viernes, 7 de agosto de 2020

SANCHEZ NOS DESPRECIA Y NOS CONSIDERA IMBÉCILES.

No puedo evitarlo, ver a Sánchez mintiendo, es decir hablando, me saca de quicio y me impulsa a escribir sobre semejante espécimen. Es inaudito que siga insultándonos y encima las encuestas le mantengan un elevado  de aceptación. Se pregunta Perez Reverte y con razón, “¿de verdad nos creemos que el emérito se ha ido por su gusto, sin presión del gobierno ni de nadie, por iniciativa propia o de su hijo?”. Pedro Sánchez, seguido de lejos por Pablo Iglesias, es el rey de las cortinas de humo que supongo le prepara el mercenario de Iván Redondo; que primero trabajó y encumbró a los peperos  Xabi Garcia Albiol y Monago, para ahora dedicarse a encumbrar y mantener a Sánchez en Moncloa; aunque ello conlleve la ruina del país. Buen mercenario que espero reciba su San Martín. Acaba Sanchez/Redondo de enviar una carta a sus militantes, desde la residencia oficial de La Mareta, en Lanzarote, regalo del Rey Hussein al Rey emérito y de este al Gobierno; que gestiona Patrimonio Nacional; como si las explicaciones y sus consecuencias no nos alcanzaran a los demás, en la que dice que quien la hace la paga y especialmente si desarrolla cargos públicos y se queda tan ancho. 
Él que es el mayor cínico del reino y el responsable de la muerte por Covid-19 de gran parte de los 45.000 españoles, por su negligencia en el inicio de la pandemia. Ahora con la magnífica desescalada diseñada por el "inexistente equipo de asesores", el contagio, por millón de habitantes, es 15 veces mayor que en RU y 13 veces mayor que en Italia; eso sí, Sánchez acaba de crear una secretaria de estado, en Sanidad, para coordinar a las autonomías, 5 meses después del comienzo de la pandemia; tras los aplausos de sus ministros leguleyos. Él que como responsable de las decisiones económicas nos ha situado a la cabeza de la destrucción económica que nos sitúa en tiempos de la posguerra. Él que tiene el dudoso honor de que bajo su presidencia somos líderes mundiales en muertos por millón de habitantes, líderes mundiales en nº de sanitarios contagiados por millón de habitantes,..., estamos inmersos en un "NO" rescate con 44.000 millones pedidos al SURE y al MEDE, cuando faltan meses antes de que puedan empezar a llegar los 144.000 millones de la UE. Se va de vacaciones y deja encendidos a los alcaldes que quieren evitar que Sánchez, con la ayuda del alcalde de Vigo y su voto de calidad, requise los ahorros de los ayuntamientos, dinero que les devolverían en 10 años según el acuerdo firmado pero en 15 años según lo publicado en el BOE; contradiciendo lo acordado. Vaya ejemplo de claridad y rectitud. Tiene más principios que Groucho Marx.

Naturalmente con la marcha del rey Emérito, queda enterrada la tarjeta de Dina; que decir del caso Delcy que parece que fue hace un siglo; de la premura de Marlaska en acercar etarras a cárceles vascas o próximas; la tesis fake.... Sánchez pretende hacernos olvidar que los 680 millones que birló el PSOE de los ERE andaluces o los 290 millones de la familia Pujol no son del Monopoly, sino de los españoles y que decir de la presunta caja B del partido en coalición en el Gobierno -Podemos, destapada por su ex-abogado. 

 

Por si se nos olvidaba, recordar el doctorado fake de Sánchez y como su mujer, Begoña Gomez , mantiene su actividad como directora de másteres universitarios. Lo hace pese a que el título que dirige se destina, como requisito imprescindible, a titulados universitarios y ella no lo es. Y lo hace a pesar del enorme condicionamiento que supone en su agenda el hecho de ser la mujer del jefe de Gobierno. Y lo hace compaginando su labor docente en la Universidad con la dirección del África Center del Instituto de Empresa. Un nombramiento que, en su día, fue muy polémico y que está muy bien remunerado. Vacaciones en palacios de patrimonio, visita a festivales en avión, a bodas en helicóptero..., vamos una vida principesca si bien el supuesto chorizo es el emérito.

No puedo menos que evocar al doctor Fausto, de Goethe, para reconocer la transformación operada por el ¿doctor? Sánchez a raíz de que, para sacar adelante su moción contra Rajoy, se aliase con el diablo mismo para entrar en La Moncloa. Igualmente tras las elecciones del 10N, tenía imposible arribar por su propio pie, al no disponer de los escaños precisos para hacerlo de la forma acostumbrada en España desde la Transición para acá. A este fin, con esa arrogancia con la que ha hecho ceñir sus sienes de presidente, el doctor Sánchez, ¿supongo? siempre se plantea maquiavélicamente el qué; nunca el cómo y aquí tenemos el gobierno de coalición con Iglesias que según el mismo, no le dejaría dormir tranquilo; como al 95% de españoles. Este vergonzoso episodio alerta más sobre la alta probabilidad de que, con su pacto del diablo con nacionalistas y podemitas, dado su empecinamiento en resucitar el guerracivilismo de las dos Españas machadianas y en enterrar una modélica Transición que propició la concordia de una "libertad sin ira", Sánchez, más que ser un rehén de ellos, comparte sus intereses buscando el aislamiento de las fuerzas políticas situadas a su derecha y, por ende, de la España que representan electoralmente. ¿Entendemos donde entra la salida del rey Emérito?

Con la salida de D. Juan Carlos, "el daño ya está hecho y el desgaste para la Corona es irreversible. Eso es incuestionable y, desde una perspectiva histórica, demoledor para la institución". No hay vuelta atrás, se ponga Felipe como se ponga. Lo terrorífico, es que la monarquía está ahora en manos de Sánchez. Fue una falacia de Pedro Sánchez lavarse las manos antes de irse de veraneo al Palacio de La Mareta, el sarcasmo del presidente no tiene límites- y descargar toda la responsabilidad en la Casa del Rey, es el colmo. El Gobierno ha estado negociando durante semanas con Zarzuela qué medidas adoptar, para conseguir su objetivo de doblar la voluntad del Emérito, ante el cual tenía cierto respeto por los viejos socialistas felipistas. Sánchez delegó nada menos que en su lugarteniente, Carmen Calvo, y en su hombre fuerte, Iván Redondo; que con la anuencia de la propia Casa del Rey, han adoptado la solución que más riesgos y daños comportaba para la monarquía y para Iglesias al dejar traslucir su nula influencia en los temas de Estado. Ah!, Felipe VI no podría repetir ahora el discurso a la nación del 3 de octubre de 2017 y ya veremos el CIS de Tezanos en septiembre.




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