viernes, 29 de septiembre de 2023

MIENTRAS PERDEMOS UN BUEN PRESIDENTE, CATALUÑA SE ALEJA.

El presidente del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno de España, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido durante su discurso de investidura que tenía a su alcance «los votos para ser presidente», pero ha querido dejar claro que no acepta el precio que le exigen los independentistas catalanes. El expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, lo único que quiere es «un presidente aliado en su empeño» y que «le da igual si ese presidente es del PP o del PSOE» «A los dos nos ha ofrecido exactamente lo mismo». Desde el pasado 23 J, no se ha ocultado al decir que sus votos eran una subasta.



Ha quedado al descubierto, a la vista del debate, la diferencia entre un Feijóo presidenciable y un acobardado Sánchez que denotaba estar a disgusto y ha vuelto a demostrar su infamia y desprecio hacia el contrario al elegir a un diputado de a pie, Oscar Puente, para la réplica al candidato, con instrucciones sanchistas de entrar a ofender y hacer sangre. Feijóo no ha entrado a ese juego de enfangar el debate y ha demostrado, ante los españoles, que han votado la peor opción posible.

Mientras tanto han pasado sin pena ni gloria dos estudios realizados enre 2016 y 2018, en pleno Procés, en los que se evidencia una "discriminación laboral severa" por parte de las empresas catalanas hacia los solicitantes con nombres "castellanos"; especialmente en la Cataluña interior, Lérida y Gerona. Las cesiones de Sánchez ya han empezado en la Mesa y la Presidencia del Congreso con la absurda imposición de la traducción simultánea al español de las intervenciones en vascuence, gallego o catalán de los diputados independentistas. Una desvergüenza más de las que nos depara la presidencia de Sánchez.

Que no somos iguales y se discrimina lo español se aprecia claramente en ambos estudios realizados en España y demuestran que Cataluña discriminó laboralmente al resto de españoles y, más concretamente, a los jóvenes solicitantes de empleo descendientes de padres españoles, con nombres y apellidos "castellanos", residentes en Madrid, durante el proceso soberanista; aunqe en sus currículos se indicaba procedencia catalana y dominio del catalán. Esto no es ninguna sorpresa y ya en algunos de mis artículos, venía indicando que los españoles que llegaban a Cataluña con intención de quedarse eran discriminados, llamados charnegos y trogloditas, por lo que para adaptarse, en muchos casos procedían a catalanizar sus apellidos originales. Ahora Sánchez pretende aumentar esas desigualdades entre ciudadanos de 1ª y de 2ª.


El sociólogo Javier G. Polavieja, profesor del CSIC y Director del Laboratorio sobre la Discriminación y la Desigualdad, resume los resultados de ambos estudios:

En Madrid, los solicitantes euro-descendientes y los castellano-descendientes presentan probabilidades de respuesta positiva muy parecidas, entre el 27% y el 29% respectivamente, una diferencia mínima. Así pues, "es obvio que ninguno de estos dos grupos está discriminado negativamente en Madrid". Pero "en Cataluña la situación es distinta". El resultado que obtienen los euro-descendientes es idéntico al que se observa en Madrid, pero la tasa de respuesta positiva para los castellano-descendientes baja casi diez puntos, hasta el 20%. "Esta sí es una tasa significativamente menor en términos estadísticos que la que observamos para los euro-descendientes en Cataluña".


De hecho, Polavieja añade que esta tasa de discriminación sería muy similar a la que sufren "los afroamericanos en EEUU cuando se les compara con candidatos anglo-descendientes curricularmente idénticos".Pero, curiosamente, la discriminación que sufren los "castellanos" en Cataluña es similar a la que sufre el grupo de descendientes africanos en Madrid. Este desprecio sólo se observa en Cataluña. Tanto en Madrid como en País Vasco, Navarra, Valencia y Baleares, los "castellanos" obtienen tasas de respuesta positiva casi idénticas a la de los "europeos-descendientes".

El segundo estudio, el experimento CAT-H, sigue con el mismo esquema; incluyendo también unas 300 encuestas adicionales de candidatos ficticios con idénticas características (experiencia laboral y residencia madrileñas), pero usando nombres y apellidos reconociblemente catalanes. Este análisis arrojó dos grandes resultados:El rechazo a los "castellanos" era similar en todas las provincias catalanas. Pero la respuesta positiva hacia los "catalano-descendientes" fue muy superior en el norte (Gerona y Lérida), con un 40%, en comparación con el sur (Barcelona y Tarragona), con un 29%

   En conclusión, vemos que Cataluña ya está rota y existe un gran desprecio/odio a lo español y encima nos piden que se les entreguen medio billón de euros por compensación a las desigualdades fiscales y de infraestructuras. Quieren marcharse ricos, en lugar de pagar por sus latrocinios y tasas protectoras que los demás españoles han soportado durante siglos.



El racismo, identitario en ciertas zonas de Cataluña, se plasmó sobre todo en los años de posguerra, en un recibimiento injuriosos y despreciativo/despectivo que transformó su integración en "una aventura penosa". A ellos se les imputará, particularmente en las primeras oleadas, toda suerte de tachas, desde la ignorancia a la delincuencia. En una carta pastoral de 1950 de Gregorio Modrego, arzobispo de Barcelona, decía lo siguiente: "Lo que más nos duele (...) es que el número excesivo de esos inmigrados da lugar, en gran parte, a la inmoralidad en nuestras urbes". Proliferaron las pintadas como "Xarnegos fora!" y el "Aquí termina Cataluña", que se podía ver a la entrada de algunos barrios. Un caso extremo es el uso del calificativo "trogloditas" para referirse a las personas que vivían en las cuevas próximas a Barcelona, como publicó el periódico Solidaridad Nacional el 7 de septiembre de 1949. "Nos referimos a auténticos trogloditas, o sea gentes que provienen de los poblados subterráneos que abundan en las provincias de Jaén, Murcia y Granada".


Por tanto, la acogida de los emigrantes "no fue precisamente una luna de miel", anota el profesor Marín Corbera. Las autoridades les acogieron con recelo, les alojaron en infraviviendas e incluso, llegaron a poner en marcha una política organizada de expulsiones (unos 15.000, entre 1952 y 1957). Los empresarios les acogieron satisfechos de poder pagarles poco y los abuelos de los Aragonés, Rufian y tantos otros aprendieron que tenían que catalanizar sus apellidos y agachar la cabeza si querían prosperar.

2 comentarios:

  1. Lo primero que hicieron los nazis , no fueron perseguir y matar judíos . Antes de nada cambiaron las leyes .ojo .
    Un caso actual es de una profesora inglesa , que sabía español y en Barcelona no pudo trabajar porque no adquirió el famoso nivel “ C”de CAGALÁN y a Los alumnos Sòlo podía hablarlos en inglés .

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  2. La exigencia de catalán, hace que falten jueces, policias y medicos.

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