jueves, 11 de abril de 2019

CON TORRA, EL GOLPE INTERRUPTUS CAMINA HACIA UN NUEVO INTENTO.

Acaba la larga y tediosa precampaña electoral y aumentan los eslóganes y mitines, que desembocaran en las elecciones generales del domingo 28 de abril; cuyo resultado marcará nuestro futuro inmediato. Dicha precampaña y el juicio a los implicados en el Procés, ha hecho que Cataluña acapare los mensajes de los diversos partidos, con excepción del PSS (Partido Socialista de Sanchez). Pero al aproximarnos a las semanas decisivas y dado el elevado número de indecisos, el hábil Pedro Sanchez le ha visto las orejas al lobo (enmascaradas por el CIS de Tezanos) y ha dado un giro de 180º, hasta el punto que en un mitin en Zaragoza, en presencia del unionista Lambán, ha subrayado que "no habrá independentismo en Cataluña si hay un gobierno socialista" tras las elecciones; apuntando que lo saben tanto los independentistas como los partidos de la derecha porque la Constitución no reconoce la independencia de Cataluña; la comunidad internacional "le ha dado la espalda" y los propios catalanes "no la quieren"; a lo cual presidente catalán, Quim Torra, a través de Twitter,le ha replicado con: un "Sí es sí. Sí al derecho a la autodeterminación. Sí al referéndum de autodeterminación. Sí a la república catalana".
                           
Como es bien sabido y la historia no se cansa de darnos ejemplos, la secesión de parte de estados o imperios, siempre lo ha sido tras un enfrentamiento civil con sangre en mayor o menor cantidad; tan es así que recientemente Trapero y otros comisarios del cuerpo de los Mossos han puesto en boca de Puigdemont la frase de que si había algún muerto en lo que se esperaba de violencia el 1º O, él declaraba inmediatamente la República de Cataluña; olvidando que sin control del territorio no es posible la independencia. Lo que les falló en 27 0, fué la desconexión jurídica y policial y en eso se prepararan mejor la próxima vez con unos CDR más activos, hoy en la UAB trataban de impedir, violentamente, el acceso a Cayetana y Maite a un debate; con unos Mossos menos titubeantes y con alianzas y/o armas ¿rusas? o del mercado negro. Además Quim Torra pretende la salida de los 3.300 guardias civiles que hay actualmente en Cataluña. Su próximo golpe no será telegrafiado para que el Estado lleve otra vez a los 10.000 piolines, antes de la proclamación.
        

En esa línea se enmarca la creación de una guardia pretoriana de hasta 300 hombre, de los que la mitad ya ha sido preseleccionada mediante entrevistas, de clara índole política y priorizando la obediencia debida, de los Mossos. Esta guardia personal dependerá de Presidencia y garantizaría que Quim Torra no sea detenido tras la proclamación republicana y le permitiría varios días de resistencia hasta que la presión internacional obligara a un alto el fuego como el de Eslovenia, tras diez días de guerra y un centenar de muertos. La referencia a la vía eslovena partió del propio Torra y es que los secesionistas siguen su ruta y van limando errores como aprender en el juicio del 1ºO que el jefe de los Mossos, Trapero, estaban a la espera de ordenes judiciales para detener a Puigdemont. Torra evitará esto con su nuevo y selecto cuerpo de escamots que rescata del Estat Catalá de Francesc Maciá. 


Recordamos aquí la petición de la Generalitat, rechazado por Rajoy, para comprar armas de guerra, fusiles de asalto de última generación y granadas de mano; todo va encajando. Esta negativa se resolvió, parcialmente, el pasado enero, gracias a que Interior ha autorizado una menor venta de armamento de guerra a los Mossos a través de un contrato valorado en casi 500.000 euros. El del No es No, ha permitido una operación que el anterior Ejecutivo vetó por considerar que detrás de dicha suposición podría estar la formación de un ejército para la anhelada república catalana.

Igualmente que las secesiones, los golpes de estado y/o levantamientos que no se liquidan o triunfan rápidamente, siempre terminan en un enfrentamiento civil. Nuestro pasado siglo XIX está lleno de ejemplos y asonadas que se resolvían con un cambio de gobierno o la caída de una reina. Ya en el S.XX, empezamos viviendo un Golpe de Estado en septiembre de 1923 que no deriva en guerra civil pues no hay oposición. Tres años después llegó la Sanjuanada pero fracasó y su eco se apagó inmediatamente. Cuatro años más tarde se produce el levantamiento de Jaca el 12 de diciembre de 1930; otro intento al estilo de las asonadas del S.XIX con algunos muertos y fusilados pero que no nos llevo al enfrentamiento civil; golpe patrocinado por los que padres de la Reunión de San Sebastián, que posteriormente triunfarían en las elecciones de abril del 31; cuyos resultados llevarían a la monarquía al exilio y nos traerían la IIª República. 
Proclamación de la República el 14 de abril del 31.
En el verano del 32, se produce un levantamiento contra la IIª República, a cargo del General Sanjurjo en Sevilla el 10 de agosto que terminó en un rotundo fracaso. Sanjurjo, tras su indulto pasó una temporada en el penal de El Dueso, antes de su exilió en la localidad portuguesa de Estoril; desde donde participó en la organización del levantamiento de julio del 36, que habría encabezado si no hubiese fallecido, el 20 al capotar la avioneta en que se dirigía hacia Burgos.
Sanjurjo se despide de su mujer, antes de subir al avión que capotó en el despegue.
En octubre del 34, tenemos el golpe de Companys que termina con más de 50 muertos y un centenar de heridos y se cierra con penas que luego no se cumplen por los indultos del Frente Popular tras ganar las elecciones de febrero del 36; ¿ocurrirá igual ahora, según recomienda Iceta y no niega Sanchez?. El siguiente y más sangriento comienza el 17 de julio, por la tarde, con el levantamiento del ejército de África. Durante varios días se levantan guarniciones diversas y el 23 puede considerarse que el levantamiento/golpe de Estado, ha fracasado parcialmente pero como no se reprime rápidamente, lleva a un empate y con la entrada de ayuda exterior (Alemania e Italia del lado sublevado y Rusia del lado republicano) se hace imposible una victoria fulminante de uno de los dos bandos y por tanto el golpe se convierte en una guerra civil.


Actualmente seguimos con el golpe interruptus de Puigdemont/Torra, que continúa avanzando con unos CDR más activos, educando a los niños y universitarios en el odio a todo lo español, violencia callejera contra los partidos no independentistas, insultos-desplantes al Jefe del Estado...Sin que parezca que vaya a enfriarse y es que si alguno piensa que con Puigdemont en Waterloo el procés frena, se equivoca de cabo a rabo como explica Miguel Giménez en un artículo en que vierte su conocimiento sobre Quim Torra; conocimiento basado en los años que se trataron a cuenta de sus tres libros editados por la editorial de Torra:
De ahí que, por lo que lo conozco, va a perseguir su sueño pese a quien pese, aunque nos lleve a la peor de las pesadillas. Que no es otra que un enfrentamiento civil. El mismo que destrozó las carreras y las vidas de todos aquellos escritores y periodistas catalanes de la época republicana como Eugeni Xammar, Paco Madrid, Jaume Passarell ( a los que tanto admira)y otros muchos que recuperó en su editorial A Contravent.
                                        
El panorama que se abre a partir de ahora es mucho más inquietante que el vivido hasta el momento. Puigdemont solo ha sido un chico de pueblo más bien tonto al que le venía muy grande el cargo, pero Torra está hecho de otra pasta. Su vocación lo lleva a hacer todo lo que el de Bruselas/Berlín no hizo. Cuando Torra proclame la república catalana, y esto será así, que nadie lo dude, no será para dejarla en suspenso a los pocos segundos. Cuando Torra haga que se aprueben las leyes de transitoriedad hacia la república, las mantendrá hasta sus últimas consecuencias. Cuando Torra salga al balcón de la plaza de Sant Jaume, que lo hará, para llamar a la resistencia a los separatistas, lo hará plenamente consciente de lo que eso supone. No estamos ante un chisgarabís cualquiera, un atolondrado o un simple comisionista. Todo eso le importa un pito. Se cree con una misión histórica y hará lo que sea, al precio que sea, con tal de llevarla a cabo. Con él, el independentismo ha llegado a la última estación.
La Historia tiene una incómoda tendencia a no resultar como creíamos merecerla. Pero conserva una característica permanente. Y es que, en democracia, cada pueblo acaba teniendo el Gobierno que se merece.


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