NOS ACERCAMOS AL BIENIO 1934-35, PASO PREVIO A LA G.CIVIL

Nuevamente una aparente casualidad me anima a escribir sobre lo que me ha llamado la atención. Llevo varios dias leyendo "el Colapso de la IIª República" escrito por Stanley G. Payne y me encuentro con el artículo, que incluyo, editado el La Razón, del domingo 14, que hace referencia a un libro escrito por el especialista, alcarreño, en Historia Moderna, Luis E. Iñigo. Hago esta observación porque la valoración por lo ocurrido en tan importante momento de nuestra historia, la IIª República" es bastante similar entre ambos. He leido no menos de otros 6 libros monográficos sobre la caida y el fracaso de la IIª República, con autores como Ángel Viñas (2), Pio Moa, Miguel Platón, Enrique Moradielos y Gerald Brenan y he observado bastantes coincidencias en sus valoraciones que refierza que se trata de historiadores bastante objetivos, especialmente en el período 1934 y 35 entre las elecciones de diciembre de 1933 y febrero de 1936.

Trasladar esas valoraciones al momento actual es complicado por la evidente distancia en la situación económica, social y cultural, pero eso hace que aún me llame más la atención las desgraciadas coincidencias entre ambas épocas. Ahora el analfabetismo ha sido practicamente erradicado, la universidad es accesible para cientos de miles de ciudadanos/as, la propiedad privada está generalizada, así como la sanidad y qué decir del acceso a la información mediante medios audiovisuales; por contra la lectura de libros y prensa escrita no goza de buen predicamento y los medios informáticos y tablet les han ganado protagonismo. Nací en 1951 y seguramente leo y he leido, al menos, tres veces más que mis hijos nacidos en 1980/1982.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participaba en un acto electoral, en el Complejo Cultural San Francisco, en Cáceres, el pasado 14 de diciembre, cuando ha comentado que descarta elecciones pese a la oleada de escándalos: «Merece la pena gobernar». Sánchez no cree que el poder sea un encargo temporal. Cree que es un derecho adquirido. Algo que le pertenece. Ese es el punto exacto en el que el demócrata muere y nace el caudillo, Cuando un gobernante cree que sin él no hay futuro, el futuro deja de ser democrático. Se completa con el muro para aislar a la derecha y ultraderecha y evitar que haya alternancia. Uno de los motivos para descartar las elecciones es que las encuestas le dan claramente perdedor; como ya perdió en las últimas y quienes le auparon a La Moncloa son quienes buscan que se mantega en el poder para seguir aprovechando su debilidad en beneficio de la ruptura de la unidad de España.

Sanche presenta el balance de 2025 sin esperar a las elecciones
extremeñas, adelantando la fecha habitual. El galgo de Paiporta

La historia me apasiona y tras salir del mundo laboral en 2012, he ido varios años a cursos en la Universidad sobre esta materia. Simultaneamente he escrito en mi blog de forma habitual numerosos artículos sobre temas de carater histórico; con especial dedicacion a la IIª República y a la subsiguiente Guerra Civil. Buena prueba es este nuevo artículo con el que busco, nuevamente, despertar conciencias y evitar en volver a viejas andadas que estan intentando reavivar algunos personajes que basan en ellas su ansia de continuar en el poder. Ningún egoísmo merece el sacrificio de la vida de cientos de miles de ciudadanos, no solo españoles. El ambiente está cada vez más encrespado y eso me trae a la memoria  el  comentario de Jose Luis Rodriguez Zapatero a Iñaki Gabilondo: "Nos conviene que haya tensión", que captó un indiscreto micrófono mal apagado.

FRancisco Largo Caballero visita el frente

 En 1933, Largo Caballero, anunció sus planes: «Si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución –y se refería a la Constitución Republicana– tendremos que conquistarlo de otra manera». Buen ejemplo para el esposo de Begoña Gómez. En 1934, el delincuente inmortalizado en un monumento en el Paseo de la Castellana se mostró con elevada sinceridad: «No creemos en la democracia como valor absoluto. Y tampoco creemos en la libertad». Lo demostró con creces. Tampoco creía en una República burguesa el propio Largo Caballero que en el verano del 33, en un curso a las juventides socialists, sin disimulos dijo: «Hoy estoy convencido de que realizar obra socialista dentro de una democracia burguesa es imposible; después de la República ya no puede venir más que nuestro régimen». En febrero de 1936, Largo Caballero se regodea en advertencias que, en otro caso, se interpretarían como sangrientas y violentas amenazas. «Si los socialistas son derrotados en las urnas, irán a la violencia, pues ante el fascismo, preferimos la anarquía y el caos» En línea con la frase de Manuel Azaña "la República será de izquierdas o no será" que resume la visión de que la República solo podía ser democrática y progresista, alineándose con las fuerzas de izquierda. Esto es lo que defienden ahora, nuevamente, Sanchez y los partidos de izda. Nada de alternancia como la habida con Suarez-Gonzalez-Aznar-Zapatero y Rajoy. Rota por Sanchez que no respetó que gobierne el partido más votado. Gonzalez pudo cerrarle el paso a Aznar con los escaños de IU en 1996. Los socialistas no soportaban perder el poder y pusieron en marcha huelgas y agitación para dificultar el gobierno de centro derecha (pag 68 a 92 del libro de Payne).

Las elecciones del 19 de noviembre de 1933, en primera vuelta, se celebraron según la ley electoral modificada en julio por el segundo gobierno de Azaña que aumentaba la gran desproporción de la ley con la esperanza de facilitar todavía más la victoria de la izda. Esa modificación fue un bumerang para la izda porque el veto socialista a la colaboración con los republicanos burgueses de izda imposibilitó una extensa alianza. Cuando hubo finalizado la 2ª vuelta, los triunfadores habían sido la CEDA y los radicales de lerroux, quienes con frecuencia se habían coaligado con vistas a esta 2ª vuelta del 3 de diciembre. Así consiguieron 115 y 102 escaños respectivamente mientras el PSOE se quedaba con 60. Mientras que en las elecciones de 1931 las derechas aceptaron sus malos resultado ahora las izdas reaccionaron con ira, temerosos de que un gobierno más conservador deshiciese muchas de las reformas del bienio anterior. 

Intentaron anular las elecciones empezando por el ministro de justicia, Juan Botella, seguido por el de Industria, Gordón Ordás. Incluso el propio Azaña lo intentó el 4 de diciembre. Los socialistas enviaron a Juan Negrín a intentarlo con el Presidente Niceto Alclá Zamora. "Las izdas solo aceptarían el gobierno permanente de la izday cualquier otro gobierno, no era republicano ni democrático". Mientras la izda moderada pretendía subvertir el orden legal mediante la manipulación política, la izda revolucionaria, CNT, lo atacó con violencia e incendios provocados. Finalmente el presidente impidió gobernar a la ganadora, La CEDA, que tuvo que ceder el paso a los radicales de Lerroux. Cuando en octubre de 1934 Lerroux admitió tres ministros de la CEDA, Largo Caballero revolucionó toda España, aunque solo cuajó en Asturias, con 1500 muertos y gran destrucción y en Cataluña, que se declaró independiente y costo 50 muertos y 100 heridos que volviera al redil de la España republicana. 

Luis E Iñigo expone que los republicanos, bien anclados en la utopía, aspiraban a salvar el país de sí mismo. No obstante, como indicó Karl Popper, el utopismo siempre lleva al enfrentamiento civil porque contiene la dictadura del visionario, como Sanchez en el mitin de Cáceres del pasado domingo. De hecho, su concepto de democracia era desde el siglo XIX la toma del poder para apropiarse del gobierno y revolucionar el país. Por eso, cualquier intento republicano en España ha estado mezclado con el exclusivismo, las formas dictatoriales y la violencia, a pesar de la cantidad de relatos que justifican las dos Repúblicas por las supuestas «buenas intenciones». Desde la primera línea atribuye una responsabilidad principal a la intransigencia de la izquierda republicana. La tesis central es que el fracaso se debió al sectarismo militante de la izquierda republicana y al rechazo sistemático a cualquier transacción con el resto del arco político. En consecuencia, la alternancia en el poder –resultado legítimo de las urnas– se volvió inconcebible. Sin la aceptación del adversario no había democracia posible. El resultado fue la reacción del PSOE, Manuel Azaña y ERC tras la derrota electoral de 1933, que desencadenó la revolución de 1934 para impedir que gobernara quien había ganado las elecciones. Curiosamente la defensa de La República la realizaron los partidos de centro dercha pues si los futuros golpistas hubiesen querido, en la primavera de 1935 pudieron dar un golpe más fácil y no lo hicieron; con Gil Robles Ministro de la guerra, Franco Jefe del Estado Mayor, Mola jefe del ejército de África,... y los principales dirigentes socialistas y anarquistas encarcelados o huido tras la revolución fallida de Asturias y el golpe de Companys.

Para completar la comparación, veamos el enfrentamiento de Pedro Sánchez con el Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Luis Argüello, que reclama, para salir de esa situación, la necesidad de plantear «una cuestión de confianza, una moción de censura o dar la palabra a los ciudadanos. Es decir, lo que prevé la Constitución». La reacción de Sanchez ha sido acusarle de no aceptar los resultados de las urnas, ¿? y recordarles que el tiempo en que los obispos entraban en política, se ha acabado. Luis Argüello le ha contestado que en democraria es libre de expresar su opinión sobre las cosas que afectan a la vida diaria.

Una cosa es cierta, cada mes que pase, el resultado electoral del PSOE será peor, pero el destrozo de España y de su convivencia será mayor.

https://www.larazon.es/cultura/historia/que-intransigencia-izquierdista-termino-sueno-segunda-republica_20251214693e1a2d22f0db7daff06405.html 

https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2024/04/recordando-frases-de-los-padres-de-la.html

https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2022/10/ley-de-memoria-democratica-la-republica.html