Como ya titulaba en un artículo anterior, cada vez que Pedro Sánchez saca pecho o se tira un farol, se lo apagan de inmediato. Terminamos el año con dos medallas colgadas del gobierno: la Reforma Laboral, que no deroga la de Rajoy de 2012, a pesar de las veces que tanto Sánchez como Diaz se vanagloriaban de conseguirlo. También fue notable, por escandaloso el pacto "firmado" del PSOE con Bildu, en el que se comprometían a dicha derogación. La otra medalla, es la Ley de Presupuestos que acaba de ser aprobada en el Congreso, tras su paso un tanto deslucido por el Senado y que empezará a funcionar el próximo 1 de enero y nos garantizará un éxito en la recuperación. Pues bien, lo cierto es que España termina el año ocupando el puesto 23 de los 23 analizados por la OCDE; desde que comenzó la pandemia:
El segundo sopapo se lo darán sus socios que consideraran insuficiente la reforma laboral pactada entre empresarios, sindicatos y gobierno de coalición; salvo que se abstengan o Sánchez consiga el apoyo de Arrimadas con ganas de notoriedad. La aprobación solo requiere mayoría simple, más síes que noes. La Contrarreforma es muy liviana y podría aprobarse con la abstención del PP que ve así que su famosa y odiada Ley de 2012, se aprueba ahora, en su casi totalidad, con la firma de sindicatos, patronales, Podemos y PSOE. Yolanda Díaz se ufana de que esta ley va a reducir la temporalidad, ¡¡ÓJALA!!, pasando los contratos temporales a fijos discontinuos. No aumentan las indemnizaciones a los famosos 45 días/año y algo a los temporales, que era una vergüenza antigua. Los convenios de empresa siguen por encima salvo en los salarios que pueden salvarse con cambios de categoría. Nada nuevo. Es interesante el intento de meterle mano a la subcontratación, pero es complicado pues en muchos casos los destajos hacen que el trabajador de la subcontrata gane más que el de la empresa principal; otras veces es simplemente imposible: Una subcontrata de yesaires puede contratar con 4 obras y darle continuidad a sus obreros pero ninguna de esas obras, individualmente, pueden contratar y mantenerlos. Y así muchos ejemplos.
La profunda anomalía de una nación dirigida por un presidente capaz de reconocer -ante Patxi López- que no sabía definirla. Este hombre vive en la mentira y se mantiene gracias a ella, como de los 38.400 millones de euros destinados a Cataluña, un 40 por ciento de la financiación extra a las autonomías, denunciados el lunes por ABC. Mientras, Madrid no recibe un céntimo e incluso intentan prohibirle las rebajas fiscales claves de su florecimiento económico. Por cierto, tampoco Galicia y Castilla y León, gobernadas por el PP, reciben un euro de esos fondos.
En abril del pasado año , el aumento de las restricciones tras la Navidad y el retraso de las ayudas europeas obligaron al Ejecutivo a corregir su predicción: hasta ese momento esperaba un avance del 9,8% para 2021 y lamentablemente al cierre de año, no llegará el incremento del PIB ni a la mitad (el 4,8%). Esta es la fiabilidad de los datos y las cuentas que el gobierno transforma en cuentos. Lo mismo nos esperara para 2022, con unos PGE que ya salen inflados claramente. Solo añadir el incremento del 6,7% de inflación, que empobrece a todos; especialmente a trabajadores y jubilados.
Por cierto, España cierra 2021 con la destrucción de casi 30.000 empresas y vuelve a niveles de 2013.
La reformilla laboral no traerá más que miseria para los trabajadores. Los únicos que han ganado más prebendas, y millones, han sido los denostados e inútiles sindicatos comunistas, que tienen menos afiliados que el "Corinto" (equipo de mi barrio). Resulta que, otra vez, han recuperado el dominio de las condiciones salariales de los trabajadores mediante los "convenios colectivos" que manejarán a su antojo y dictado, recibiendo además, otra vez más, ingentes cantidades de millones para la "formación", que no harán, pero que tendrán nuevamente la oportunidad de sobar el dinero que llegue a sus manos, cuando ya conocemos los resultados en Andalucía...Es decir, ellos tan ignorantes y brutos administrando los euros de los trabajadores.
ResponderEliminarEn los convenios colectivos, seguirá primando el convenio de la empresa al convenio del sector y solo en los convenios salariales prevalecerá el sectorial pero eso suele ocurrir normalmente y cuando se quiera retocar por el empresario, puede acudir a un cambio de categoría que lleva consigo un cambio salarial. Humo. Pasar los contratos temporales a fijos discontinuos, ya se está aplicando y si fuerzan la marcha solo conseguirán que el empresario no vuelva a contratar al que acaba de despedir porque otro es más idóneo, en su opinión.
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