El 31 de mayo de 1916 empezaba la que está considerada, según los expertos, como una de las mayores batallas navales de la historia; participaron 250 grandes buques y más de 200.000 hombres. A lo largo de la historia ha habido otros combates navales tan numerosos en hombres como en Lepanto (1571), donde se frenó la expansión otomana o en Salamina (480 A.C.) durante la 2ª Guerra Médica en que los griegos y principalmente griegos vencieron a los persas que habían conseguido cruzar las Termopilas, defendidas por Leónidas y los 300; también hubo otras que cambiaron la historia como en Actium en que Marco Antonio y Cleopatra son derrotados por Octavio. Pero todas estas realmente fueron batallas terrestres con infantería embarcada. Hasta que a principios del S.XVII la artillería no aumentó de calibre y alcance y las cureñas navales permitieron una carga rápida de los cañones, la historia naval no entró en la edad moderna. A partir de ese momento y mas aún a mediados del S.XIX con los barcos acorazados y cañones de largo alcance, más de 7.000 m, la guerra naval empezó a ser técnica y pensar en conseguir moverse sin dependencia del viento y en suma depender de su habilidad y potencia. Aquí es donde entra la batalla que hoy cumple su centenario. Una batalla que terminó en tablas, igual que la de Verdún que ahora se rememora. No fue una batalla decisiva. La mayor batalla con enemigo a la vista.
Para poder entender la Batalla de Jutlandia, también conocida por Skagerrak por denominarse así los estrechos en que se desarrollo, hay que situarse en el año 1897 cuando el káiser Guillermo dio instrucciones a su almirante von Tirpitz para que desarrollase una potente escuadra. En ese momento Gran Bretaña tenía 96 buques acorazados, de diversas categorías, frente a 26 de Alemania. Así comenzó una carrera armamentística que según Churchill era una necesidad vital para G.B. y un lujo para Alemania. Creció el tonelaje y el tamaño de los cañones, pero aún se mantenían estos en las bandas (por lo que solo podían disparar simultáneamente la mitad, los de una banda) y con numerosos calibres para las diversas tareas. Disparar, de frente, mientras navegaba solo podía hacerse con un número limitado de cañones; las antiguas galeras con el de crujía.Poco después, tenía lugar la batalla naval de Santiago de Cuba, el 3 de julio de 1898, que con la derrota de la escuadra española frente a la EEUU, selló la derrota de la guerra y el fin de permanencia de Cuba a la corona española. Se enfrentaron, por parte Española, cruceros acorazados o acorazados de 2ª clase como el Cristóbal Colón o el Infanta María Teresa con 6800 TRB y un armamento principal consistente en 2 cañones de 280 mm (sin montar en el Colón), 10 cañones de tiro rápido de 140 mm, 8 cañones de 57 mm, ametralladoras y 2 cañones de bronce de 70 mm para acción terrestre.
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Acorazado de 2ª clase Cristóbal Colon. Destruido en abril de 1898 Guerra de Cuba |
Por parte de EEUU había cuatro acorazados tipo pre-dreadnought, entre los cuales tenemos el acorazado Iowa que entró en servicio un par de años antes de participar en la batalla de Santiago de Cuba contra la flota española; desplazaba 11.500 TRB y disponía de un armamento formado por 4 cañones de 305 mm, 8 cañones de 203 mm, 6 cañones de 102 mm y 20 cañones de 6 libra. Evidentemente el resultado era previsible y los españoles tuvimos 375 muertos, 151 heridos, 1670 prisioneros y 6 barcos perdidos. Los americanos 1 muerto y 100 heridos.
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Acorazado Iowa. Participo en Santiago de Cuba |
En 1905, los días 27 y 28 de mayo, nuevas curiosidades en las fechas, tuvo lugar la batalla naval de Tsushima entre Rusia y Japón durante la Guerra ruso-japonesa que terminó con la victoria de estos. Hubo pocos supervivientes entre los barcos rusos pero uno de ellos pasó a la historia por ser desde el que se inició la Revolución Rusa en 1917. El 25 de octubre/ 7 de noviembre de 1917 (calendario gregoriano), el rechazo de una orden al Aurora de partir al mar, fue el punto de partida de la revolución de octubre. A las 9:45 p.m., un disparo de su cañón de popa fue la señal para el inicio del asalto al Palacio de Invierno, en el cual tomó parte su tripulación. El crucero Aurora se puede visitar en San Petersburgo. Para mí un lujo del que disfruté hace unos años.
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Crucero Aurora |
Con la experiencia adquirida en estas dos batallas navales, donde la mayor potencia, velocidad y blindaje habían sido definitivos, el recién nombrado Lord del Mar, lord Fisher concibió un nuevo tipo de buque: el Dreadnought. Este buque se construyó en un año y cuando entró en servicio en 1906 con sus 18.500 TRB y sus 10 cañones de 305 mm y 20 piezas de 76 con misión antitorpedera, era el más poderoso y frente a él todos los demás acababan de quedar anticuados. Para G.B. era un peligro pues la diferencia que tenía antes ahora quedaba reducida a 1-0. Con este tipo de barco era posible usar la mitad de las piezas para disparar hacia proa y con todas lateralmente. Como la distancia de combate superaría los 15.000 m, las piezas secundarias de los anteriores acorazados eran inútiles. La centralización de tiro con un solo calibre era muy superior a los barcos multicalibre; además iba propulsado por turbinas, en lugar de las habituales máquinas alternativas, que le daban una velocidad de 21,5 nudos (40km/h).
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Acorazado Dreadnought (sin miedo) en 1906 |
Se construyeron cada vez mas grandes y con artillería de mayor calibre hasta los Barham ingleses, de 28.000 TRB de peso y 8 cañones de 380 mm; igual que sus homólogos alemanes de la clase Bayern. Alemania no consiguió igualar a la industria naval inglesa y cuando se vieron las caras en la guerra (1914) solo tenía 17 acorazados y 5 cruceros de batalla frente a los 32 ingleses y 10 cruceros de batalla (solución intermedia con cañones de acorazado y sacrificio en el blindaje para aumentar su velocidad). En esta situación de franca inferioridad, a la marina alemana solo le quedaba que realizar incursiones rápidas para bombardear la costa o intentar atraer a parte de la flota inglesa y destruirla para conseguir igualarse. Esta opción es la que llevó a la batalla de Jutlandia o Skagerrak, también conocida como la de las tres huidas.
Después de varias falsas salidas por problemas meteorológicos, se puso en marcha el plan del Alto Mando Alemán. El 31 de mayo de 1916 de madrugada, para aprovechar la obscuridad y dificultar el reconocimiento aéreo inglés, salía Hipper con la división de cruceros de batalla (5 mas 4 ligeros y 24 destructores) para servir de cebo a Beatty que mandaba la escuadra de cruceros ingleses (6 más otros tantos ligeros y sus destructores) , reforzado por la 5ª escuadra de acorazados (4 acorazados tipo Barham con 8*4 cañones de 381mm). Una hora más tarde, con una distancia de 40 km, salía La Hochsee Flotte del almirante Scheer (la Flota de Alta Mar). Pero su salida fue descubierta porque los ingleses, como en la 2ª G.M. habían descifrado los códigos de la marina alemana. Por tanto La Grand Fleet británica se aprestó a salir hacia donde suponía se encontrarían con la flota alemana. la gran partida había comenzado.
Sobre las 15:30 se avistaron los cruceros de batalla y comenzó el intercambio de disparos, mientras navegaban en rumbos y líneas paralelas. Aquí comienza la 1ª huida pues siguiendo el plan, Hipper huye de Beatty ,para atraerle a la trampa; que le sigue a gran velocidad aunque con ello deja rezagada a la poderosa 5ª escuadra de acorazados, pues los cruceros de batalla eran mas rápidos que los acorazados. Esto no parece preocuparle a Beatty que cuenta con fuerzas superiores pero al cabo de media hora en Indefatigable es alcanzado y se hunde con 900 hombres, poco después el Lion tiene que salir de la línea y a las 16:30 otro crucero de batalla inglés es alcanzado y se hunde con 1400 hombres. en media hora Beatty ha visto desaparecer dos poderosos navíos pero insiste en su persecución (vieja tradición nelsoniana, una vez aferrado al enemigo, no se le suelta). Intenta un ataque con sus destructores y no consigue mas resultado que perder a dos de ellos. En esa situación su escuadrilla de cruceros ligeros, en avanzadilla, se ve encuadrada por proyectiles de grueso calibre. Ha transcurrido una hora y llega la Flota de Alta Mar alemana, de Scheer.
Así comienza la segunda huida, Beatty ante toda la flota alemana da orden de virar y comienza su huida hacia el grueso de la flota inglesa, que mandada por el almirante Jellicoe avanza a toda máquina. Así ambas flotas se aproximan a 40 millas por hora, sumando sus respectivas velocidades. La poderosa 5ª escuadra cubre la retirada de Beatty hasta que empieza a recibir disparos de los acorazados de cabeza de Scheer y se retira con desperfectos. A las 18:30 se encuentran ambas flotas, al completo, frente a frente y Scheer comprende que se enfrenta con sus 16 acorazados a toda la flota inglesa con 28 (24+los 4 de la 5ª escuadra) y da la orden de virar en redondo. Comienza la tercera huida, que al cabo de una media hora revoca con su célebre orden: "hacia el enemigo" (ran an dar fein), donde sus cruceros Lutzow y Sóylitz sufren un fuerte castigo y se protege con un ataque de destructores que hace virar a Jellicoe y se pierde el contacto. La noche se echa encima y ambos temen un ataque con torpedos por lo que Jellicoe no se arriesga y Scheer aprovecha para volver a sus bases. Se producen pequeños enfrentamiento y en la madrugada del 1 de junio los barcos alemanes están fuera del alcance inglés.
En cuanto al balance de la batalla, ambos bandos se consideran vencedores (como suele ocurrir en estos casos). Tácticamente el triunfo fue para los alemanes, que siendo menos lograron escapar causando muchas bajas entre los británicos. Sin embargo, el triunfo estratégico fue sin lugar a dudas para éstos, ya que impidieron la salida al mar de los alemanes, si bien su presencia obligaba a mantener a la flota en situación de intervenir, en Scapa Flow.
Habían participado en la batalla, por parte inglesa, 28 acorazados, 9 cruceros de batalla, 8 cruceros acorazados, 26 cruceros ligeros, 78 destructores, un barco minador y hasta un portaaviones; mientras que en el bando alemán combatieron 16 acorazados, 5 cruceros de batalla, 6 cruceros acorazados, 11 cruceros ligeros y 61 torpederos. Los ingleses perdieron 3 cruceros de batalla, 3 cruceros acorazados y 8 destructores; en total 115.000 toneladas de barcos y 6100 muertos (la máxima perdida por la Navy en su historia); contra 60.000 toneladas y 2500 muertos del lado alemán. Los alemanes hundidos fueron el crucero de batalla Lutzow; el antiguo acorazado Pommern, 4 cruceros ligeros además de cinco destructores/torpedero.
El 21 de agosto de 1919 tenían que entregarse los barcos alemanes, como obligaba el armisticio, en la base inglesa de Scapa Flow pero una vez internados fueron hundidos por sus tripulantes. Este fue el triste final de la escuadra creada por el almirante Von Tirpitz
Nunca más, tantos barcos participaran en una batalla con enemigo a la vista. Las grandes batallas de la IIª G.M. se pelearon con aviones y portaaviones a los que los acorazados servían de escolta y protección antiaérea y los buques de línea no llegaban a verse ni a estar a menos de 200 millas. Hoy en día estamos en la era de los misiles y los grandes calibres de los grandes acorazados solo sirven para los museos. Desde hace más de 60 años no se construyen grandes acorazados, ahora son buques de escolta, porta misiles y anti-misiles aéreos.
Aquí adjunto enlace con el artículo de ABC y que incluye un muy interesante montaje videográfico.
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Esquema y mapa de la batalla con las tres huidas. Jutlandia 1916 |
Sobre las 15:30 se avistaron los cruceros de batalla y comenzó el intercambio de disparos, mientras navegaban en rumbos y líneas paralelas. Aquí comienza la 1ª huida pues siguiendo el plan, Hipper huye de Beatty ,para atraerle a la trampa; que le sigue a gran velocidad aunque con ello deja rezagada a la poderosa 5ª escuadra de acorazados, pues los cruceros de batalla eran mas rápidos que los acorazados. Esto no parece preocuparle a Beatty que cuenta con fuerzas superiores pero al cabo de media hora en Indefatigable es alcanzado y se hunde con 900 hombres, poco después el Lion tiene que salir de la línea y a las 16:30 otro crucero de batalla inglés es alcanzado y se hunde con 1400 hombres. en media hora Beatty ha visto desaparecer dos poderosos navíos pero insiste en su persecución (vieja tradición nelsoniana, una vez aferrado al enemigo, no se le suelta). Intenta un ataque con sus destructores y no consigue mas resultado que perder a dos de ellos. En esa situación su escuadrilla de cruceros ligeros, en avanzadilla, se ve encuadrada por proyectiles de grueso calibre. Ha transcurrido una hora y llega la Flota de Alta Mar alemana, de Scheer.
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Línea de combate en Jutlandia |
En cuanto al balance de la batalla, ambos bandos se consideran vencedores (como suele ocurrir en estos casos). Tácticamente el triunfo fue para los alemanes, que siendo menos lograron escapar causando muchas bajas entre los británicos. Sin embargo, el triunfo estratégico fue sin lugar a dudas para éstos, ya que impidieron la salida al mar de los alemanes, si bien su presencia obligaba a mantener a la flota en situación de intervenir, en Scapa Flow.
Habían participado en la batalla, por parte inglesa, 28 acorazados, 9 cruceros de batalla, 8 cruceros acorazados, 26 cruceros ligeros, 78 destructores, un barco minador y hasta un portaaviones; mientras que en el bando alemán combatieron 16 acorazados, 5 cruceros de batalla, 6 cruceros acorazados, 11 cruceros ligeros y 61 torpederos. Los ingleses perdieron 3 cruceros de batalla, 3 cruceros acorazados y 8 destructores; en total 115.000 toneladas de barcos y 6100 muertos (la máxima perdida por la Navy en su historia); contra 60.000 toneladas y 2500 muertos del lado alemán. Los alemanes hundidos fueron el crucero de batalla Lutzow; el antiguo acorazado Pommern, 4 cruceros ligeros además de cinco destructores/torpedero.
El 21 de agosto de 1919 tenían que entregarse los barcos alemanes, como obligaba el armisticio, en la base inglesa de Scapa Flow pero una vez internados fueron hundidos por sus tripulantes. Este fue el triste final de la escuadra creada por el almirante Von Tirpitz
Nunca más, tantos barcos participaran en una batalla con enemigo a la vista. Las grandes batallas de la IIª G.M. se pelearon con aviones y portaaviones a los que los acorazados servían de escolta y protección antiaérea y los buques de línea no llegaban a verse ni a estar a menos de 200 millas. Hoy en día estamos en la era de los misiles y los grandes calibres de los grandes acorazados solo sirven para los museos. Desde hace más de 60 años no se construyen grandes acorazados, ahora son buques de escolta, porta misiles y anti-misiles aéreos.
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Último destructor EEUU puesto en servicio |
Aquí adjunto enlace con el artículo de ABC y que incluye un muy interesante montaje videográfico.
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