Un empresario le ha dado una bofetada a Sánchez y como no la esperaba, ha salido rapidamente a echar balones fuera y extender dos cortinas de humo como la ley de vivienda y Doñana. Ese empresario le ha dicho al mundo que en la España de Sánchez no hay seguridad jurídica ni sentido común ni gobierna el interés general, sino una caterva de indocumentados radicales y antiliberales que no encuentran par en el mundo libre. Acostumbrado a mentirnos en lo mayor, no extraña que al final haya perdido todo control sobre sus pulsiones. El Presidente, ese personaje que llegó al poder diciendo que nunca pactaría con Podemos, que Iglesias no le dejaba dormir tranquilo, que los populismos son execrables; el mismo que se encaró con un periodista por insinuar que podía entenderse con Bildu; aquel que calificó de delito de rebelión lo de Cataluña para después eliminar la sedición del Código Penal; el que denunciaba a Rajoy por abusar del decreto ley; el que nos metió en la toxicidad del 8 M de 2020 y nos tuvo meses encabezando los muertos por millón. El mismo que aprobó la ley del solo sí es sí, orgullosamente hasta que los mil violadores con penas reducidas le han obligado a cambiarla. Quien es capaz de convivir con una impostura tan enorme, tan indigna, no puede contar después con reparos al embellecer sus promesas electorales con mentiras evidentes. El domingo prometió 50.000 nuevas viviendas sociales, así del tirón. La cifra ya ofrecida hace dos años y algo mayor que las 20.000 ofrecidas en 2019; sin ejecutar. Ni dos días duró la trola, Dato mata a relato: 14.000 de esas viviendas ya están ocupadas, 15.000 ni siquiera existen, 12.000 no reúnen condiciones para hospedar a nadie. Pero como estas cifras le molestan, añade otras 43.000 nuevas que va a dotar de fondos ICO y fondos europeos. Con dos ous. Sin justificación ni planificación y se queda tan pancho, haciendo campaña electoral desde el Parlamento,
Una de las 12.000 viviendas de la Sareb. |
Tras cinco años de "gobierno" nos encontramos que Sánchez pierde guerras y más guerras: la del Sáhara; la del agua de Doñana con el incumplimiento de su promesa de diciembre de 2018 de trasvasar agua superficial y que cuatro años después sigue en la estacada; la del trasvase del Ebro, de cuya anulación nadie se acuerda y que habría resuelto parte de los problemas de sequía y que se anuló por imposición de ERC. Otra guerra que perderá será la de alquileres tasados que no ha funcionado en las ciudades que los han puesto en marcha y buena muestra es el fracaso en Barcelona donde han aumentado los precios y disminuido el parque de viviendas en alquiler. Necesitamos acabar con la obsesión de tener vivienda propia que es un ancla que dificulta la movilidad laboral. Si tienes una hipoteca, dificilmente te trasladaras a otra localidad para trabajar pues sumarás alquiler a hipoteca. Si hay viviendas en alquiler y cambio de mentalidad, podrás moverte en busca de trabajo o mejora pues te dará igual pagar el alquiler en una población o en otra.
El Ministerio para la Transición Ecológica autorizó el año pasado 13 pozos para riego de campos de fresa en el entorno de Doñana y regularizó 544 más en 2020 a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
Volviendo a la segunda gran cortina de humo, nos encontramos con alcaldes socialistas de Huelva que ya han advertido a Ferraz de que pretenden manifestarse a favor del plan de Juanma Moreno con Doñana. Un plan que, recuerden, ya se está tramitando en el Parlamento de Andalucía gracias a la proposición de ley que presentaron conjuntamente PP y Vox para regular las zonas de regadíos de cinco municipios situados al norte de la Corona Forestal de Doñana, que son Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado, integrantes del denominado Condado de Huelva. El planteamiento de la Junta de Andalucía es absolutamente equilibrado y en él se especifica que Doñana queda fuera del objeto de las medidas. Pero ante la falta de ideas, de propuestas y de una política racional, Pedro Sánchez ha decidido recurrir a la más abyecta demagogia para acusar a la Junta de cortijera y amenazarla con el Tribunal Constitucional y Bruselas.
La Ley 10/2018, de 5 de diciembre, sobre la transferencia de recursos de 19,99 hm³ desde la Demarcación Hidrográfica de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, que fue firmada por el propio Pedro Sánchez, establece infraestructuras para llevar el agua en superficie a esta comarca. Agua que serviría para el regadío y el abastecimiento. Esas obras son, por ejemplo, la Presa de Alcolea y el túnel de San Silvestre, por el que se trasvasaría agua de la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras a estos regadíos. En este enlace se documentan las obras necesarias y que siguen sin desarrollarse.
https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2022/08/la-pertinaz-sequia-de-agua-y-de-ideas.html
La cara más dura que se recuerda, y sin ningún tipo de pudor
ResponderEliminarEfectivamente.
EliminarPara mi hay caras mucho más duras que las de Sánchez. Sánchez ha sido elegido por el pueblo y mientras que al rey no lo ha elegido nadie, ni a los cardinales ni el Papa tampoco lo ha elegido el pueblo
ResponderEliminarA Sánchez lo eligió el pueblo con un programa que ha incumplido y con pactos que él mismo reconocía que no dejarían dormir tranquilos al 95% de los españoles,antes de votar. Al rey le eligió su padre y lo aprobaron las Cortes; además no tiene poder. Sánchez no le consulta para nada y además cuando viaja tiene que ir acompañado por un ministro. Al Papa lo elige Dios a traves del cónclave cardenalicio; sin eres creyente y si no lo eres, que más te da (como diria Pachi López)
ResponderEliminarEl cielo no lo aprobó nadie. La penicilina no la aprobó el antimonárquico. … es lo que pasa cuando se dicen verdades y se responde con sandeces . Sòlo si es , según y còmo
ResponderEliminarMuy interesante.
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