martes, 24 de agosto de 2021

EL DESASTRE AFGANO, RECUERDA EL FINAL DE LA GUERRA CIVIL. LA DESBANDADA Y LA RATONERA DE ALICANTE

 El final de la presencia occidental en Afganistán y la sensación de derrota nos hace recordar situaciones parecidas y de las que parece que occidente no ha aprendido nada. Podríamos empezar recordando el derrumbamiento del frente popular en marzo del 39 y su concreción en la retirada hacia el puerto de Alicante, de combatientes, representantes sindicales y personas con riesgo de verse afectados por la Ley de Responsabilidades Políticas, promulgada por Franco, el 9 de febrero de 1939 y publicada en el Boletín Oficial del Estado el día 13 de ese mismo mes. Es evidente la influencia y falta de organización de una retirada ordenada, en esa debacle; junto con la huida, de sus dirigentes desde la posición Yuste y la escuadra formada por tres cruceros y siete destructores (suficientes para haber sacado a los 20.000 concentrados en Alicante). Mientras los Negrín, Carrillo, Pasionaria y demás salvaban su pellejo y garantizaban su exilio con el tesoro del VITA, olvidaron dar ordenes a la flota de acudir a Alicante a recoger a los que huían. Como bien decía Jorge Semprún, si Pasionaria, José Diaz y Santiago Carrillo hubiesen estado en Alicante, la escuadra o los barcos de la Compañía de Navegación del PCF,  constituida con parte del oro del Banco de España, habrían acudido al rescate. En conclusión, si hubiesen querido, los que se salvaron tenían los medios necesarios y podrían haber salvado a la mayoría de los que muchos fueron fusilados en el períodos 1939/1944. Aquí se produjo un movimiento en gran medida comparable a lo visto en Afganistán, pues un ejército de más de 300.000 hombres se desmoronó, ante el abandono de sus jefes y dirigentes, en la última semana de marzo del 39. Aún disponían de armas, artillería, tanques y al menos 100 aviones en condiciones de combatir para garantizar un corredor seguro para la evacuación. Además podían seguir rearmándose por los puertos de Levante, Valencia, Alicante y Cartagena; gracias a una escuadra de respeto con varios cruceros y destructores modernos. Hagamos nuestra la definición de Margarita Robles, que aseguró que la retirada de Afganistán ha sido un «fracaso sin paliativos».

El Marítima, un barco que pudo embarcar a más de 5.000 personas, sólo dejó subir a bordo a 32,
las últimas autoridades civiles y militares republicanas de Alicante, incluidos algunos familiares.

Un año después, se vio en Dunkerque cómo un ejército era rescatado por mar para evitarle la prisión y que pudiera volver a combatir. En Cataluña había comenzado la desbandada, en febrero, desaprovechando un ejército con más de 200.000 hombres, que pudo embarcar en la costa para ser trasladado a la zona aún controlada por la República y no pasar a Francia para ser ubicados en campos de concentración; claro que los primeros que pasaron la frontera y no volvieron a la lucha fueron Manuel Azaña y el general Rojo. No debemos olvidar que en la frontera francesa esperaba uno de los mayores envíos de armamento ruso que podría haberse redirigido a la zona republicana. Esos traslados podrían haber significado la pérdida de algunos barcos y de los correspondientes soldados, pero más se perdieron con la huida; la totalidad de ellos.

En el cruce de la frontera francesa

En Alicante, en los últimos días de marzo, la desbandada se había convertido en desazón y barbarie. Durante tres días y tres noches, de finales de marzo, los refugiados esperaron, en vano, a ser embarcados. Muchos niños murieron de inanición. Algunos adultos prefirieron suicidarse, en un  gesto que simboliza la frustración de todos aquellos hombres y mujeres condenados sin remisión; ídem como deben sentir los miles de afganos que se amontonan intentando entrar en el aeropuerto de Kabul. El 27 de marzo de 1939, llegó a Valencia una delegación de Evacuación y Ayuda Española perteneciente al Cómite Internationale de Coordination et d’Information pour l’Aide Espagnole Republicaine. En su informe afirmaron que de haber recibido el sostén necesario podrían haber auxiliado a más de sesenta mil personas (el doble de los concentrados en Alicante), pero durante esas jornadas la cifra de embarcados no superó las seiscientas cincuenta.


                                                                 

Podríamos comparar las fotos del Stanbrook y los republicanos esperando
en la playa, con la salida del aeropuerto de Kabul

En un sálvese quien pueda, los últimos días de marzo salieron también numerosos barcos pesqueros desde Benidorm, Denia, La Vila Joiosa, Santa Pola y Torrevieja, con destino al Oranesado. El alcalde socialista de Benidorm, José Pagés, puso varias barcas a disposición de la comisión provincial de evacuación socialista y en una de ellas salió el propio Pagés, con varios tripulantes más. De La Vila, el día 28 de marzo, 15 vileros y 60 mandos militares confederales de la 26 División del Ejército Popular, se distribuyeron en dos barcas, el Gavilán de los Mares y el Industria número 1. En Santa Pola, el barco La Guapa, incautado por la UGT, salió el 29 de marzo con destino a Orán, con unas 100 personalidades civiles de la República, militares del Grupo de Artillería de Bétera y el último alcalde republicano, Juan Buyolo...

Muchos de los que pudieron llegar, a Alicante, en la tarde del día 28 encontraron aún, una posibilidad casi milagrosa de embarcar. Se trataba del carguero inglés SS. Stanbrook, fletado por la Federación Provincial Socialista, que acogió a bordo entre 2.638 y 3.028 pasajeros, apretujados por todas partes, desde las bodegas al palo mayor en la cubierta. En la tarde del 28 el embarque se hacía en principio de manera ordenada, pero era tal la lentitud y la ansiedad de la multitud que al caer la tarde la subida a bordo se convirtió en tumultuosa y caótica. A las 23 horas el capitán ordena levantar las amarras. Pero esa noche, del 28 de marzo, había otro barco en los muelles del puerto alicantino, el Marítima, un navío de mucho mayor tonelaje, el triple que el Stanbrook; que sólo dejó subir a bordo a 32 personas, autoridades republicanas de Alicante y familiares, pues el capitán tenía órdenes tajantes de no dejar subir más que a las autoridades; hasta el punto de decir brutalmente que «no admitía en su barco a más asesinos españoles». Pasajeros destacados del Marítima fueron el gobernador civil Manuel Rodríguez; el alcalde republicano de Alicante, Lorenzo Carbonell con algunos de sus hijos; y los hermanos Fermín y Álvaro Botella, propietarios del periódico El Luchador, también acompañados de sus familias, entre otros.

Al final llegaron los italianos, después sustituidos por soldados nacionales, que rodearon y desarmaron a los allí concentrados. Cuando amanece el día 1 de abril y los preparativos de la salida hacia el campo de concentración de los Almendros son ya inminentes, dos hombres enlazan sus manos y se disparan un tiro en la cabeza. Son Máximo Franco y Evaristo Viñuelas, anarquistas, comandantes de la 127 Brigada Mixta y Comisario de la 28 División. Es su última protesta contra el fascismo. Hay algunos más que deciden quitarse la vida y poner fin a tanto suplicio. Uno de ellos fue Francisco Oliver, alcalde de Alcira, que encendió un puro y mientras se lo fumaba, se cortó el cuello de un gran tajo con una navaja de afeitar A las 9 de la mañana del día 1 de abril salían del recinto los últimos resistentes republicanos, concluyendo uno de los episodios más dramáticos de los tantos vividos en nuestra incivil guerra. Cuando se evaporaron las últimas opciones de ser evacuados los suicidios aumentaron. Los prisioneros fueron obligados a desfilar delante de los cadáveres. Alguien dijo: "pronto envidiaremos a los muertos". Se han dado los datos más dispares, incluso por el propio mando italiano, que en un primer comunicado del día 1 de abril habla del suicidio de 68 milicianos. Lo cierto es que a Franco le facilitaron la selección de quienes creían tener motivos para temer por su vida y pretendían huir; algo parecido pasará con los afganos que se amontonan intentando entrar en el aeropuerto de Kabul.

https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2019/04/comienza-la-posguerra-igual-para-todos.html

https://archivodemocracia.ua.es/es/exilio-republicano-africa/3-los-barcos-del-exilio.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario