lunes, 5 de febrero de 2018

PUIGDEMONT Y EL AGUJERO NEGRO INVISIBLE

No acabamos de salir de la influencia del eclipse total de luna azul que parece haber eclipsado el futuro político de Puigdemont, cuando parece encontrase atrapado por la atracción del agujero negro invisible que unos científicos acaban de descubrir. Los agujeros negros se llaman así porque nada, ni siquiera la Luz, puede escapar de su tremendo poder gravitatorio. Los científicos pueden detectar su presencia porque, cuando se alimentan (tragándose todo lo que se les pone a tiro) la materia gira rápidamente a su alrededor antes de desaparecer para siempre, y al hacerlo brilla en la longitud de onda de los rayos x; pero ahora y por primera vez, un equipo de astrónomos ha conseguido detectar uno de estos “pequeños” agujeros negros invisibles, y para ello no ha necesitado recurrir al “truco” de los rayos x, sino que lo ha hecho gracias a los erráticos movimientos de una estrella cercana; nuestro ínclito Puigdemont.
Representación de un agujero negro


Desde luego, la estrella (nuestro Puigdemont) se movía de modo muy extraño, adelante y atrás, a grandes velocidades y en períodos regulares. La explicación ha resultado ser un agujero negro cercano, que por fín sabemos cómo verlos, aunque se escondan.

En coyuntura tan adversa, Puigdemont da por finiquitada, momentáneamente, la fuga sin retorno (DUI) que emprendió como presidente por accidente, tras la decapitación de su predecesor, Artur Mas, por la atracción del cometa Catalina; materializada por las huestes bárbaras de la CUP; como explicaba en mi anterior artículo. Así hemos sufrido las veleidades de un mutante político: militando en sus años mozos en el entorno de Terra Lliure para después de un año depresivo, terminar militando en la extinta Convergencia como un verso suelto que piensa como ERC y actúa como los antisistema de la CUP.

Esta particularidad le hace un político imprevisible, como la errática estrella, dispuesto a revolverse en cualquier dirección. Su empecinamiento por ser presidente a toda costa, sin permitir ninguna alternativa -«o él o el caos», ¡como si no fueran la misma cosa!-, puede forzar unas nuevas elecciones y llevar a Cataluña al agujero negro al que se asoma en estos momentos. Un político que no tiene reparo en que un empresario le pague el alquiler de 4.400 €/mes como si aún estuviese bajo el paraguas del 3%.


Puigdemont ha aprendido en cabeza propia qué es el egoísmo en política y ha visto como Mas era nombrado por Pujol para calentar la silla a su hijo y luego se la quedó para sí; ha visto como él era President por accidente pues no encabezaba ninguna lista y su acceso se produce por la decapitación de Artur Mas, ante el rechazo estrambótico con empate de la asamblea de la CUP. Pretende ser el nuevo Mesías, el Ungido que lleve a su pueblo a Ítaca, aunque ha superado al nefasto Artur pues este fue capaz de reducir los escaños de su partido al 50% en menos de 5 años pero Puchi ha conseguido que un partido nacional y constitucionalista haya sido la lista más votada en Cataluña desde que Prat de la Riva constituyó la Lliga Regionalista en 1901, que coaligada en Solidaridad Catalana tuvo un resonante éxito, obteniendo 41 de los 44 escaños que correspondían a las cuatro provincias catalanas, en las elecciones de abril de 1907. Han sido necesarios 110 años y a un Presidente por accidente, pero Puigdemont ha aprendido que no puede consentir un Presidente provisional y él de símbolo en el extranjero, porque luego no podrá echarle ni con agua hirviendo (como le ha pasado a Mas); propuesta envenenada que le hace su "enemigo" Oriol Junqueras.
Puigdemont, la marioneta que adquirió vida propia.
Mientras tanto pone en marcha su plan B: esperar en su casoplon a que el "todos contra Rajoy" produzca un cambio de gobierno para ser liberado y repuesto en la Generalitat; como ocurrió en 1936 cuando el Frente Popular, nuevamente "un todos contra Gil Robles y la CEDA", triunfa en las elecciones de febrero y rápidamente aprueba una amnistía que sacó de prisión a Companys y le repuso al frente de la Generalitat; pasándose por el arco del triunfo la condena judicial que pesaba sobre él por el fallido golpe de estado del 6/7 de octubre del 34. No olvidemos que en esa línea ya dió, Miguel Iceta, los primeros pasos durante la campaña electoral; pidiendo el indulto para los que no están ni juzgados. 
Decía Karl Marx  "la historia se repite y la segunda vez, la tragedia se convierte en farsa".
Ahora que se habla sobre la justicia/injusticia de la prisión provisional de Junqueras, Forn y los Jordis, conviene recordar como Companys y todo su gobierno, salvo el fugado por las alcantarillas Dencás, fué encarcelado provisionalmente en el barco Uruguay hasta que tres meses más tarde pasó a la cárcel Modelo de Madrid en espera de su juicio por el Tribunal de Garantías Constitucionales que condenó a Companys a cadena perpetua. Sentencia que comenzó a cumplir en junio del 35 en el penal del Puerto de Santa María, hasta que el 22 de febrero del 36, salió por la amnistía del primer gobierno formado tras las elecciones de febrero; siendo repuesto en la Generalitat el 1 de marzo. Ese es el sueño de Puigdemont y a conseguirlo va su estrategia.



Puigdemont espera, cómodamente instalado en Waterloo, aprovechar en beneficio propio las maniobras del todos contra el PP y vemos cómo se empieza a aplicar eso mismo en Cataluña contra C´s; empezando por la abstención de los podemitas y compañía en la elección del presidente de la mesa del Parlament, cuando podían haber apoyado a un constitucionalista.
El peligro del tonto útil
Complemento mi artículo con el de Salvados Sostres que me parece interesantísimo:

http://www.abc.es/espana/abci-puigdemont-exige-poder-y-dinero-negro-201802060348_noticia.html


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