CAUDILLO SANCHEZ. INIGUALABLE.

Hoy Sanchez tenía una cita trampa con el líder de la oposición, que ganará si o si. Las dos opciones para Pablo Casado son adhesión inquebrantable y su suicidio político inmediato o aceptar un pacto con la condición de que Podemos salga del gobierno y esta opción no es posible pues Sanchez sabe que Iglesias manejaría el descontento de la calle, en la crisis económica y además sin Iglesias pierde el apoyo independentista y por tanto las opciones que tiene Sanchez de seguir como presidente tras las próximas elecciones, son nulas. Casado ha conseguido la constitución, en el Congreso, de mesas específicas con presencia de los partidos y propuestas concretas; todo humo cuya consecuencia es que el PP quedará como el negacionista y obstruccionista a un pacto para sacar a España del pozo en que se encuentra y ahí ¿le ayudará C´s? que juega un papel de partido que antepone el bien común a sus intereses de partido. Cada vez es mayor mi admiración por como Pedro Sanchez se convierte en el Caudillo que nos está salvando del desastre que representa el Covid-19. En un artículo anterior le llamaba torero por las faenas de muleta con las que lleva a sus oponentes a su terreno para allí darles la estocada final en lo alto del morrillo; pero era un adjetivo que se quedaba corto pues merece el máximo apelativo para el conductor de su pueblo: CAUDILLO, que es la persona que ejerce su liderazgo ejerciendo las funciones de guía y conductor dentro de una organización, una comunidad o una nación entera. 

Es único en aprovechar sus aparentes derrotas para salir más reforzado, como cuando fue apeado de Secretario General del PSOE, por sus compañeros que luego exterminó. Ahora,que la curva de contagiados o fallecidos no se dobla, pues pinta un árbol para ocultar el fracaso en su reacción frente al coronavirus; que ha llevado a España a encabezar la mortandad mundial por millón de habitantes. Un genio que además sale cada fin de semana para explicar a los españoles que gracias a él estamos superando la peor pandemia de nuestra historia. En la TVE salen unos niños dando saltos de alegría porque el presidente les va a dejar salir a la calle dentro unos días, sin más explicaciones ni planificación; buenas ideas. Ahora también se pone en duda la libertad de expresión, vaya con el supuesto lapsus del general Santiago, hasta el punto de que puedes quemar la bandera de España o la foto del Rey, pero  no puedes criticar al Gobierno, para no crear alarma social. IMPRESIONANTE.

Para conducir al pueblo, ¿Qué mejor situación de partida que la destrucción de las libertades políticas y la conversión de la ciudadanía en rebaño sacrificable con un encierro total, por decreto, en sus casas; más o menos cómodas (como el jardinazo de que se enorgullecía el Sr. Iglesias) o incómodas y aprovechar su aburrimiento para entrar a través de los medios de comunicación, que controla mayoritariamente y con encuestas de Tezanos dirigir las voluntades hacia un único medio que nos inoculará la Verdad Única, la suya?

Ahora trata de que Pablo Casado sea el próximo novillo a lidiar, sin despeinarse ni ruborizarse. Le enseña el engaño, faena de muleta, de la salvación de España y Casado entra al trapo y queda centrado para que le estoquee; comiéndose conjuntamente con él, el marrón del desastre de la gestión del Covid-19. ¿Van a salvar Casado y Arrimadas al que se sienta en la mesa de la vergüenza con el secesionista Torra?, ¿al que prepara los indultos de los golpistas encarcelados, nombrando Fiscal General a Dolores Delgado?, ¿al que favoreció las manifestaciones del 8M?, ¿al que no es capaz ni de proporcionar medios de protección a sus sanitarios?... 

Decía Perez Reverte el 5 de octubre de 2019

"A mí Pedro Sánchez me sigue pareciendo un aventurero de la política. Yo sigo pensando que es un hombre interesante, es decir, es un político perfecto en el sentido renacentista de la palabra. No tiene escrúpulos, sabe que los españoles no tenemos memoria y miente sin ningún complejo. Es capaz, con la palabra España, que estaba antes tan oculta, de hacer como los trileros y tracatra tracatra, la pone y la mueve en el cubilete. Y mañana, si le hace falta, la volverá a quitar otra vez. Tiene esa falta de escrúpulos que caracteriza al político de raza y es capaz de mentir con absoluta naturalidad."

A pesar de encabezar el ranking de mortandad, por algo será, Pedro Sánchez saca pecho  y dice que nuestro país destaca por ser el primero en tomar medidas de confinamiento en Occidente, miente en el informe de la universidad de Oxford; miente , sin ruborizarse, ser uno de los países que mayor número de pruebas por habitante ha realizado; miente ser el que más lejos ha ido en el confinamiento, olvidando su negligente retraso en tomar medidas y conseguir material sanitario y que decir de ser el que facilita más información. Bulos a cual mayor. Pasando por alto los test falsos, la pérdida de material comprado o los errores en las cifras de fallecidos. En su comparecencia en el Congreso para pedir una prórroga en la situación de Alarma, ha tenido la desfachatez de despedirse pidiendo y ofreciendo lealtad; sin despeinarse ni ponerse colorado. El del ébola y el del no es no. ¡Torero, Torero!, ¡caudillo, caudillo!

En una entrevista, Albert Boadella le decía a Rosa Diez:

Sánchez me produce una doble sensación. El deseo feroz de no verle más me hace olvidar la realidad de unas encuestas terroríficas. Personalmente, me parece un psicópata. Alguien que no distingue entre el bien y el mal. No creo que todo sea mala fe en su actitud. Precisamente, mi temor es que actúa así de forma natural. El núcleo es su ego y solo se mueve en este círculo. Obviamente, ello significa un peligro público en un gobernante, pues en la función pública la vanidad ególatra conduce al desastre. No es difícil imaginar que en el contexto actual, Sánchez puede acabar con España en una sola legislatura. Quizás solo en un año. Por eso me aterrorizan las encuestas y espero con fruición que sean manipuladas.

                        https://www.elasterisco.es/charla-con-albert-boadella/#.XpytGMgzbIX

Sanchez, como buen Caudillo narcisista, es un seductor imparable, un manipulador nato, un líder deseoso de captar seguidores, un hombre sediento de poder y de control, casi blindado frente al sentimiento de culpa . El narcisista, como Narciso, no se enamora de nadie y este según cuenta la leyenda, al ir a beber en una fuente se ve reflejado y se enamora de sí, poniendo en marcha la maldición de la diosa ECO (despechada por no conseguir el amor de Narciso), por mediación de la diosa Némesis. Tal como predijo a su madre, el ciego Tiresias, Narciso muere al enamorarse de sí y su cadáver se convierte en una flor amarilla con pétalos blancos alrededor del centro: la flor del narciso. Narciso no se enamora de sí mismo sino de su imagen, no se enamora de la realidad si no de su ficción. Sanchez está enamorado de su imagen le lleva a una política vana de postureo incontrolado.

Para terminar, una mirada al problema catalán y la aceptación de la mesa de la vergüenza. Pedro Sanchez no puede ser considerado un traidor, dejemos eso claro para centrar la situación. No puede serlo porque la traición, la felonía, la vileza, la insidia, la defección, en suma, solo puede cometerla quien, aduciendo defender algo, conspira para obrar en sentido contrario y para Sanchez la idea de España le tiene completamente sin cuidado y no le importaría desmontarla, organizar una república federal, pactar con quien fuese si, a cambio, el resultado final fuera mantenerse en el poder y así lo ha dejado plasmado en diversas ocasiones en que no le ha importado apoyarse en los independentistas para alcanzar la Moncloa; como hicieron quienes le antecedieron en el cargo, si bien antes de 2012 el procés no había dado la cara.