miércoles, 26 de febrero de 2020

LOS ESPAÑOLES, NUESTROS PEORES ENEMIGOS.

España es un relato de grandeza y odio. He cogido esta aseveración del título de un libro recientemente editado, por reflejar la opinión que tengo sobre la situación actual y el futuro que parece que se nos viene encima. . Acostumbrados a mirar a Europa desde abajo y con complejo de inferioridad, no somos conscientes de que en el siglo XVI éramos el país que más molaba de la Cristiandad. La Biblia Políglota Complutense se adelantó en 25 años a la Biblia alemana de Lutero. Plutarco, Séneca y los mejores clásicos latinos y griegos se tradujeron al español antes que al francés. En las universidades castellanas se matriculaban 25.000 estudiantes al año y lo que se escribía en Salamanca y en Alcalá tenía relevancia mucho más allá de nuestras fronteras. Obras como “Don Quijote” y “La Celestina” se convirtieron en best-sellers a escala continental. Shakespeare necesitó de muchos más años que Cervantes para que su fama traspasase las fronteras de su nación. El español era el idioma de moda en Europa. En las paces de Westfalia y de Nimega, que sellaron el fin de nuestras ambiciones hegemónicas, el español fue el principal idioma de comunicación. Después vivimos la lógica decadencia de los imperios, como los que nos precedieron, incluyendo a los británicos que tampoco son ya ni sombra de lo que fueron. 
Goya refleja nuestra propensión a golpearnos
Por tanto debemos dejar atrás complejos de inferioridad y caminar con la frente levantada. Efectivamente vivimos en una razonable armonía desde la unión de Castilla-Aragón-Andalucía y Navarra, en 1514 hasta 1814 en que se torció con la independencia de las naciones Americanas y las posteriores guerras carlistas y cantonales que la Iª República fue incapaz de evitar, tras la caída del rey Amadeo de Saboya que se marchó de España después de su famosa frase que sirve al título. “Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles». Seguido por el primer jefe de gobierno de la Iª República, el presidente Estanislao Figueras, nombrado el 12 de febrero de 1873, que cuatro meses después, tras la enésima reunión de políticos incapaces de llegar a ningún acuerdo, se levantó de la mesa y dijo “señores, voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros“. Al día siguiente, el hombre cogió un tren y se fue a Francia, sin ni siquiera llegar a presentar su dimisión. Le sustituyó, el 12 de junio, Francisco Pi i Margall (socialista libertario) que dimitió un mes después, el 18 de julio del mismo 1873. La Iª República vivió, después, las guerras cantonales y terminó el 29 de diciembre de 1874, con la Restauración de la Monarquía. Un mal siglo el XIX, en el que mientras nacían, Italia y Alemania, unificando un idioma, otras se independizaban como Bélgica y Grecia; nosotros no nos consolidábamos como nación y dejábamos que la simiente de la discordia creciera en las regiones de la periferia que se aferraban a idiomas que servían para diferenciar, no para enriquecer la convivencia.

Por ello, comenzamos el pasado siglo con una violencia inusitada al crecer el anarquismo y los nacionalismos excluyentes; que también se expandieron al resto del mundo. Nos enfrentamos a la Semana Trágica en Cataluña, en el verano de 1909; al asesinato de dos jefes de gobierno, Dato en 1921 y Canalejas en 1912; un atentado al rey en el día de su boda, mayo de 1906; al pistolerismo  en la zona industrial catalana, entre 1917 a 1923 y simultáneamente al trienio bolchevique en Andalucía, 1918 a 1920/21; para rematar con una cruenta y vengativa guerra civil que duró de julio del 36 a abril del 39 y desgraciadamente dejó heridas abiertas que parecía que se habían cerrado, en 1977, con el inicio de la Transición. Los partidos opuestos al Régimen, ante de la muerte de Franco, estaban hablando de paz y perdón; como habían intentado Juan Negrín y Azaña (Paz, Piedad y Perdón es como se conoce al discurso pronunciado por el presidente de la Segunda República Española, Manuel Azaña, el 18 de julio de 1938 en el Ayuntamiento de Barcelona, a los dos años del comienzo de la Guerra Civil Española. Santiago Carrillo, Secretario General del PCE, ya propuso una solución para el momento en que Franco desapareciera o se le expulsara. No pudo ser antes y hubo que esperar a su fallecimiento y a la aprobación, en referéndum, de la Ley de Reforma Política de enero de 1977.


Carrillo estrecha la mano de Manuel Fraga. En la otra: En primera fila, por la izda, Serrano Suñer, cuñado de Franco; Enrique Líster, el general comunista que derrotó a los italianos en Guadalajara; JM de Leizaola, dirigente del PNV en el exilio; Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador de Falange. Detrás: el banquero Aguirre Gonzalo; Ramón Rubial, del PSOE; Raimundo Fernández Cuesta, e Ignacio Gallego, del sector más prosoviético del PCE. La guerra se cerró en falso pues Zapatero nos trajo la malhadada ley de la Desmemoria Histórica que Sanchez, Calvo e Iglesias vuelven a actualizarla.

Tras la muerte de Franco, los partidos independentistas catalanes intentaron, con los Pactos de la Moncloa, una Constitución con Autonomías de dos velocidades; las denominadas históricas Cataluña, Galicia y País Vasco por la vía del 151 y el resto que se irían añadiendo según se lo fueran ganando, por la vía del 143. Ante esta anomalía para la igualdad entre los españoles, se levantó Andalucía un 28 de febrero de 1980 y consiguió que la brecha autonómica no se ampliara. Esto, el café para todos, dejó un mal sabor de boca en la Generalitat aunque Pujol supo sacar  provecho de la debilidad de Gonzalez y Aznar. Esta aparente tranquilidad, desde 1978, fue rota por el Estatut de 2006 que desembocó en el golpe interruptus de octubre del 17; tras el cual parte del Govern está fugado y otra parte encarcelado, rememorando el golpe de Companys de octubre de 1934, aunque afortunadamente sin muertos. El nacionalismo excluyente no descansa y nuevamente, tras estos 40 años, los nacionalistas vascos y los separatistas catalanes han intuido en la debilidad de Pedro Sánchez la ocasión idónea para pasar a otra fase: la de un cambio de régimen diluido bajo la apariencia suave de un diálogo o un «reencuentro» que disfrace la áspera realidad de un perseverante chantaje.
La llamada mesa de la ignomínia. 26.02.20.
Después del golpe interruptus, la llegada de Sanchez al poder, tras una moción de censura, con el apoyo Frankenstein, volvió a visualizarse la confluencia entre los independentistas, como se aprecia en la foto. Junto al vicepresidente catalán Pere Aragonès y al conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, la portavoz Laura Borrás y Arnaldo Otegui (el hombre de paz de Zapatero), con otros representantes de los partidos nacionalistas catalanes, vascos, gallegos, baleares y valencianos han firmado en la Declaración de la Llotja de Mar en Barcelona, una solemne declaración conjunta en la que reclaman un acuerdo político sobre la crisis catalana, la defensa del derecho a la "autodeterminación" y la liberación de los "presos políticos" catalanes. Entre estas formaciones están el BNG, la Crida Nacional, la CUP, EH Bildu, ERC, Esquerra Valenciana, MÉS per Mallorca y el PDECat, entre otros; si bien con la más que notable ausencia del PNV y Compromís.
                    

El secesionismo, lleva años intentando su separación del resto de españoles; comenzó con el pacto firmado por Catalunya, Euskadi y Galicia con el objetivo de defender el régimen democrático y su derecho a la autodeterminación; en Santiago de Compostela el 25 de julio de 1933. En la Transición se plasmó nuevamente en la reunión de Barcelona, entre Beiras (BNG), Arzallus (PNV) y Esteve (CiU), a mediados de julio de 1998.
Esteve, Arzallus y Beirás.
Para apoyarle a Sanchez, en su investidura, los separatistas catalanes le exigieron la libertad de los presos del procés y ya están casi todos fuera; le reclamaron una mesa y ya se ha reunido presidida por Torra y el propio Sanchez. En la mesa no estan representados la mitad de los catalanes ni el partido que fue mayoritariamente votado en las últimas autonómicas. Es aberrante y un pueblo que tolera impávido este abuso debería avergonzarse de sí mismo. El PNV, siempre más pragmático en apariencia, reivindicó un botín de competencias que van desde la Seguridad Social o los aeropuertos a los Paradores o la inspección de pesca, y ésta es la hora en que tiene firmadas las primeras de un total de treinta. Antes de final de año espera trincar la administración de las cárceles y con ella la decisión sobre el tratamiento de las condenas de los reclusos de ETA. La caja única de la S.S. corre el riesgo de romperse y con ello un tabú que nadie, antes de Sanchez, se había atrevido a tocar.

Sánchez, en su pulsión por gobernar a cualquier precio, ha hipotecado el futuro de los españoles, además de cargarse el principio de igualdad entre ciudadanos. Le niega el pan y la sal a Murcia o Andalucía, mientras regala 4.000 millones a Cataluña. Eso sí, mientras tanta deslealtad se hace realidad, van los de León y no quieren saber nada con los de Valladolid. ¿Nos acercamos a los enfrentamientos cantonales del S.XIX?. Otra pirueta de la historia, es que en un par de años podríamos estar asistiendo a la caída del nieto de Alfonso XIII; ya nombrado persona non grata en Cervera y con su busto retirado en Barcelona, Cádiz..., su nombre eliminado de un polideportivo en Zaragoza..., con el nombre España fuera del himno regional de Valencia...La España federal y Cataluña y País Vasco por su cuenta..., como paso previo al nacimiento de la IIIª República. Se habría cumplido un ciclo con la caída de Isabel II, su nieto y su tataranieto.
                                         
España ha existido como nación y Estado importante durante buena parte de la historia, el problema es si seguirá existiendo, pues tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Pero no será por los demás, sino por nosotros mismos. No echemos la culpa a nadie. Somos nuestros peores enemigos.

2 comentarios:

  1. La dignitat ens farà lliures
    #RepúblicaCatalana
    #LlibertatPresosPoliticsiExiliats
    #ViscaCatalunyaLliure

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  2. ¿que dignidad?, la de Jordi Pujol, la de Puigdemont huyendo en un maletero?...

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