domingo, 16 de abril de 2017

CENTENARIO DE LA BATALLA QUE IBA A SER LA ÚLTIMA.

La batalla que se desarrolla en el norte de Francia entre abril y mayo de 1917, que ahora cumple su primer centenario, fué conocida de diversas maneras, la 2ª de Arras, La del Camino de las Damas y la ofensiva de Nivelle; que iba a ser la última (artículo de Rafael Abella en Historia y Vida de 1980, extra 19). Las más habituales son estas dos últimas. La climatología restringía enormemente las fechas para las grandes ofensivas y esta no iba a ser una excepción. Desde que en diciembre de 1916 se terminaron los últimos ajustes de las concluidas batallas de Verdún y del Somme, los Estados Mayores comenzaron a pensar en las medidas y ofensivas a desarrollar en la siguiente primavera y que debían llevar a la victoria final. Alemania se fijó como objetivo acabar con el doble frente y sacar a Rusia de la guerra para concentrar sus esfuerzos en el frente occidental, mientras que franceses e ingleses pensaban en volcar las nuevas tropas, que sustituían a las bajas de Verdún y el Somme,  en un intento de terminar la guerra, con un golpe concentrado que habían probado en un frente secundario en diciembre.



En el lado de los aliados y más concretamente en la jefatura del ejército francés se ha producido a finales de diciembre la sustitución del veterano general Joffre (ascendido como premio de consolación a mariscal) por el general Robert Nivelle, estrella emergente desde su exitosa actuación el 24 de octubre con la toma del fuerte Douamont; símbolo de Verdún. El ataque por sorpresa con una masa de más de 100.000 hombres y 700 cañones, sobre un frente reducido había sido demoledor. Esta táctica repetida en otro golpe a mediados de diciembre había terminado en éxito con 11.000 prisioneros y 100 cañones. Las tropas eran dirigidas por el general Mangín que declaró: "Tenemos el método y tenemos el hombre: la victoria es segura".
General Robert Nivelle
En el lado de los Imperios Centrales, Hindenburg y Ludendorff, que desde agosto de 1916 controlaban el Estado Mayor alemán, viendo la inestabilidad del Zar Nicolás II y los movimientos de protesta de enero y febrero, facilitaron el traslado de Lenín a San Petersburgo para reforzar el ala bolchevique, que se mostraba favorable al abandono de la guerra, frente al ala menchevique de Kerensky, partidarios de mantener la alianza con franceses, ingleses e italianos. Las protestas terminaron con la caída del Zar el 15 de marzo y la llegada a San Petersburgo de Lenín el 16 de abril (coincidencia con el inicio de la ofensiva Nivelle), que en sus discursos hizo patente su objetivo de sacar a Rusia de la guerra.
                                
Manifestación del 8 de marzo en San etersburgo
 Durante enero y febrero el Estado Mayor francés prepara la ofensiva que iba a acabar con la guerra y para ello elige un saliente del frente alemán entre Arrás y Soisson. El golpe sería demoledor con un total de 500.000 hombres actuando sobre un frente de 40 km. El plan desata la euforia y comienzan los preparativos, ignorando que Ludendorff ha ordenado rectificar el saliente por lo que el frente se reduce y endurece la defensa, ya muy consolidada aprovechando las ventajas del terrero. Ver la línea de puntos en la sección (a) del plano adjunto que contempla todas las fases de la batalla. En marzo cambia el Ministro de la Guerra francés, que aunque no le gusta el plan, se muestra incapaz de frenarlo.
Mapa con las fases de la batalla
Según el plan de Nivelle, sobre el punto de ruptura se lanzaran 27 divisiones que permitirían, una vez roto el dique, una irrupción masiva como un torrente que desbordaría y envolvería el frente alemán, extendiéndose a retaguardia de sus alas y por tanto consiguiendo la destrucción de la masa combatiente del enemigo. Se prevén no más de 10.000 bajas propias. El plan es aceptado por los aliados ingleses que completaran el ataque con una maniobra de diversión sobre Arrás y Vimy. Ver sección (b) del plano de operaciones. Los ingleses inician su ofensiva el 9 de abril con un éxito arrollador, que es premiado con la cresta de Vimy, 7000 prisioneros y numerosos cañones. Cumplida la diversión inglesa, nada se oponía ya a la ofensiva de la decisión.
Trincheras alemanas, más débiles, en el sector de Arrás.
Con la rectificación del frente alemán, gran parte de la ofensiva Nivelle sería como un golpe en el vacío. Se piensa que es una estratagema alemana y no se modifica el plan de ataque. Después de 10 días de intenso bombardeo, el 16 de abril a las seis de la madrugada, cinco mil cañones abren fuego para terminar de aplanar las líneas de defensa y cinco ejércitos se despliegan y avanzan con la confianza de que este esfuerzo será el definitivo para acabar la guerra. Se pretende romper el frente entre Soisson y Rheims, para girar a la izda. y envolver la línea defensiva alemana (Línea Hindenburg). Les acompañan 200 carros de salto que están distribuidos entre la infantería en lugar de formar una punta de lanza y que se van a encontrar un terreno lleno de cráteres, por los 10 días de bombardeo previo, que dificultan su avance.
Terreno intransitable tras el bombardeo previo.
Los alemanes que han estado protegidos en profundos refugios, salen a la superficie y con miles de ametralladoras siegan las filas de infantes. La concentración de ametralladoras es masiva y sin precedentes. El avance de la infantería se hace a un precio de exterminio; en la mañana del 17 el balance era desolador, con solo 10 km de progresión, el número de bajas se acercaba a las 70.000. La ofensiva se reanudó hasta que el 29 el Ministro de la Guerra ordenó el cese de la locura y pocos días después Petain sustituyó a Nivelle. El resultado final se resume en 160.000 bajas francesas, de ellas más de 45.000 muertos. Los alemanes 125.000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros. 
Casamatas en varios niveles y altísima densidad
La ofensiva de Nivelle (o del Chemin des Dames) no fué la de mayor mortandad pero señaló el límite de la locura y capacidad de aguante: el 24 de abril un batallón de infantería se negó a subir a primera línea y el 2 de mayo toda la II División Colonial se amotinó. Grupos de soldados querían marchar sobre París para frenar esa locura y el ejército francés se enfrentó a una grave crisis de indisciplina. Una película, Senderos de Gloria reflejan esta situación, si bien los hechos se produjeron unos meses antes en la Colina de las Hormigas.


La última ofensiva no resultó serlo y la matanza continuó durante otros 18 meses. Hoy, pasados cien años seguimos dejándonos embaucar por visionarios que nos llevan al borde de diversos precipicios y cuando se les desplaza nos dejan daños perdurables. 









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