jueves, 18 de septiembre de 2025

LA GUERRA DE LOS NÚMEROS EN LA GUERRA DE GAZA.

Ya son casi 65.000 las personas que han muerto en Gaza desde que estalló el 7 de octubre de 2023 este último capítulo en el conflicto entre Israel y Palestina, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás y que la ONU considera fiables. Naturalmente el gobierno de Israel desmiente las cifras y solo aporta un documento que acusa a Hamás como «el partido que intentó cometer genocidio en Israel», tras el atentado del 7 de octubre de 2023, donde 1.200 israelíes murieron, y donde «[Hamás] violó mujeres, quemó vivas a familias y declaró abiertamente su objetivo de matar a todos los judíos»; como recoge su lema "desde el rio hasta el mar". El ataque tenía un triple objetivo: desmontar el mito de la invulnerabilidad del Estado israelí, en el 50 aniversario del ataque y la guerra del Yom Kipur; volver a poner la cuestión palestina en la agenda política, impidiendo el acuerdo de paz entre Israel y Arabia Saudita; y provocar una respuesta desproporcionada que indignara a la comunidad internacional.





















Esta situación no se resuelve diciendo que los palestinos tienen derecho a un Estado y acusando de genocidio a Israel pues la única via, ahora imposible, es hablar de paz y hacer gestiones en ese sentido; en lugar de estar con  la definición de si es genocidio o matanza y para llevarse el gato al agua se aportan cifras que no tienen mucho sentiodo y menos cuando se manejan "alegremente" como cuando el pasado domingo por la tarde, tras alegrarse del fracaso en el final de la Vuelta a España, el delegado de gobierno en Madrid habló de que en Gaza ya van por 65.000 los "niños" asesinados. El lunes en otra aparición, por arte de magia habían pasado de niños a civiles, los 65.000 muertos que es la cifra que defiende Hamás.

Teniendo en cuenta que faltan 20 dias para los dos años de conflicto, o lo que es lo mismo, llevamos 710 dias de conflicto y por tanto los 65.000 muertos indicados equivalen a una media de 92 muertos, diariamente. Cifra que parece exagerada en base a dos consideraciones, la primera que es que en la guerra la primera víctima es la verdad y los que dan los datos suelen engordarlos para aumentar la maldad del que los produce, además de que no creo que las estadísticas sean muy fiables en Gaza. La segunda consideración es escuchar los telediarios y ver que hablan diariamente de cifras muy inferiores con algunas excepciones como estos últimos días; sin olvidar que antes de demoler los edificios las fuerzas israelíes avisan con altavoces y octavillas. También considerar que si los palestinos armados que atacaron el 7 de octubre se cifran en unos 12.000 y aún resisten, la mayor parte deben ser civiles, que claramente usan los de Hamás como escudos humanos; hasta el punto de no detener los ataques de Israel manteniendo unos 40/50 rehenes. Por tanto podríamos considerar más fiable una cifra del entorno de 25.000; que es una barbaridad, si bien resta fuerza al término "genocidio".

El baile de cifras llega hasta un informe de la ONU que llama genocida a Israel al que acusa de haber ocasionado 600.000 víctimas. Entiendo que víctimas se referirá a perjudicados, expulsados de sus hogares y desplazados pues si a alguien se le ocurre considerarlos muertos pues recordemos que serían tres veces los muertos en el frente durante nuestra guerra civil. 



Que en cualquier caso es una barbaridad no deja dudas y es imperativo detener la guerra, si bien Israel no va a dejar detrás a ¿miles? de palestinos armados para que vuelvan a provocar otra masacre como la del 7 de octubre, en la que lanzaron más de 3.000 misiles sobre territorio israelí. El ejército tiene que destrozar los túneles y eso implica seguir derribando edificios sospechosos de albergar a Hamás; mientras no se entreguen los palestinos que participaron en el asalto de octubre del 23. Si se valora su resistencia a pesar de estar siendo derrotados, no se puede demonizar a quien pretende defenderse y aquí entramos en el pasado de los palestinos que nadie quiere, ni en Egipto, ni en Jordania ni en Siria ni en Líbano. Hace unos años, visite varios paises del Golfo Pérsico y los trabajadores eran mayormente filipinos pero no palestinos a pesar de tener una religión común.

Plan de partición de la ONU
 en 1947/48


Hagamos un breve resumen que puede explicar esta anomalía. En el siglo XVI, Palestina fue conquistada por los turcos del Imperio otomano, cuya dominación perduró hasta el final de la Primera Guerra Mundial; formando parte de la Siria otomana las actuales Siria, Líbano, Jordania, Israel, Palestina, un sector de Turquía y otro de Irak. Los palestinos que no se retiraron con el ejército turco, no compraron las propiedades que estos abandonaban, permitieron que fueran compradas por judios que aumentaron su presencia y compartíeron vecindad, amable, con los palestinos árabes hasta el 14 de mayo de 1948. Entonces, con la expiración del mandato británico de Palestina, el líder sionista David Ben Gurion declaró la independencia de Israel tras la votación de la ONU a favor de dos estados: judio y palestino. Pero tras el rechazo de los países árabes y de los líderes palestinos, que querían exterminarlos, comenzó la Guerra árabe-israelí de 1948. Vencieron los judios y eso ocasionó la expulsión de cientos de miles de palestinos en lo que los árabes conocen como Nakba ("catástrofe" o "desastre"). ​ Así, la creación del Estado de Israel supuso el éxodo forzado​ a campamentos de refugiados de alrededor de 800.000 palestinos (la mayor parte se estableció en la Franja de Gaza, donde ahora su población ronda los 2 millones); simultaneamente aumentó la llegada de judios desde la Europa de la posguerra (muy bien narrado en la película Éxodo), con la pretensión de no ser nuevamente masacrados sin defenderse.

Durante los siguientes 20 años, Líbano se mantuvo neutral y llegó a ser conocida como la Suiza de Oriente Medio, con gobiernos estables de cristianos maronitas, como mis consuegros, pero la relación poblacional empezó a distorsionarse con la llegada de 100.000 palestinos, tras la guerra del 48. Palestinos que se ubicaron en el sur, junto a la frontera con israel y ahí siguen enredando los prosirios palestinos de Hezbolá; como estamos viendo.

Mientras Líbano se mantenía y progresaba, la llegada de los refugiados palestinos a Jordania, ocasionó que a mediados de septiembre de 1970, el gobierno jordano comenzase a valorar su presencia como un peligro para la estabilidad del propio regimen jordano y al intentar controlarlos extalló la guerra a partir del día 15 del referido mes. Los palestinos recibieron ayuda armamentística y tanques sirios pero el bien preparado ejército jordano terminó imponiéndose a mediados del año siguiente y generó más exiliados hacia Líbano. Cuatro años más tarde la tranquilidad libanesa extalló y se abrieron las puertas a 15 años de guerra civil y a una inestabilidad que aún perdura y en la que colaboran los ayatolas de Irán.
Fiscal General y Dolores Delgado

Mientras Sánchez mueve al Fiscal General, después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional se opusiera a investigarlo por falta de competencia, y a su exministra y actual fiscal de derechos humanos, Dolores Delgado, a investigar desde la fiscalia la situación en Gaza para acusar de genocidio o excesos de guerra contra los derechos humanos de los palestinos y Hamás, Ayuso le desmonta el último ratón del sombrero: Isabel Díaz Ayuso dio ayer una lección: Madrid ha atendido a 2.907 gazatíes, 383 en urgencias, 60 niños escolarizados, 90 demandantes de empleo y 304 en programas de inserción laboral. Datos, hechos, gestión. El contraste no puede ser mayor. Mientras Sánchez se envuelve en la bandera palestina, posa con actores y utiliza Gaza como arma electoral, Ayuso defiende una política real: atender a todos en igualdad de derechos y obligaciones. Judíos, gazatíes, da igual dónde hayan nacido. Madrid integra.


1 comentario:

  1. Este es el humo que nos faltaba para favorecer al autocrata que usa lo más sagrado .

    ResponderEliminar