sábado, 3 de agosto de 2019

CATALUÑA Y ESPAÑA, DOS MUNDOS QUE SE ALEJAN

El título debería ser: Cataluña y "el resto"de España, dos mundos que se alejan; pues España sin Cataluña no sería España; sería otra cosa. Alejamiento que la burguesía catalana busca desde finales del S.XIX; hace 125 años, tras la pérdidas de Cuba y Filipinas, ¿para que formar parte de una España que era incapaz de defender sus intereses textiles y licoreros?. Empezaremos centrando el problema actual y lo primero que observamos/apreciamos es un odio atroz, entre ellos mismos, principalmente de los catalanes del interior, con grandes semejanzas con el carlismo del finales del S. XIX.; lo segundo sería preguntarnos como se valora el problema, desde la otra parte y a la pregunta ¿Qué genera en el resto de España el independentismo catalán?, la respuesta empieza a ser: «Hartazgo». Esta situación favorece el objetivo secesionista. El hartazgo, fue un arma que favoreció independencias como la de la India y Pakistán, del imperio inglés. Esta es una novedad respecto a otros intentos separatistas catalanes que utilizaron las armas y fracasaron, como en octubre del 34. Ahora al hartazgo, habría que sumar el rechazo a la catadura moral y cultural de los líderes secesionista.


Jordi Pujol aprendió de fracasos como el de Companys y el nulo resultado de los años de plomo de ETA en el País Vasco y se centró en su programa 2000, es decir en la inmersión lingüística y cultural de los inmigrantes para asimilarlos y desgajarlos de sus lugares de origen. El resultado ha sido espectacular y el independentismo de los Rufianes abundan y crecen exponencialmente. Hoy solo 900 alumnos pueden estudiar castellano en Cataluña y varias asociaciones denuncian en Madrid la instrumentalización de las aulas de manos de los independentistas; que no cejan porque saben que es el camino.



El triunfo de las tesis secesionistas lo ha sido gracias a un largo proceso de formación del espíritu nacional y la dejadez de los gobiernos centrales. Más de un siglo de manipulaciones, mentiras y exageraciones que han conseguido que varias generaciones de catalanes hayan absorbido la farsa como algo natural, con absoluta buena fe. El fruto de esta manipulación, de esta siembra de mentiras y odio, no podría ser otro que el que es: el rechazo al resto de España; especialmente en la juventud, adoctrinada en las escuelas. En los últimos años una conjunción de factores ha multiplicado el separatismo en Catalunya
La campaña del odio en Cataluña ha dejado un sedimento de odio y asco tras el 'procés';  situación muy bien manejada desde la Generalitat y para ello basta con hacer una ruta por los enclaves míticos del independentismo como Vic, Berga o Amer, donde el nacionalismo ha derivado en los últimos tiempos en una biosfera de complicada coexistencia que se acrecenta en cuanto comparece el discrepante. Cuando Inés Arrimadas y sus compañeros se fueron de Amer, uno de los paisanos de este pueblo de 2000 habitantes y apariencia tranquila, pasó una fregona con lejía para desinfectar el suelo donde pisaron los constitucionalistas. Todos estos pueblos de la comarca de La Selva tienen mucho en común. Una elevada tasa de inmigración, que tienen que redimir para ser aceptado, una vida parroquial muy activa, pertenecen al AMI (Asociación de Municipios por la Independencia) y un pasado carlista. Al independentista gerundense le gusta decir que su provincia es la única de las cuatro catalanas que no toca con el resto de España y más le gusta saber que en caso de un referéndum separatista sería también la única en la que está claro que ganaría el sí a la independencia.
El carlismo en 1873, similar a la Tractoria indep.
Hasta tal punto ha sido un éxito para los secesionistas y un fracaso para los gobiernos de PSOE y PP que en las pasadas elecciones en el 43% de los municipios catalanes sólo hay candidatos soberanistas. Problema similar entre los vascos que han aprendido de los catalanes y orillado a ETA. En 408 municipios catalanes no se podrá votar para que entren en el Ayuntamiento ni al PSC, ni al PP, ni a Ciudadanos, ni a En Comú Podem ni a Vox.

Así explicaba este desencuentro, Pedro Sanchez, de los independentistas antes de la moción de censura:


¿Que enseñanzas sacar?, ¿que somos un país que odia como nadie y concretamente que la burguesía catalana no superó la pérdidas de las últimas colonias en 1898, culpando al resto de los españoles de ello y creando los partidos regionalistas, germen de los actuales secesionistas?. Comenzamos mal el S.XIX, con la Guerra contra el francés, tres guerras civiles (carlistas), varias cantonales, una de agraviats y malcontents....UN AUTÉNTICO DESASTRE. En el S.XX, para afianzar nuestros problemas identitarios, nos obsequiamos con un golpe de Estado en Cataluña y una revolución en Asturias; para terminar con otra desgarradora guerra civil, que dejó unas heridas que 80 años después volvemos a desencarnar con la mal llamada Ley de Memoria Histórica. 


Hoy en día, Cataluña está en su octava intentona separatista; ignorando que en España ninguna región se independiza sin una guerra y ahora lleva con el Programa 2000, decenios de rencor y odio. NO APRENDEMOS. Mientras parte del gobierno golpista está en prisión a la espera de la sentencia judicial, el Parlamento catalán vuelve al origen del actual procés y saltándose la sentencia del Constitucional, del 17 de julio, vuelve a reprobar al Rey. El Parlament también ha aprobado otras dos propuestas de ERC, una que pide abolir la Monarquía y otra en la que la Cámara catalana se reafirma su compromiso con el «derecho de autodeterminación», resolución apoyada por JxCat, los comunes y la CUP, y con los votos en contra de PSC y PP.


Pleno de reprobación
https://www.elmundo.es/cataluna/2019/07/25/5d39f54dfc6c8374678b45db.html

“El auge del catalanismo político actual también tuvo su reflejo en la tentativa de fundamentar la especificidad catalana en lo somático [un cuerpo humano diferente]”, confirma el libro Historia de la antropología en Cataluña, publicado en 1997 por el investigador Lluís Calvo. Si en el nordeste de la península predomina un tipo craneano diferenciado, los catalanes no vamos a deformarnos el cráneo en aras de la unidad española”, escribió Antoni Rovira i Virgili, político de Esquerra Republicana de Catalunya, en su libro El nacionalismo catalán, de 1917. El 'eslabón perdido', el último antepasado común entre el mono y el hombre, ha sido encontrado en Cataluña. El pequeño casi hombre o casi mono catalán, un macho, ha sido bautizado con el nombre de 'Pierolapithecus catalaunicus'. Se le data una edad de más de 11 millones de años.


'Pierolapithecus catalaunicus
 La discusión sobre “la raza catalana” parece un delirio propio de otro siglo, pero ha tenido ecos recientes. El historiador Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana de Catalunya hoy en prisión preventiva, comentaba en 2008 en el diario Avui un estudio científico sobre el mapa genético de Europa: “Hay tres Estados (¡sólo tres!), donde ha sido imposible agrupar a toda la población en un único grupo genético. En Italia, en Alemania [...] y en España, entre españoles y catalanes". También afirma que su ADN es más francés, frente a la amalgama africana del resto de españoles.
Demostración del ADN de Junqueras, similar al de Alain Delón
En su primer día como alcalde de Barcelona. El médico Bartolomé Robert se dirigía a pronunciar su primera conferencia pública, ante un Ateneo Barcelonés abarrotado y expectante. El título de su intervención era llamativo: “La raza catalana”. Corría el 14 de marzo de 1899. Rodeado de grandes dibujos de cráneos, Robert comenzó a exponer la “sólida prueba del índice cefálico de las distintas razas, siguiéndolas en su camino a través de España”, según relató al día siguiente el periódico La VanguardiaCon su habitual humor, el premio Nobel español señalaba que la opinión de Robert era “desinteresada, pues además de gozar de un cráneo exiguo, aunque bien amueblado, había nacido en Méjico y ostentaba un apellido francés”. Robert, efectivamente, había nacido en Tampico, hijo de una madre vasca y de un padre mexicano de origen catalán
Ramón y Cajal con su familia en Barcelona en 1889

En sus textos, Ramón y Cajal sugiere que una parte de la ciudadanía catalana fue más tarde “envenenada” por caciques con mentiras pseudocientíficas. “El auge del catalanismo político también tuvo su reflejo en la tentativa de fundamentar la especificidad catalana en lo somático [un cuerpo humano diferente]”, confirma el libro Historia de la antropología en Cataluña, publicado en 1997 por el investigador Lluís Calvo

La Historia tiene una incómoda tendencia a no resultar como creíamos merecerla. Pero conserva una característica permanente. Y es que, en democracia, cada pueblo acaba teniendo el Gobierno que se merece.






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