miércoles, 27 de diciembre de 2017

CATALUÑA Y SUS GUERRAS FRATRICIDAS

Estamos en plena efervescencia de los independentistas que tensionan el ambiente, preparando un otoño caliente, mientras Pedro Sanchez intenta apaciguar a Torra, olvidando que los nacionalismos nunca ceden amablemente pues necesitan un enemigo para mantenerse. Los resultados de las últimas elecciones autonómicas muestran una Cataluña fragmentada en dos partes muy similares; división que se mantiene desde el siglo XV, por no retroceder más, y que periódicamente estalla en un enfrentamiento sangriento. 



Comenzaremos ese siglo con las luchas entre la Biga y la Busca y lo terminaremos con las dos guerras de los remensas que llevaron al agotamiento de la población, muy debilitada con la peste negra; barcelona no recupera su población hasta el año 1700. El S. XVI viven un descanso bélico por la pérdida de importancia de Barcelona y el cambio político del Mediterráneo por el Atlántico. El S. XVII nos lleva al Jueves de Sangre y la incorporación de Cataluña como provincia, al reino de Francia, entre 1640 y 1652. El S. XVIII comienza con la guerra de sucesión que ocupa los 14 primeros años, seguido de un crecimiento económico basado en el comercio con América y la trata de esclavos; llegamos así al violento guerracivilista siglo XIX, que se inicia con la Guerra de Independencia, sigue con la guerra de los Malcontent en los años 20; con la 1ª guerra carlista que ocupa la mayor parte de los 30 y la guerra de  la Jamancia en 1843. Unas décadas de tranquilidad y coincidente con la 3ª guerra carlista, el intento de crear la república catalana en el primer mes de la Iª República con Estanislao Figueras como Presidente del Consejo de Ministros. El S. XX se inicia violentamente con la Semana Trágica y sigue con la guerra patronal-obrerista que deja  cientos de muertos en los primeros años 20, terminada gracias al golpe de estado de Primo Rivera. En los años 30, toda España sufre una devastadora guerra civil que en Cataluña se completa con otra propia, que lleva en el mes de mayo del 37 a 1000 muertos y 1500 heridos. Después de este breve paseo por estos últimos 600 años, cómo no comprender la actual división enfrentada de las dos Cataluñas y eso que en este siglo y especialmente en la segunda parte, la renovación de sangre con la gran inmigración debería haber actuado como freno; ¿lo dará el agua?, ¿será la solución separarla en dos regiones; una de ellas Tabarnia?

La Biga estaba formada por la oligarquía y grandes mercaderes; poseía castillos, tierras, títulos señoriales, vivían de rentas y tenían el control del poder municipal. La Busca era el partido de los mercaderes y artesanos que aspiraban a controlar el poder municipal para minimizar los privilegios de la Biga y alcanzar libertades personales; eran defensores de la medidas proteccionistas que tanto se han defendido siempre en la Cataluña industrial, aunque eso perjudicase el resto del país. Algo parecido a lo ocurrido en la guerra de las germanías en Valencia, 100 años después.

Estos enfrentamiento, iniciados sobre 1425 y terminados en 1450, derivaron en dos guerras de remensas. Fueron dos revueltas populares contra las presiones señoriales; la 1ª comenzó en 1462 y terminó una década después sin un resultado definitivo, por lo que en 1479 se reinició con mayor virulencia y finalizó con la Sentencia Arbitral de Guadalupe en 1486 (con Fernando el Católico como rey) en que se abolen los "malos usos" (como el "derecho de maltratar y retener" que tenían los señores sobre los campesinos) a cambio del pago de una indemnización de los remensas a los señores feudales. El mayor apoyo a la rebelión abierta vino de los campesinos más pobres (en su mayoría de la Plana de Vic, Ampurdán y el Vallés) y de los pequeños propietarios. La tremenda carnicería, prácticamente en todos los diferentes linajes nobiliarios de la región, provocó la extinción de muchas de las antiguas casas, así como la ruina de la mayoría de las supervivientes; independientemente del bando donde hubiesen militado.
Sentencia de Guadalupe
Durante los 150 años siguientes, bajo el reinado de los Austrias Mayores, Carlos I, Felipe II y Felipe III, Cataluña se mantuvo fuera de las guerras europeas y del negocio americano; centrándose en un comercio Mediterráneo que decaía según avanzaban los turcos. No se reunieron Cortes ni se modificaron leyes y mientras los demás reinos veían unificarse sus legislaciones y acababan sus veleidades autonómicas con las guerras de Germanías en Valencia, Las Alpujarras en Granada y los Comuneros en Castilla. Barcelona dejó de ser una ciudad grande e importante en el nuevo marco político y comercial; ni sombra de la potencia decisoria que había sido durante buena parte del periodo medieval. Al finalizar el S. XVI, la población catalana era la sexta parte de la de Castilla y eso llevó a la corona a favorecer la inmigración francesa (peones del campo) que en 1620 representaba un 20% de la población aunque se estancó en 1625. Tal vez sea esa, en opinión del historiador Oriol Junqueras, su raíz francesa, aunque mas bien debe pensar en la Marca Hispánica y Carlomagno.
Oriol Junqueras y Alain Delón unidos por su ADN
En 1640 la Monarquía española está en guerra con Luis XIII de Francia, y ante la negativa de las Cortes Catalanas de aportar soldados, se ve en la necesidad de desplazar hasta la frontera tropas de otras regiones. Esto motivó quejas contra este estacionamiento de Tercios reales en Cataluña que como era habitual, produjeron roces y abusos de la soldadesca, que mientras en la coetánea guerra con Portugal, se resolvería con altercados locales (Calderón de la Barca recoge uno en su obra, El Alcalde de Zalamea) en Cataluña desencadenaría un rápido alzamiento armado de vecinos y campesinos que, de las comarcas gerundenses, se extendió hacia el Ampurdán, hacia el Vallés y hacia Osona y el Ripollés; conocido como El Corpus de Sangre (7 de junio de 1640). Nuevamente aparecen Gerona, Ampurdán, el Valles y el Ripollés, diferenciados de la burguesía costera. Doce años más tarde, los catalanes solicitan la ayuda de Felipe IV para sacudirse el yugo francés y volver al Reino de España.
Els Segadors
Iniciamos el S. XVIII con la muerte sin heredero directo del rey español Carlos II, en noviembre. En su testamento, nombra como sucesor al que sería Felipe V (nieto de Luis XIV); así inicia su andadura en España la casa de Borbón. Siguiendo el consejo de su abuelo, Luis XIV, Felipe V entra en España por Cataluña y jura en Barcelona sus Fueros y Leyes propias, octubre de 1701; a continuación convoca Cortes que se reúnen desde el 12 de octubre de 1701 al 14 de enero de 1702. El 14 de enero de 1702, el rey Felipe V volvió a renovar el juramento a las constituciones de Cataluña y volvió a recibir la fidelidad de sus súbditos; clausurando las Cortes.                                                                                                

Capítulos y actos de corte que fueron aprobadas

 en las Cortes catalanas de 1701-1702

Ese mismo año, 1702 comienza la guerra de Sucesión española, realmente una guerra europea tendente a reducir el poder de Francia y en la que actúan aliados, entre otros, Inglaterra, Holanda y Austria que pretende colocar a su pretendiente en el trono de España. Inicialmente Aragón y por tanto Cataluña, permanecen fieles a Felipe V y eso que en 1704 se presenta una flota anglo-holandesa frente a Barcelona que es bombardeada sin conseguir que renuncien a su juramento. Sin embargo los partidarios del archiduque insisten en Barcelona y al final convencen a los realistas y olvidando el juramento de fidelidad a Felipe V cambian de bando el 20 de junio de 1705; a cambio de mantener las leyes e instituciones catalanas. Así una Cataluña dividida entra en la guerra que termina con la caída de Barcelona el 11 de septiembre de 1714. El resto del siglo transcurre sin altercados internos, de hecho esta fecha queda en el olvido durante más de 150 años hasta que se fija como fiesta ¿nacionalista?, la Diada. 

Llegamos así al violento guerracivilista siglo XIX, que se inicia con la Guerra de Independencia y sigue con la guerra de los Malcontent en los años 20. El 25 de agosto de 1827 se pronunció un Manifiesto que proclamaba la Guerra de los Agraviados (o malcontents, en catalán), pidiendo el retorno de la Inquisición entre otras medidas ultrarrealistas. En esa fecha, Saperes estableció junto a Josep Bussoms (Jep dels Estanys) y otros, la "Junta Suprema Provisional de Gobierno del Principado de Cataluña" en Manresa. Dominó una gran parte de la Cataluña interior: rápidamente fueron ocupados Vich, Cervera, Valls, Reus, Talarn y Puigcerdá, y permanecieron asediadas Cardona, Hostalrich, Gerona y Tarragona. El gobierno actuó con rapidez y decisión. El 14 de septiembre es nombrado Capitán General de Cataluña el Conde de España, el 23 el Conde de España estaba ya en Tortosa con sus tropas y el 28 el monarca y el conde entraron en Tarragona. La presencia del rey facilitó la campaña y Manresa se rindió sin lucha el 8 de octubre, y a continuación Cervera, Vich y Olot. 

A la muerte de Fernando VII, volvieron a las armas para apoyar la pretensión de Carlos María Isidro al trono en contra de su sobrina, recién nacida, Isabel. Esta guerra, la 1ª carlista, duró siete años y llevó a España a la ruina más absoluta. terminó en 1840 con el abrazo de Vergara entre los generales Maroto y Baldomero Espartero. Nuevamente en Cataluña se enfrentan las regiones del interior contra la liberal zona costera.

El 3 de diciembre de 1842, el general Espartero ordena el bombardeo de Barcelona para acabar con una insurrección del sector textil que temía la pérdida del arancel que defendía sus productos de la competencia francesa e inglesa; que ofrecían mejores tejidos y a mejor precio. Pocos meses más tarde, surge un movimiento revolucionario, la Jamancia. Los jamancios eran los antecesores directos de los obreros que protagonizarán la huelga revolucionaria de 1909 y el estallido libertario de 1936. Su ideario mezclaba reivindicaciones laborales con propuestas protofederales. El apelativo les venía del verbo gitano jamar(comer), y del nombre que recibía la asignación de cinco reales por manutención (la jamancia) que se pagaba a los voluntarios alistados bajo la bandera de la revolución. Hay enfrentamientos por el interior de Cataluña, mientras Barcelona es asediada durante tres meses por el brigadier Juan Prim y nuevamente es bombardeada pero con menos víctimas que el anterior 03/12/42.

Unas décadas de tranquilidad y en plena 3ª guerra carlista (1872-1874), llegamos al primer intento de crear la república catalana. Dura tres días, entre el 5 y el 7 de marzo de 1873, siendo presidente Estanislao Figueras. Fue disuelto por el Ministro de la Gobernación, el también catalán, Francisco Pi i Margall. Terminada la 1ª República y la 3ª guerra carlista, en la que Cataluña si participa activamente con nuevos enfrentamientos entre las comarcas del interior y las costeras, viene otra etapa de cierta tranquilidad guerrera (32 años) aunque no de peticiones y listas de agravios como los presentados al enfermo Alfonso XII y que originan las Bases de Manresa y el nacimiento del S. XX con los primeros partidos regionalistas (germen del posterior nacionalismo). 

Carlistas en 1873. Nuevamente el interior de Cataluña, Tractoria,
frente a la liberal y progresista Tabernia
Tras la Ley de Jurisdicciones de 1906, despues de la quema de la editorial de la revista Cu-Cut, por ofensas al ejército, se forma bajo el nombre de Solidaridad Catalana una alianza electoral integrada por la Lliga Regionalista, el carlismo y ciertas agrupaciones republicanas (el equivalente a los actuales JpS y la CUP) que logran una victoria aplastante en las elecciones de 1907, obteniendo 40 de los 44 diputados posibles y desplazando a los partidos dinásticos del poder en Cataluña. Nunca desde entonces han vuelto a ganar los unionistas.
Motivo del asalto a la sede de Cu-Cut
Así, tras 32 años de tranquilidad guerrera, en el interior, llegamos al verano de 1909 en que Barcelona se revela contra el embarque de soldados catalanes para Marruecos; protestas que desembocan en una revuelta obrera y una huelga general, conocida como la Semana Trágica. El balance de los disturbios de la ciudad de Barcelona supone un total de 78 muertos (75 civiles y 3 militares); medio millar de heridos y 112 edificios incendiados (de estos, 80 eran edificios religiosos). Se detiene a varios millares de personas, de las que 2000 fueron procesadas, resultando 175 penas de destierro, 59 cadenas perpetuas y 5 condenas a muerte.
Incendios en Barcelona, edificios religiosos durante la Semana Trágica
Esta Semana abre un período de inestabilidad con numerosos atentados anarquistas que desembocan en el trienio bolchevique, 1917 a 1920, ampliado en Cataluña con el pistolerismo que enfrenta a obreros y patronos con pistoleros contratados por ambas partes y que terminan con el golpe de estado de Primo de Rivera en septiembre de 1923. Entre 1917 y 1923 se calcula que fueron asesinados unos 200 sindicalistas, alrededor de 100 obreros y un número indeterminado de sus abogados y políticos afines. Entre los patronos hubo 50 víctimas, a las que hay que añadir unos 30 policías y 40 pistoleros del Sindicato Libre (patronal).

Estas luchas internas en Cataluña, llegan al súmmum cuando en plena Guerra Civil se enfrentan republicanos y comunistas contra anarquistas y poumistas; produciendo más de 1.000 muertos y 1.500 heridos en la primavera de 1937. Se ilegalizó el POUM (antecedente de la actual CUP) y se asesinó a sus dirigentes.

Como no aprendemos, aparecen independentistas violentos en 2017, previos a su declaración de República Interruptus del 27O y que tras la prisión de varios consejeros y la cobarde huida de su expresidente; en el maletero de un coche al igual que Dencás por las alcantarillas en octubre del 34, siguen amenazando y presionando, incluso a jueces. Nuevamente se masca la tragedia.


6 comentarios:

  1. Magnífica descripción del proceso!!!
    Ya va para largo .....!!!!

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  2. En 2017 , un escritor , Pedro Aparicio describe lo que era entonces cataluña y refiere seiscientos años atrás y más . Y Artur , Más y Torra y Torrent y Pujol y Puigdemont y Turull y Rull y otros ... pulverizan la realidad y la elevan a la categoría de folletín . Pero no es teatro . Es verdad .

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  3. Verdaderamente clarificador el hilo conductor.

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