración de la república catalana; que nunca falta al iniciarse las repúblicas en España; por muy efímeras que sean. Hace 2 años ya tuvimos la penúltima y avanzamos hacia la próxima. En el marco de la I República Española, proclamada el 11 de febrero de ese mismo año un grupo de políticos, dirigidos por José García Viñas y Paul Brousse (francés) y apoyados por "unos 16.000 voluntarios", proclamaron en el Ayuntamiento de Barcelona, el 5 de marzo de 1873,  el "Estado catalán federado con la República española". Es decir, no era una independencia total. Tras dos días de negociaciones con el Gobierno central, se revocó en línea con el siguiente intentos. El 14 de abril de 1931, mismo día de la proclamación de la II República española, Francesc Macià proclama la República Federada Catalana dentro de la República española. El 17 de abril el Gobierno provisional de la República envía a Barcelona a los ministros Fernández de los Ríos, Marcelino Domingo y Lluis Nicolau d'Olwer a negociar. Consiguieron pararlo a cambio de un estatuto, el de Nuria; infumable y que fue recortado antes de su aprobación, año y medio después. El 6 de octubre del 34, nuevo intento republicano con Lluis Companys que duró un día pero esta vez con casi medio centenar de muertos y el doble de heridos. La tercera proclamación, en octubre de 2017, también duro poco, 8 segundos. El único intento que ha durado, poco más de una semana, lo protagonizó Pau Clarís a finales de 1640, pero ante el avance de las tropas realistas, el 16 de enero de 1641 proclamó la república catalana; si bien se entregó y reconoció como propio al rey francés el 23 de enero de 1641. Durante 12 años fue provincia gala, hasta que solicitaron al rey Felipe IV que acudiese a rescatarles del francés.
Company y su gobierno tras la fallida República catalana

Pero volvamos a febrero de 1873, al nacimiento de la Iª República, que tiene como primer jefe de gobierno al catalán Estanislao Figueras, nombrado el 12 de febrero de 1873. Cuatro meses después, tras la enésima reunión de políticos incapaces de llegar a ningún acuerdo, se levantó de la mesa y dijo “señores, voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros“. Al día siguiente, el hombre cogió un tren y se fue a Francia; sin ni siquiera llegar a presentar su dimisión. Le sustituyó, el 12 de junio, el catalán Francisco Pi i Margall (socialista libertario) que dimitió un mes después, el 18 de julio del mismo 1873. La Iª República vivió, después, las guerras cantonales y terminó el 29 de diciembre de 1874, con la Restauración de la Monarquía. Aquí tenemos, ahora al frente del gobierno, a dos republicanos que buscan la IIIª República, aunque ello nos lleve a nuevas guerras cantonales y a la desmembración de España; justo 500 años después de que se acallaran las revueltas de los Comuneros y la de Germanías y que Carlos I fuera coronado rey de Romanos en Aquisgrán, el 23 de octubre de 1520 o que Hernán Cortes estuviese conquistando Méjico. 500 años de historia en común que ahora está en la cuerda floja, gracias a los errores del Emérito y a la labor de zapa de Pedro y Pablo.
En febrero, Pedro y Pablo presionan al Rey para que tome
una decisión sobre el Emérito

En los últimos doscientos años hemos ¿disfrutado?/sufrido seis guerras civiles y eso que llevamos 84 años desde la última; vamos que con esta excepción, salimos a una cada 20 años. Curiosamente, lo que nos ha mantenido unidos durante los indicados doscientos años ha sido la monarquía, con dos lapsus republicanos de 2 y 6 años, cada uno. Lapsus que dieron pie a largos y sangrientos conflictos; del último aún no nos hemos recuperado por obra y gracia de quienes nos quieren llevar a una nueva república. Tras una Transición modélica, nos han vuelto a enfrentar con las leyes de Desmemoria Histórica, una en activo y otra en el horno. El gobierno pacta los presupuestos con aquellos que quieren destruir nuestra unidad; empezando por la monarquía. Hoy el presidente, Pedro Sánchez ha dicho en Pamplona, al hablar de la aprobación de los referidos presupuestos: "Entre avanzar o quedarnos como estamos, el Congreso decide avanzar y España dice adiós al pasado". La IIIª República llama a la puerta y el comportamiento del rey emérito se la ha abierto.






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