sábado, 23 de septiembre de 2017

LAS TRAICIONES INDEPENDENTISTAS CATALANAS

Acaban de cumplirse 500 de la llegada a España de Carlos I, para hacerse cargo de la herencia de su abuelo Fernando II, que no había conseguido engendrar un heredero, que le sobreviviese, con Guillermina de Foix. Así quedaba consolidando el actual mapa geográfico de España; algo mayor con el Rosellón y la Cerdanya que se perdieron tras la Paz de los Pirineos que estableció la actual frontera en los Pirineos. Estos 500 años han contemplado varios intentos de ruptura de esta unidad, básicamente a cargo de Cataluña y siempre han terminado con dolor y pérdidas territoriales. Después de 150 años de dominio español en el mundo, el reino llegó a una situación de deterioro peligrosísimo en la década de 1640/50. Coincidiendo con el levantamiento portugués y la guerra con Francia, el Duque de Medina Sidonia quiso aprovechar que el ejército real estaba disperso para crear su propio reino en Andalucía. Afortunadamente fracasó, no así el levantamiento de Portugal que consiguió y consolidó su independencia. Si Cataluña hubiese seguido como región francesa, hoy no se hablaría catalán como no se habla en la llamada Cataluña Norte y eso que nuestra Cataluña se gasta un pastón en mantenerlo. Tampoco tendría el grado de autogobierno de que disfruta dentro de España ni estaría montando las algaradas actuales con esteladas por doquier. La gran traición, en lugar de agradecimiento; traición que se ha repetido como veremos a continuación.


Vergonzoso divertimento y humillación a todos en la imagen de la G.C. asediada.

Comenzaremos por los acontecimientos de 1640; única ocasión en que Cataluña se separó durante 12 años del resto de España. Eran momentos de máxima debilidad de la corona, pues se juntaron el fin de la tregua en los Países Bajos, con la guerra de los 30 años y la independencia de Portugal. Como Cataluña se había opuesto al intento del Conde Duque de Olivares de que los distintos territorios aportaran hombres y/o dinero para la guerra, se tuvieron que enviar varios tercios a Cataluña para defender la frontera de los ataques franceses. Las tropas cometieron abusos y los payeses protestaron (famoso Corpus de Sangre), llegando a presentarse en Barcelona y acabar con la vida del Virrey; convenciendo a la Generalitat de pedir la ayuda francesa y ofrecerle el título de Conde de Barcelona al rey francés. Este aceptó y envió sus tropas y a sus colaboradores a ocupar los puestos claves, abriendo las puertas de Cataluña a los productos franceses. Durante 12 años Cataluña fue una región de Francia, hasta que visto que les iba peor llamaron al resto de España para que les librasen de la opresión francesa: esto les/nos acarreó la pérdida del Rosellón y parte de la Cerdaña. Un año después de firmada la Paz de los Pirineos, Luis XIV no cumplió los pactos y los Usatges y el catalán fueron prohibidos.

En noviembre de 1700 el rey español Carlos II, muere sin heredero directo y nombra como sucesor al que sería Felipe V (nieto de Luis XIV); así inicia su andadura en España la casa de Borbón. La segunda traición se produce cuando Felipe V , jura en Barcelona  sus Fueros y Leyes propias, octubre de 1701 y convoca  Cortes que se reúnen desde el 12 de octubre de 1701 al 14 de enero de 1702. Tanto para Felipe V como para los catalanes el balance de las Cortes fue positivo. De las constituciones y capítulos de corte aprobados en las Cortes, el pactismo salió fortalecido, y hasta incluso un destacado austracista como Feliu de la Peña reconoció lo favorable y beneficioso de las mismas. El 14 de enero de 1702, el rey Felipe V volvió a renovar el juramento a las constituciones de Cataluña y volvió a recibir la fidelidad de sus súbditos; clausurando las Cortes.

                                      
Capítulos y actos de corte que fueron aprobadas en las Cortes catalanas de 1701-1702
Ese mismo año, 1702 comienza la guerra de Sucesión española, realmente una guerra europea tendente a reducir el poder de Francia y en la que actúan aliados, entre otros, Inglaterra, Holanda y Austria que pretende colocar a su pretendiente en el trono de España. Inicialmente Aragón y por tanto Cataluña, permanecen fieles a Felipe V y eso que en 1704 se presenta una flota anglo-holandesa frente a Barcelona que es bombardeada sin resultado. El Virrey Velasco inicia una fuerte represión sobre miembros de la colonia anglo-holandesa y sobre el partido austracista. En ese contexto de persecución del austracismo catalán fue en el que se produjo la firma el 20 de junio de 1705 del pacto de Génova entre el Reino de Inglaterra y Cataluña con el objetivo de derrocar a Felipe V y hacer rey al Archiduque Carlos, a cambio de mantener las leyes e instituciones catalanas. En 1705, tras un nuevo asedio y bombardeo de los aliados austracistas, se nombra al Archiduque Carlos como rey Carlos III y se convocan nuevas cortes. Es curiosos que solo les molesten los bombardeos del rey o gobierno español (en cuyo ejército también combatían catalanes y aragoneses) y en cambio se olvidan de los bombardeos holandeses e ingleses. Observemos que se habla de rey de Castilla de rey de Aragón y Conde de Barcelona. Ni países catalanes ni reino catalán



Nuevamente la prioridad de sus fueros frente a sus juramentos de fidelidad. El resto es conocido y el 11 de septiembre de 1714 se produce el asalto y rendición de Barcelona frente a las tropas felipistas. Fecha elegida para celebrar la Diada, con claro y partidista olvido de que lo que terminaba no era una independencia catalana, que nunca existió. Nuevamente la desafección catalana lleva a que  España pierda territorios propios, como Gibraltar. Felipe V derogó algunos de los fueros medievales de Cataluña pero abrió las puertas a un crecimiento económico espectacular y a ciento cincuenta años sin veleidades separatistas.



La tercera traición separatista se produce tras el derrocamiento de Isabel II en 1868 y la infructuosa búsqueda de rey, con el lapsus de Amadeo de Saboya, nos trae la Iª República y sus aires federalistas y cantonales. Con ellos el primer Presidente de Gobierno (nunca hubo Presidente de la República), el catalán y afamado federalista Estanislao Figueras. Fue nombrado el 12 de febrero de 1873 y ocupó el cargo hasta el 11 de junio (cuatro meses) en que se marchó del Consejo de Ministros, sin despedirse. En ese lapsus se produjo la primera proclamación del «Estado catalán federado con la república española»., entre el 5 y el 7 de marzo. Fue disuelto por el Ministro de la Gobernación, el también catalán, Francisco Pi i Margall, que les contentó ofreciéndoles una futura república federal. Sustitituyó a Estanislao como Presidente del Gobierno desde el 11 de junio al 17 de julio (mes y medio)

Estanislao Figueras con la República
Pasando suavemente por un Estatuto "no nato", en 1919; por las ayudas interesadas de la burguesía catalana al golpe de Primo de Rivera, para acabar con los atentados y huelgas anarquistas (para su pela si estaban dispuestos a apoyar al golpista), llegamos a una pitada al himno nacional en 1925 (seguramente como protesta por la derogación de la Mancomunidad de Cataluña en 1924) que llevó consigo el cierre del campo del Barca durante varios meses. Nuevo salto a la traición secesionista, esta vez de solo 58 años, hasta abril de 1931. No habían pasado ni dos horas de la proclamación de la República cuando Francesc Maciá (coronel del ejército español) desde el balcón del ayuntamiento de Barcelona, hace lo propio con el siguiente texto«En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana, que libremente y con toda cordialidad anuncia y pide a los otros pueblos hermanos de España su colaboración en la creación de una confederación de pueblos ibéricos». Desde el gobierno central enviaron el día 17 de abril  a los ministros Fernández de los Ríos, Marcelino Domingo y Lluis Nicolau d'Olwer a negociar con Maciá; al que calmaron ofreciéndole un Estatuto que se desarrolló en el Monasterio de Nuria (Estatuto de Nuria) y que resultaba infumable. Presentado en junio  del mismo año, Largo Caballero e Indalecio Prieto lo fueron limando; como haría Alfonso Guerra con el actual. Se tardó más de un año en aprobar 
Protestas contra la aprobación del Estatuto de Nuria
Así las cosas, llegamos al quinto  intento, el sangriento golpe de estado de Companys  del 6 de octubre de 1934. Fué neutralizado por el general Batet en pocas horas, si bien dejó mas de medio centenar de muertos y varios centenares de presos; entre ellos el gobierno en pleno menos el consejero Josep Dencás que había huido por las alcantarillas. Los presos fueron recluidos en un barco anclado en la dársena. Hubo juicios con fuertes condenas que fueron anuladas con la llegada del Frente Popular en febrero/marzo del 36. Tal vez sea la esperanza de Puigdemont, Junqueras y demás adláteres que confían en un cambio de gobierno que les saque a la calle, si es que el actual con Rajoy al frente, consigue enchironarlos. 



Durante la guerra civil, el propio Azaña que era partidario de la autonomía catalana en 1931, se volvió enemigo de la misma y coincidía con su jefe de gobierno Juan Negrín sobre vascos y catalanes:
El Lendakari Luis Aguirre (…) no puede resistir que se hable de España. En Barcelona afectan no pronunciar siquiera su nombre. Yo no he sido nunca (…) lo que llaman españolista ni patriotero. Pero ante estas cosas, me indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con Franco ya nos las entenderíamos nosotros, o nuestros hijos, o quien fuere. Pero esos hombres son inaguantables. Acabarían por dar la razón a Franco. Y mientras, venga pedir dinero, y más dinero.

Ahora vivimos el sexto intento, con o sin DUI, que espero y deseo sea el último y no porque se solucione amablemente, es imposible, sino porque de una vez por todas se vayan. Hace unos días escribía en un artículo que solo veía dos opciones: una venta de la secesión aprovechando que la balanza demográfica no está claramente inclinada hacia su lado y obtener el máximo rendimiento: máxima deuda pública (250.000 millones de euros); pensiones sin compensaciones; nada de doble nacionalidad (la quieren para moverse por el mundo con pasaporte español y por tanto europeo), quien siendo y sintiéndose español siga en Cataluña tendrá el pasaporte español como si vive en Bélgica; un pasillo de propiedad no de paso como Danzig que nos garantice que no somos una isla; el agua del Ebro mayoritariamente para el Levante...


La otra es un escarmiento vergonzoso, que relajase la situación y nos llevara a una hermandad ahora impensable; pero según pasan las jornadas y aflora el odio visceral a lo español, se me antoja imposible. Al catálogo de desmanes antidemocráticos que acumulan los sediciosos catalanes, solo faltaba unir la manipulación de los niños y jóvenes. En cualquier lugar civilizado sería un escándalo, en Cataluña, instalada en el paroxismo, parece que ya vale todo, hasta mancillar la inocencia de la infancia. Cuando llegas a ese extremo, a utilizar como escudos humanos emocionales a los niños, algo ha fallado en lo más íntimo. Es como si una patología química se desatara en el cerebro y ya es imposible volver atrás y restañar heridas. La universidad clama por la independencia como prueba de la buena labor de adoctrinamiento recibida durante los últimos 35 años.

Ocupación de la universidad para pedir el referéndum ilegal
Habrá que ver cómo se articula la salida pues lógicamente,terminada la algarada, mucha gente no nacionalista comenzara a sentir la presión xenófoba y se pensará su marcha de Cataluña con lo que ayudarán doblemente a los independentistas: disminuirá la resistencia unionista y se generarán puestos de trabajo que paliarán los que se producirán con la secesión.


http://elcriticonhistorico.blogspot.com.es/2015/09/origen-del-independentismo-ni-carlismo.html

2 comentarios:

  1. PARA que sigan viviendo a nuestro dinero. que se lo pidan a los Pujoles !!!!

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  2. Gracias por el oportuno recordatorio, los franceses se dejaron de catalanadas, Luis XIV, el Rey Sol, creo que le llamaban llegó a prohibir el lenguaje catalán, que es un dialecto del provenzal; a los Franceses le ha ido mucho mejor que a los españoles, mucho más benevolentes con el terrorismo separatista, tanto de catalanes como de vascos.

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