Estamos instalados en la burla al Estado, puesta en marcha por el independentismo catalán hasta conseguir su objetivo de secesión (vamos por el octavo intento fallido) y si es por cansancio y hartazgo del resto, pues mejor porque les resultaría más barato y la pela es la pela. Puigdemont dijo a sus 'consellers', cuando barajó convocar elecciones, que era el 'president' que debía llevar Cataluña a la preindependencia y que no quería ser el culpable de conducirla a la preautonomía y tener que ir por el mundo intentando repartir tarjetas de presidente en el exilio, la primera en Copenhague (con revolcón incluido), la siguiente en Suiza en un debate sobre una película francesa que recoge el 1ºO y la última en Finlandia (donde le ha alcanzado la puesta en marcha de la euro-orden). Pero en realidad, eso es lo que está haciendo, pese a que el independentismo consiguiera humillar al Estado español, ganando las elecciones del 21-D; gracias al error cometido por su premura, un 155 de chicha y nabo, poca cabeza y exceso de testosterona.
El único objetivo que moviliza al movimiento independentista en esta fase de hegemonía de la CUP y de teledirección belga es producir cuanto más daño mejor a la democracia española, que es también una forma de dañar a los catalanes y a Cataluña (ver el vídeo de Oriol Junqueras del año 2013). Esta actitud, propiamente nihilista —ya que no puedo tener la independencia como mínimo perjudico a quien me lo ha impedido— es el anuncio de una larga travesía del desierto. Cataluña tardará muchos años en recuperarse de este estropicio.
La penúltima jugada es proponer al "pacifista" Sanchez que agitaba a las masas desde el techo de los vehículos de la guardia civil, destrozados como demostración de su poder y falta de respeto al Estado opresor; ese con el que no se puede negociar como argumentaba Maciá Para justificar una solución violenta. Sanchez tiene un oscuro pasado, 1985/90 como dirigente de la Crida y sus mensajes y comentarios favorables a Terra Lliure y Herri Batasuna; especialmente sobre el atentado de ETA al Hipercor de Barcelona de 1987. Anulada esa opción, por renuncia del propio Sanchez, el siguiente intento se materializa con Turrull (muy implicado en el 3%), que nuevamente la justicia parece condicionar negativamente.
El "pacífico" aspirante a presidir la Generalitat |
En este vídeo, el "bueno" de Oriol Junqueras amenaza con lo que ahora están haciendo, darle una patada a la economía Española en el "culo" de su querida Cataluña:
Desde hace 500 años, la unión de los reinos de Aragón y Castilla, ampliada con la de Navarra, ha configurado la geografía de la actual Española que no ha sufrido variaciones significativas, si bien estos 500 años han contemplado varios intentos de ruptura de esta unidad, básicamente a cargo de Cataluña en momentos de supuesta máxima debilidad del Estado; intentos que siempre han terminado con dolor y pérdidas territoriales.
Estos intentos han tenido lugar, siempre, en los momentos de mayor debilidad (real o supuesta) del Estado y empiezan ,tras 150 años de tranquilidad interna, en la década de 1640/50; única ocasión en que Cataluña se separó durante 12 años del resto de España. Eran momentos de máxima debilidad de la corona, pues se juntaron el fin de la tregua en los Países Bajos, con la guerra de los 30 años y la independencia de Portugal. Como Cataluña se había opuesto al intento del Conde Duque de Olivares de que los distintos territorios aportaran hombres y/o dinero para la guerra, se tuvieron que enviar varios tercios a Cataluña para defender la frontera de los ataques franceses. Las tropas cometieron abusos, como en todas las guerras; reflejado en la obra de Calderón de la Barca "El Alcalde de Zalamea" durante la guerra de Portugal. Los payeses protestaron (famoso Corpus de Sangre), llegando a presentarse en Barcelona y acabar con la vida del Virrey; convenciendo a la Generalitat de pedir la ayuda francesa y ofrecerle el título de Conde de Barcelona al rey francés. Este aceptó y envió sus tropas y a sus colaboradores a ocupar los puestos claves, abriendo las puertas de Cataluña a los productos franceses. Durante 12 años Cataluña fue una región de Francia, hasta que visto que les iba peor llamaron al resto de España para que les librasen de la opresión francesa: esto les/nos acarreó la pérdida del Rosellón y parte de la Cerdaña. Un año después de firmada la Paz de los Pirineos, Luis XIV no cumplió los pactos y los Usatges y el catalán fueron prohibidos en la ahora llamada cataluña Norte.
En noviembre de 1700 el rey español Carlos II, muere sin heredero directo y nombra como sucesor al que sería Felipe V (nieto de Luis XIV); así inicia su andadura en España la casa de Borbón. La segunda traición se produce cuando Felipe V , jura en Barcelona sus Fueros y Leyes propias, octubre de 1701 y convoca Cortes que se reúnen desde el 12 de octubre de 1701 al 14 de enero de 1702. Tanto para Felipe V como para los catalanes el balance de las Cortes fue positivo. De las constituciones y capítulos de corte aprobados en las Cortes, el pactismo salió fortalecido, y hasta incluso un destacado austracista como Feliu de la Peña reconoció lo favorable y beneficioso de las mismas. El 14 de enero de 1702, el rey Felipe V volvió a renovar el juramento a las constituciones de Cataluña y volvió a recibir la fidelidad de sus súbditos; clausurando las Cortes.
Ese mismo año, 1702 comienza la guerra de Sucesión española, realmente una guerra europea tendente a reducir el poder de Francia y en la que actúan aliados, entre otros, Inglaterra, Holanda y Austria que pretende colocar a su pretendiente en el trono de España. Inicialmente Aragón y por tanto Cataluña, permanecen fieles a Felipe V y eso que en 1704 se presenta una flota anglo-holandesa frente a Barcelona que es bombardeada sin resultado. En una cierta defensa propia, el Virrey Velasco inicia una fuerte represión sobre miembros de la colonia anglo-holandesa y sobre el partido austracista. En ese contexto de persecución del austracismo catalán fue en el que se produjo la firma el 20 de junio de 1705 del pacto de Génova entre el Reino de Inglaterra y Cataluña con el objetivo de derrocar a Felipe V y hacer rey al Archiduque Carlos, a cambio de apoyo financiero y compromiso de mantener las leyes e instituciones catalanas (que ya había aceptado Felipe V).
Nuevamente la prioridad de sus más oscuros intereses frente a sus juramentos de fidelidad. El resto es conocido y el 11 de septiembre de 1714 se produce el asalto y rendición de Barcelona frente a las tropas felipistas. Fecha elegida para celebrar la Diada, con claro y partidista olvido de que lo que terminaba no era una independencia catalana, que nunca existió. Nuevamente la desafección catalana lleva a que España pierda territorios propios, como Gibraltar. Felipe V derogó algunos de los fueros medievales de Cataluña pero abrió las puertas a un crecimiento económico espectacular y a ciento cincuenta años sin veleidades separatistas. Esta actuación del rey contrasta con la actuación de la corona inglesa con los sublevados escoceses tras la batalla de Culloden (16 de abril de 1746), que fueros aniquilados o desterrados y despojados de sus propiedades a favor de la corona. Se promulgaron leyes para erradicar el sistema feudal de clanes en Escocia, e incluso las gaitas y la vestimenta tradicional de la zona fueron declaradas ilegales.!! Los independentistas catalanes siempre olvidan esta parte de su admirada escocia !!
La tercera traición separatista se produce tras el derrocamiento de Isabel II en 1868 y la infructuosa búsqueda de rey, con el lapsus de Amadeo de Saboya, que nos trae la Iª República y sus aires federalistas y cantonales. Nuevamente en un momento de máxima debilidad del Estado. Con ellos el primer Presidente de Gobierno (nunca hubo Presidente de la República), el catalán y afamado federalista Estanislao Figueras. Fue nombrado el 12 de febrero de 1873 y ocupó el cargo hasta el 11 de junio (cuatro meses) en que se marchó del Consejo de Ministros, sin despedirse. En ese lapsus se produjo la primera proclamación del «Estado catalán federado con la república española»., entre el 5 y el 7 de marzo. Fue disuelto por el Ministro de la Gobernación, el también catalán, Francisco Pi i Margall, que les contentó ofreciéndoles una futura república federal. Sustitituyó a Estanislao como Presidente del Gobierno desde el 11 de junio al 17 de julio (mes y medio).
Estanislao Figueras y la Iª República |
En los primeros años del S. XX se viven momentos trágicos con la pérdida de las últimas colonias, una pésima guerra en Marruecos y la Semana Trágica, la Ley de Jurisdicción Militar, el incendio de la revista Cu-Cut, atentados contra Alfonso XIII, asesinato de dos jefes de gobierno (Canovas en el 97 y Canalejas en el 12)... y en ese ambiente llega la Iª Guerra Mundial y ahí los independentistas intentan alistar 10.000 combatientes voluntarios para ayudar a Francia y así ganar su favor. Efectivamente 1.000 voluntarios, solo un 10% de lo previsto, se alistan en la legión Extranjera y combaten en la zona de Arrás y tienen bajas como sus dos principales organizadores. Terminada la guerra en noviembre de 1918 y con los 14 puntos de Wilson en la mano intentaron el apoyo francés a su derecho a que Cataluña fuera reconocida como nación independiente; Georges Clemenceau, presidente francés y vencedor de la guerra, les despidió con cajas destempladas y así terminó su cuarto intento separatista.
El quinto intento se produce a partir del 1 de julio de 1917 cuando los catalanistas de la Lliga Regionalista, los republicanos de Lerroux, los reformistas de izquierda y el PSOE anunciaron la convocatoria de una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona el 19 de julio para forzar al gobierno a llevar a cabo ”las reformas que necesita el país”, entre ellas en primer lugar una “amplia autonomía para Cataluña” Se convocarían elecciones a Cortes Constituyentes, es decir la Constitución de 1876 quedaría derogada y si había mayoría republicana en esas Cortes se proclamaría la república en España. Era un golpe de Estado de la mayoría de los diputados catalanes junto con la izquierda española contra el gobierno de España.
Voluntarios catalanes en la Iª G.M. |
Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, julio de 1917 |
El 29 de octubre de 1917 dimitió Dato y el 30 se anunció un nuevo gobierno presidido por el liberal García Prieto, en el que 2 miembros de la Lliga, Ventosa y Rodés obtenían dos carteras ministeriales; punto final del intento por el precio de dos carteras ministeriales. También influyó la muerte de Prat de la Riva y su sustitución, como presidente de la Lliga, por Cambó. En febrero de 1918 se convocaron elecciones generales y los partidos que habían apoyado a la Asamblea ganaron en Cataluña pero sufrieron un varapalo en el conjunto de España. Quedó claro que los españoles de la época no querían la autonomía de Cataluña ni una “España de las autonomías”. El partido más votado fue el Conservador de Dato. Como rescoldo, se funda el partido Está Catalá por Francesc Macia el 18 de julio de 1922 (otro 18 de julio). Convencido de que el parlamentarismo político con el Estado español sería estéril, Maciá, abogó por la lucha armada, en la línea actual de las CDR de diputados y empresarios afines a Puigdemont.
Cinco años después, después de vivir el trágico trienio bolchevique, en septiembre de 1923, se produce el golpe de estado de Primo de Rivera con apoyo de la burguesía catalana que sufría su guerra particular con los pistoleros anarquistas. Transcurridos dos años, Primo de Rivera anula la Mancomunidad (antecedente edulcorado de una autonomía) lo que exaspera a los independentistas liderados por Francesc Macià, que apoyado por la dirección del partido Estat Català, intenta asesinar al Alfonso XIII en 1925 y ante el fracaso, cambia de estrategia y organiza asaltar Cataluña con un puñado de mercenarios e independentistas, pero esta intentona es descubierta y abortada en 1926 por la gendarmería francesa, antes de llegar a la frontera franco-española. El plan consistía en la penetración de dos columnas (una desde Saint-Laurent-de-Cerdans; la otra, desde el Coll d'Ares), que tenían que ocupar Olot y proclamar la República Catalana. Macià fué juzgado y tras pagar una multa, se refugió en Bruselas. Así termina el quinto intento que se empezó a fraguar nueve años antes.
El siguiente intento, el sexto, esta vez sin derramamiento de sangre, se produce el 14 de abril de 1934 (con el rey aún en palacio) en pleno desconcierto del Estado, ¿monarquía o república en el aire?. No habían pasado ni dos horas de la proclamación de la República cuando Francesc Maciá (ex-coronel del ejército español) desde el balcón del ayuntamiento de Barcelona, hace lo propio con el siguiente texto: «En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana, que libremente y con toda cordialidad anuncia y pide a los otros pueblos hermanos de España su colaboración en la creación de una confederación de pueblos ibéricos». Desde el gobierno central enviaron el día 17 de abril a los ministros Fernández de los Ríos, Marcelino Domingo y Lluis Nicolau d'Olwer a negociar con Maciá; al que calmaron ofreciéndole un Estatuto que se desarrolló en el Monasterio de Nuria (Estatuto de Nuria) y que resultaba infumable. Presentado en junio del mismo año, Largo Caballero e Indalecio Prieto lo fueron limando; como haría Alfonso Guerra con el actual. Se tardó más de un año en aprobar
Dencás y sus escamots que defenderían la República, ¿un día? |
Así las cosas, llegamos al séptimo intento, el sangriento golpe de estado de Companys del 6 de octubre de 1934. Fué neutralizado por el general Batet en pocas horas, si bien dejó mas de medio centenar de muertos, un centenar de heridos y varios centenares de presos; entre ellos el gobierno en pleno, menos el consejero Josep Dencás que había huido por las alcantarillas. Los presos fueron recluidos en un barco anclado en la dársena. Hubo juicios con fuertes condenas, en junio de 1935, que fueron anuladas con la llegada del Frente Popular en febrero/marzo del 36. Tal vez sea la esperanza de Puigdemont, Junqueras y demás adláteres que confían en un cambio de gobierno que les saque a la calle.
Durante la guerra civil, el propio Azaña que era partidario de la autonomía catalana en 1931, se volvió enemigo de la misma y coincidía con su jefe de gobierno Juan Negrín sobre vascos y catalanes, que a sus espaldas habían intentado negociar su constitución en naciones independientes bajo el protectorado inglés (Euskadi) y francés (Companys). Lo incluimos en el séptimo por el entorno y los protagonistas.
El Lendakari Luis Aguirre (…) no puede resistir que se hable de España. En Barcelona intentan no pronunciar siquiera su nombre. Yo no he sido nunca (…) lo que llaman españolista ni patriotero. Pero ante estas cosas, me indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con Franco ya nos las entenderíamos nosotros, o nuestros hijos, o quien fuere. Pero esos hombres son inaguantables.
El pasado mes de octubre, vivimos el octavo intento, que espero y deseo sea el último y no porque se solucione amablemente, es imposible, sino porque de una vez por todas se vayan y nos dejen en paz; eso sí pagando sus deudas y un plus por farfulleros. No se que es más sorprendente del comportamiento de los dirigentes independentistas, si su abismal falta de grandeza, la ingenuidad de pretender que se puede confrontar con un estado sin que este aplique todo su poder o el cinismo de vender a dos millones de personas la fantasía de un coche volador que los conduciría al paraíso, sabiendo que solo disponían de un vehículo a pedales para tan largo viaje.
Otra solución era un escarmiento vergonzoso; que a partir del 155, relajase la situación y nos llevara a una hermandad ahora impensable; pero según pasan las jornadas y aflora el odio visceral a lo español, se me antoja imposible. Al catálogo de desmanes antidemocráticos que acumulan los sediciosos catalanes, solo faltaba unir la manipulación de los niños y jóvenes. En cualquier lugar civilizado sería un escándalo, en Cataluña, instalada en el paroxismo, parece que ya vale todo, hasta mancillar la inocencia de la infancia. Cuando llegas a ese extremo, a utilizar como escudos humanos emocionales a los niños, algo ha fallado en lo más íntimo. Es como si una patología química se desatara en el cerebro y ya es imposible volver atrás y restañar heridas.
Otra vía es una venta de la secesión aprovechando que la balanza demográfica no está claramente inclinada hacia su lado y obtener el máximo rendimiento: máxima deuda pública (250.000 millones de euros); pensiones sin compensaciones; nada de doble nacionalidad (la quieren para moverse por el mundo con pasaporte español y por tanto europeo), quien siendo y sintiéndose español siga en Cataluña tendrá el pasaporte español como si vive en Bélgica; un pasillo de propiedad no de paso como Danzig que nos garantice que no somos una isla; el agua del Ebro mayoritariamente para el Levante...O dividir Cataluña en dos partes: Tabarnia y Tractoria; soluciones que se han adoptado y perviven en Irlanda y Corea o en Alemania o Vietnam, en cierto momento.
Coche de J.C. Girauta (C´s) con ruedas rajadas y pintura amarilla. |
Habrá que ver cómo se articula la salida pues lógicamente,terminada la algarada, mucha gente no nacionalista comenzara a sentir la presión xenófoba y se pensará su marcha de Cataluña con lo que ayudarán doblemente a los independentistas: disminuirá la resistencia unionista y se generarán puestos de trabajo que paliarán los que se pierdan con la secesión.
Si Cataluña hubiese seguido como región francesa en 1652, hoy no se hablaría catalán como no se habla en la llamada Cataluña Norte y eso que nuestra Cataluña se gasta un pastón en mantenerlo. Tampoco tendría el grado de autogobierno de que disfruta dentro de España ni estaría montando las algaradas actuales con esteladas por doquier.
Decía Peces Barba que Felipe IV se equivocó y luchó por conservar Cataluña a riesgo de perder Portugal en lugar de haber hecho lo contrario; cuanto nos habríamos ahorrado.
Si Cataluña hubiese seguido como región francesa en 1652, hoy no se hablaría catalán como no se habla en la llamada Cataluña Norte y eso que nuestra Cataluña se gasta un pastón en mantenerlo. Tampoco tendría el grado de autogobierno de que disfruta dentro de España ni estaría montando las algaradas actuales con esteladas por doquier.
Decía Peces Barba que Felipe IV se equivocó y luchó por conservar Cataluña a riesgo de perder Portugal en lugar de haber hecho lo contrario; cuanto nos habríamos ahorrado.
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