jueves, 26 de junio de 2025

LA AMNISTÍA ERA SOCIALMENTE INNECESARIA.

Hoy es el dia de la infamia pues el TC presidido por Conde GOLPE Pumpido acaba de aprobar la constitucionalidad de la Ley de Amnistía, saltándose el criterio de cuatro de los magistrados del TC y de la mayoria de asociaciones de jueces y especialistas en la Constitución. Además en su informe, Bruselas apunta a que el Gobierno tramitó la ley de amnistía para «garantizar la impunidad de sus socios». Reprocha la institución que «las autoridades españolas no atendieron las recomendaciones de la Comisión de Venecia», como que hubiera consenso entre la mayoría y la oposición o que la ley fuera aprobada con una mayoría cualificada superior y por un procedimiento ordinario y no de urgencia que evitaba dictámenes de órganos jurídicos. El documento critica que la norma «carece de claridad en la definición de ese ámbito de aplicación» y que no se haya dado audiencia a la entidad denunciante Sociedad Civil Catalana (SCC)



El resultado es un dictamen implacable y demoledor para una norma pactada por Pedro Sánchez con los amnistiados, una crítica desde el corazón mismo de los valores fundacionales de la Unión Europea a una ley tramposa y partidista, cuya única finalidad era, como dice el documento, beneficiar con la impunidad a los socios del presidente del Gobierno para que este lograra su investidura. Con precisión exquisita, la Comisión retira el velo al fraude de la amnistía y reconoce en la ley de Sánchez y sus socios el rostro de la 'autoamnistía' y la ausencia de cualquier objetivo de interés general admitido por la Unión Europea. consenso político y jurídico muy crítico con la ley de Amnistía, que desmonta la ponencia –obsequiosa y complaciente con la medida de gracia de Sánchez– de la magistrada Inmaculada Montalbán. No es un bien comun que aporta estabilidad política ni era necesaria para mejorar la convivencia entre españoles pues la Amnistía no era socialmente necesaria.

Recupero el artículo que escribí en septiembre del pasado año tras  ver como pasaba sin pena ni gloria la Diada de ese año, adjuntaba el artículo del año anterior en el que demostraba que los asistentes no llegaban a 80.000. En esa ocasión los muy generosos cifraban en 50/60.000 el número de asistentes; entre las cinco ciudades en que se desarrolló; menos que en un partido poco interesante del Barsa en el Camp Nou. Era un resultado esperable viendo la decadencia del Procés y el desinterés de la gente que no han dejado de disminuir desde los años dorados del Procés, con un descenso brusco a partir de la payasada de la proclamación de la Republiqueta de los 8 segundos y de la posterior  aplicación del, amariconado,155.


Esperpento que Puigdemont ha vuelto a representar con su aparición peliculera en el día en que se votaba a Salvador Illa como President de la generalitat. Esta vez también una pantomima burlesca y descalificante, acompañando al prófugo de ida y vuelta por el President del Parlament, Josep Rull y su abogado, Boye. Esta vez una huida al estilo de Mortadelo, dejando a los Mossos como idiotas con una operación jaula que ningún jefe quería llenar. 

Tambien los resultados electorales de las últimas autonómicas iban en esa dirección. Y eso que Pedro Sánchez había inyectado oxígeno en el moribundo Junts al comprar sus siete diputados en el Congreso. Este hacer de la necesidad virtud, conociendo la baja/nula moralidad de los personajes en cuestión, ha permitido una presencia del bufón Puigdemont en una aparición consentida de otros 8 segundos; además de permitirle continuamente una presencia desproporcionada pero bien utilizada por el fugado en Waterloo, que tiene en un suspiro la Legislatura. Es tremendo oir cómo Sánchez no se inmuta cuando dice: «Una de las características que distinguen a las personas de pensamiento progresista es una mejor disposición siempre permanente a adaptar nuestros principios a las necesidades de cada momento».Y sin despeinarse.

Nadie duda que la Diada está en clara decandencia desde la 1ª que convocó Artur Mas, en 2012, ante la negativa de Rajoy a concederle un "Cupo" similar al vasco. Cupo que ahora ansían los indepes y que inicialmente, cuando empezaba a andar la Constitución, rechazó el propio Jordi Pujol; que prefería dejar, en manos del Estado, la desagradable tarea de cobrar los impuestos y quedarse él con los resultados de aplicar los presupuestos: sanidad, carreteras, escuelas, etc.

Diada en Gerona, 2024. No llenan ni el puente.

En las pasadas elecciones generales, ERC y Junts han ocupado el tercer y cuarto puesto, con una brutal perdida de votos; incluso el PP ha sacado más votos. Si le concedemos al PSC un poso "no independenista", resulta que PSC+Vox+PP (1.955.146 votos) suman casi tres veces más que ERC+Junts (755.517 votos). Así pues la amnistía era socialmente inecesaria y podría resultar anti constitucional. La única razón para concederla era la compra de los siete votos necesarios para mantenerse en Moncloa; unicamente. El mismo tejemaneje, habitual en el PSOE, como cuando Sánchez compró los votos del PNV en junio de 2018, para su moción de censura a Rajoy; por un plato de lentejas que ya le había sacado al PP para aprobarle los Presupuestos. El nacionalismo es una enorme mentira sin fundamento histórico y al servicio, como las anteriores ocasiones, de las élites dirigentes.



Pero aunque el Procés y su representación, la Diada, esten en retroceso, el relato histórico que abona la ficción lo mantienen en pie gracias a las escuelas, TV3 y una sociedad timorata ante la verdad se reiteran los mantras victimistas. Es hora de explicar que 1714 no fue la derrota de los buenos catalanes austracistas frente a los españoles malos y borbónicos. Que Felipe V había jurado las constituciones catalanas en 1701-1702 y el conflicto se desató cuando la oligarquía local cambió de bando. Que fue una guerra de Sucesión europea en la que combatieron franceses, ingleses, holandeses, portugueses y austriacos. Que el Decreto de Nueva Planta «desescombró» Cataluña –el verbo es de Vicens Vives– de unas instituciones feudales y abrió el camino de la modernidad. Que aquella Cataluña no era independiente como Escocia (Elliott dixit). Que Casanova no murió en combate como parece expresar la estatua a la que se ponen flores: herido en una pierna, escapó del sitio y se refugió en la casa de su hijo en Sant Boi de Llobregat. Amnistiado por el régimen borbónico, ejerció de abogado hasta su muerte en 1743. Pasados casi 170 años, en pleno período romántico de finales del S.XIX, se retomaron juegos florales y el nacionalismo instituyó, en 1889, esa Diada que conjuga literatura romántica con rituales sacrificiales. Curiosamente siempre celebran derrotas. Recuerdo como Artur Más fue a EEUU a pedir ayuda para su proyecto secesionista el 9 de abril de 2015, eligiendo el 150 aniversario del final de la guerra de Secesión americana, con la rendición del General Lee al General Grant en Appomatox y que les dejó 500.000 muertos. En 2015 elige el 9 N para dar un golpe de estado, en un día coincidente con el Putsch de Hitler en Múnich en 1923. Tampoco es mala coincidencia, ¿ignorancia?, ¿casualidad sin mala fe?, las comparaciones no vienen al c
aso pero ¿no podían cuidarlas un poco con el dinero que emplean en asesores y algaradas?.

La Vanguardia 9 de octubre de 1934

Aunque el porvenir de la ficción independentista sea el desencanto, atañe a los catalanes aplicarse una 'autovacuna', como recomendaba Gaziel tras el 6 de octubre de 1934: «Buscando en el propio organismo catalán y extrayendo meticulosamente de sus propias entrañas las antitoxinas capaces de renovarlo». 

Primo Rivera lo definió magistralmente tras el fracaso de la Mancomunidad (1913/1924)
Hemos pasado por un ensayo de ese especial regionalismo con la mancomunidad de Cataluña, y él ha conducido a tal grado de mal entendido predominio del sentimiento regional que, contra lo que se decía de que era convivible con el de la Patria grande, lo hemos visto galopar desenfrenadamente hacia el nacionalismo y el separatismo, haciendo pasar a los catalanes amantes de España horas de amargura y humillación, y a los españoles todos de inquietud y descorazonamiento. 


2 comentarios:

  1. No quiero discutir pero no puedo admitir que si un pueblo pide un referéndum por el motivo que sea, hay que permitir la convocatoria de éste.

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  2. No entiendo bien el comentario. Si piden un referendum ¿hay que aceptarlo o no?. La cosa no es tan simple pues antes hay que acordar cual es su alcance. Separarse y ya está ¿sin repartir las deudas y compromisos?. ¿Servidumbres de paso?, ¿conexiones comunes con otros paises?, reparto de rios comunes,....complicado sin un acuerdo previo que ¿deberían votar todos los afectados?

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