lunes, 1 de julio de 2019

CEREMONIA BIEN ORGANIZADA. LA NUBE SALVADORA

Buenos y calurosos días, estaba leyendo un artículo de la revista de historia y me he tropezado, sin pisar la ropa, con una revisión del vestir hace 500 años y he sentido un frescor al agradecer que en la boda de ayer, la moda hubiese cambiado en este medio milenio.


En esta foto se ve a los contrayentes, bajo un manto vegetal, y a la pléyade de trabajadores: oficiante, fotógrafos/as y organizadores con la canastilla de flores. Todo muy bien organizado; pero donde se notó la mano de los contrayentes, detalle que todos agradecimos, fue el organizar la llegada de unas nubes en el momento del cocktail. 


Los días que veníamos sufriendo, con la ola de calor, se sucedían las preguntas de los invitados en el sentido de como se organizaba el evento para no sucumbir en el mismo, pues la ceremonia y el posterior cocktail eran al aire libre. El lugar era precioso con agua por doquier y un ajardinamiento exquisito, pero lo que interesaba era sobrevivir. Habían preparado abanicos y sombrillas de papel, pero lo que realmente sorprendió al personal , fue la refrescante llegada de las nubes, en el momento oportuno, pues ayudaron a convertir el cocktail en un momento placentero, tanto que los partícipes eran reacios a abandonar los jardines para ir al refrigerio principal, en un local magníficamente refrigerado.
Cocktail bajo la protección de las nubes.
Gracias a los organizadores y contrayentes, todo resultó magnífico y algunos incluso lo prolongaron para aprovechar la caída de la tarde en tan precioso lugar.
Jardines y meandro del Jarama.
Todo estupendo,¿ pero habría sido igual con esta otra ropa?


Comentario final: Enhorabuena a los contrayentes, entre los que se encontraba mi hija, y un ferviente deseo de que siempre aparezca una nube que les cobije de los malos momentos que a lo largo de su vida se presentarán, desgraciadamente. 

Las fotos ya habrán llegado a todos y por eso aquí he procurado que las utilizadas sean lo más discretas posible; que luego las redes y la nube, no meteorológica, hacen diabluras. Ah, se me olvidaba que nos anunciaron la llegada de un nuevo/a miembro a la familia.

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