Hace 200 años, las Provincias que conformaban gran parte de la actual Argentina, habían enviado a sus representantes al Congreso de Tucumán para estudiar las opciones y decisiones correspondientes a la situación de lucha en que se encontraba el continente sur tras la vuelta al poder del absolutista rey, Fernando VII. Allí, Juan Francisco Narciso de Laprida, que preside la sesión, pregunta a los presentes: "¿Queréis que la provincias de la Unión sean una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?", a lo que los diputados contestan afirmativamente. A continuación se elabora el Acta de Emancipación proclamando su independencia de España, que es firmada por los diputados que han ido llegando a caballo, en diligencias o carretas, por caminos en mal estado y durante largos días, y que el pueblo festejará alborozado. Incluso en la noche del día siguiente se realizará un baile de gala para celebrarlo. Unos días después se incluyó una coletilla, a continuación de "los reyes de España y su metrópoli" “y de toda otra dominación extranjera”. Ante los rumores por el interés de la Corona Británica
Acta y cuadro del Congreso de Tucumán del 7 de julio de 1816
Fusilamientos del 3 de mayo de 1808, por Francisco de Goya |
Rendición de Dupont en Bailén a Castaños. |
En esta situación de poder delegado, surgieron en 1809 varias juntas en las colonias de ultramar, que fueron derivando a Consejos de Regencia (que ocultaban las ideas independentistas de sus precursores), sobre todo a partir de la primavera de 1810 en que se supo que la Junta Central había sido controlada por Napoleón. Llegamos así la la Revolución de Mayo de 1810, provocada por la presión popular, en la actual Plaza de Mayo de Buenos Aires y que terminó con la destitución del virrey
También tuvo una influencia decisiva, para los criollos, la declaración de independencia de EEUU de Gran Bretaña y su Constitución en que se declaraba que todos los hombres eran iguales ante la ley y proclamaba un gobierno republicano. Pocos años después, la Revolución francesa popularizó las celebres: libertad, igualdad y fraternidad. Estas ideas liberales, recogidas en la Constitución de Cádiz, también llegaron al continente desde la propia España. En una situación inestable y revolucionaria en las colonias, con ansias libertarias, la noticia de que lo primero que hizo en abril de 1814 el retornado Fernando VII, fue derogar la Constitución de Cadiz y amenazar de muerte a los lideres insurrectos, no ayudó a calmar las aguas. Desde 1812 José San Martín, tras 20 años de servicio en el ejército español, había vuelto a Buenos Aires (de donde salió con su familia con seis años) y estaba organizando regimientos de caballería y escaramuceando con los realistas.
Fernando VII apoyó con envíos de tropas a las órdenes de Morillo a los realistas, en franca guerra civil y de intereses con los criollos; que mantuvieron la ilusión de retener las colonias pues a derrotas se superponían victorias, hasta la decisiva batalla de Ayacucho en diciembre de 1824. Una muestra de la vergonzosa actuación de Fernando VII y su entorno fue la compra de barcos rusos para reforzar la flota. Eran cinco navíos de a 74 cañones y siete fragatas de 44; construidos todos menos uno con madera de pino y no de roble. Cuando llegaron a Cádiz en febrero de 1818 estaba semi podridos.
Fernando VII apoyó con envíos de tropas a las órdenes de Morillo a los realistas, en franca guerra civil y de intereses con los criollos; que mantuvieron la ilusión de retener las colonias pues a derrotas se superponían victorias, hasta la decisiva batalla de Ayacucho en diciembre de 1824. Una muestra de la vergonzosa actuación de Fernando VII y su entorno fue la compra de barcos rusos para reforzar la flota. Eran cinco navíos de a 74 cañones y siete fragatas de 44; construidos todos menos uno con madera de pino y no de roble. Cuando llegaron a Cádiz en febrero de 1818 estaba semi podridos.
Barco "negro" comprado a Rusia y en estado ruinoso |
Nos habían vendido el desecho de su escuadra del Báltico. Barcos inútiles para una travesía atlántica y menos para ejercer el control naval de las costas americanas en el Atlántico y no digamos en el Pacífico previo cruce del cabo de Hornos. Naturalmente los 25.000 soldados que se habían concentrado para ser transportados a Ultramar, se quedaron en tienda ante la fragilidad de los barcos y el peligro de fracasar. Para rematar la situación, dos años más tarde, Rafael del Riego, a la sazón jefe del 2º batallón asturiano, sublevó en Sevilla a las tropas que se habían reunido en Cadiz; para embarcar como refuerzo para las colonias de Ultramar. Era enero de 1820 y si para bien se inició el trienio liberal, se firmó la defunción de nuestra presencia en América del Sur.
A pesar de los problemas, en 1817 la victoria se decantaba del lado realista en todas las provincias excepto Argentina y es desde ahí que la intervención del ya General San Martín empezó a cambiar el final tras su anibalesco cruce de los Andes. Tras la victoria en Cacabuco proclama la independencia de Chile y se asegura el control del Pacífico. Los realistas resisten pero en Maipú, abril de 1818, acabó con las opciones realistas. Después se traslado, por barco, con su ejército a Perú, donde después de diversos enfrentamientos con los realistas, toma Lima. Para evitar discusiones internas y coordinarse con el otro Libertador, se reunió en Guayaquil, julio de 1822, con el venezolano Simón Bolívar; de origen criollo y cuya formación había sido consolidada en Francia y que también llevaba varios años luchando por la independencia de Panamá, Colombia y Venezuela
Simón Bolívar San MartínMonumento a Los Libertadores, en Guayaquil. |
Tras Ayacucho, en diciembre de 1824, se pierde todo Perú y Bolivia y por tanto puede darse por concluida la emancipación de todas las colonias, salvo Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Tras el abrazo de Guayaquil, el sueño unitario de los dos Libertadores, se vio frustrado por las divisiones y rencillas que impidieron que fraguaran los Estados Unidos del Sur. Tuvieron al menos 10 guerras entre ellos durante el S. XIX(de ellas tres en los años 20) y otras tres en el S. XX y no digamos golpes de estado con 50, solo en el S. XX. Ah, sin contar las guerras civiles internas de cada país.
España no renunció formalmente a la soberanía de sus posesiones continentales americanas hasta 1836. El tratado de paz, amistad y reconocimiento con el Perú fue firmado el 14 de agosto de 1879 en París y aún mas tarde con Colombia, Paraguay, Honduras y Panamá (1904) Cuando odiamos, odiamos de verdad y nos cuesta horrores olvidar y perdonar; máxime si es a hermanos. Nuestra actual Desmemoria Histórica es la última prueba
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