viernes, 25 de agosto de 2023

REFRESQUEMOS LA MEMORIA: EL PIÑEIRAZO FUE ANTES QUE EL TAMAYAZO.

Dada la situación creada por los españoles con sus votos, la gobernabilidad depende de varias opciones y una de ellas es que el PSOE apoye a Feijóo, el candidato más votado el 23J, para alcanzar la presidencia del gobierno pues solo necesita cuatro votos mientras Sánchez necesita el apoyo de un fugado, un golpista condenado y un ex terrorista condenado. Visto así parece más democrática la primera opción y ya se vivió una situación similar con Rajoy, cuando la junta del PSOE decidió abstenerse en lugar de apoyar el gobierno Frankenstein que pretendía Sánchez; el cual para no seguir la opción socialista, renunció a su escaño; claro que aquél era el PSOE histórico, que llegó a expulsar a Sánchez de la Secretaría del partido. Ahora, según El País, los socialistas acusan a Feijóo de alentar el transfuguismo y algún miembro del gobierno, Bolaños, agita el fantasma del "tamayazo".

                                    

El problema de la memoria Histórica es que no conseguimos
que todos recordemoslo mismo.

Como había dicho que descansaría en mis artículos de política y solo me mantendría con los hechos históricos, voy a emplear este sistema. El 2 de julio de 2019, el portavoz de Más Madrid en el Parlamento Regional, Íñigo Errejón, no tuvo ningún pudor en pedir que tres diputados de Ciudadanos, votasen a favor de facilitar la investidura del candidato socialista, Ángel Gabilondo, ofreciendo que él mismo no entraría en ese gobierno si él fuese el impedimento para conseguir esos apoyos de la formación naranja. Errejón pedía una traición de tres diputados regionales, de los 26 que tiene C´s. Errejón olía sangre y no dudó en pedir el Tamayazo/Piñeirazo públicamente y de forma impúdica (deshonesta, indecencia, inmoralidad,...); muy en la línea de quien no tuvo decencia para negarse a cobrar una beca por un trabajo no realizado o la honestidad de no abandonar su partido y competir contra el mismo, pocas semanas después. El personaje perfecto para este tipo de cloaca; en dura lucha con Ivan Redondo/Sanchez que un año antes doblaron la ¿honrada y desinteresada? mano del PNV para echar a Rajoy. A los trásfugas le ofrecían continuidad en el grupo socialista como paragüas ante su expulsión del C`s, que no les ofrecía mucho futuro. Parecía fácil pues Angel Garrido había salido escaldado del PP y Aguado tampoco tragaba con Ayuso. Estaba a tiro de uno pero no salió y poco después Ayuso barrió en las siguientes elecciones.
                

Pero sigamos con la historia: el 21 de junio de 1989, las paredes de la Asamblea de Madrid escucharon de todo. Alberto Ruiz Gallardón había presentado una moción de censura ganadora pues sumando los 17 votos del CDS a los 32 de AP, alcanzaba los 49 (mitad más uno) necesarios para desplazar a Joaquín Leguina; a la sazón Presidente de la Asamblea de la Comunidad gracias a sus 40 diputados, pero insuficientes para defenderse, aunque sumase los 7 de IU. Pero de forma sorpresiva, Nicolás Piñeiro diputado electo por AP y que se había pasado con otro diputado, también AP, al Grupo Mixto, decidió abstenerse y aunque su compañero del grupo Mixto (Jose Luis Ortiz) sí apoyó a Ruiz-Gallardón, este solo obtenía 48 votos y la moción de censura era rechazada, pues se necesitaban 49: la mitad más uno. IU se abstuvo para indicar de forma expresa que se mantenía al margen. A pesar de tener 48 votos en contra y 40 a favor, Leguina siguió y agotó la legislatura y otra más. Leguina escuchó que Ruiz-Gallardón le llamara: "presunto delincuente" "antidemócrata" e "incompetente" y "Le retó a explicar qué oscuros negocios inmobiliarios y especulativos están detrás del apoyo que recibe de Piñeiro". Este fue el olvidado, interesadamente por la izda caviar, Piñeirazo.

Los apoyos, imprescindibles, de Sánchez

Siguiendo con la historia, llegamos al famoso y utilizado por Bolaños, "El Tamayazo". Habían pasado 14 año cuando en mayo de 2003, el PP con Esperanza Aguirre a la cabeza obtuvo el apoyo mayoritario de los madrileños con 55 diputados, frente a los 47 del PSOE de Rafael Simancas. Èste empezó a soñar con el apoyo de los 9 diputados de IU para garantizarse su presidencia. Pero dentro del PSM había una corriente crítica con ese pacto con IU a la que se le hacían cesiones de Consejerías importantes y parece que además alguna ¿promesa? incumplida del Secretario General (Rodríguez Zapatero), cuando llegó el momento de elegir al presidente/a de la Comunidad, se ausentaron (no llegaron) Tamayo y Sáez a la votación y a Simancas se le heló su media sonrisa de satisfacción y se quedó sin su minuto de gloria.

A diferencia con el comportamiento de Leguina, que gobernó dos años en minoría, 48 frente a 40 o 47 si sumaba IU, Esperanza Aguirre, convocó nuevas elecciones, seis meses más tarde, en octubre del mismo 2003; alcanzando la mayoría absoluta de 57 diputados. El pueblo soberano había dictado sentencia. Es tremendo el complejo de inferioridad moral de la derecha frente a la izda, soportan el Tamayazo sin enfrentarlo con el Piñeirazo y la propuesta  de transfugas de Errejón, queda en el olvido. 


¿Por qué no repetir las elecciones y que el pueblo soberano resuelva quién quiere como Presidente?, eso sí presentando que socios elegirían. Que se vea los bloques: PP+Vox+UPN+CC y PSOE+los Frankenstein. Realzando las peticiones rupturistas de estos últimos.


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