En pleno anhelo republicano tanto del propio gobierno de coalición como el deseo de sus socios Frankenstein, resulta que los enfrentamientos internos a causa de la ley del sólo si es si, han cubierto con el velo del olvido el 150 aniversario de la Iª República española, acaecida el 12 de febrero tras la salida de estampida del rey Amadeo I, dos años después de su coronación, por la frontera de Portugal; dejando escrita una carta de despedida a España, de la que se hizo famosa la frase “Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles». También ha pasado desapercibida la efeméride de la primera vez que se proclamaba el Estado Catalán; curiosamente con un Presidente de Gobierno federalista y catalán, Estanislao Figueras.
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| Estanislao Figueras con la República, 1873 |
El 9 de marzo de 1873 los federales “intransigentes” y los obreros internacionalistas, encabezados por el anarquista andaluz García Viñas, pidieron en Barcelona que la Diputación provincial, formando con las otras tres una junta única, proclamara el Estado Catalán federado con la República Española. Desde Madrid Pi i Margall, ministro de gobernación, Almirall y Figueras convencieron a sus correligionarios de Barcelona que tenían que retirar la proclama. Dada la situación, el Presidente de la República Estanislao Figueras viajó a Barcelona, donde llegó el 11 de marzo, por la mañana. Allí se entrevistó con los miembros de la Diputación de Barcelona y con los delegados de las otras tres diputaciones catalanas y de las Islas Baleares, consiguiendo frenar definitivamente el proceso hacia la instauración de un régimen federal en Cataluña sin esperar a la formación de las Cortes Constituyentes; ofreciéndoles una futura república federal. Con parecida escusa y ofrecimiento, el 14 de abril de 1934, desde el gobierno central enviaron el día 17 de abril a los ministros Fernández de los Ríos, Marcelino Domingo y Lluis Nicolau d'Olwer a negociar con Maciá; al que calmaron ofreciéndole frenaron a Companys que dio marcha atrás en su proclamación de la República catalana dentro de la República española. De esta promesa nació el Estatuto de Nuria, que se aprobó el 2 de agosto de 1931, tras casi un año de discusiones. Este Estatuto de Autonomía dotaba a Cataluña de instituciones de autogobierno, en el marco de la Segunda República Española.
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