LA AMNISTÍA ES SOCIALMENTE INNECESARIA. FRACASO DEL 1ºO

El estrepitoso fracaso de la celebración del 1º O, en recuerdo del año 2017, demuestra que no es necesaria una pacificación de Cataluña pues los 4.500 asistentes indican que el procés está muerto y solo el interes de Sanchez por los 7 votos de Puigdemont pone en escena la amnistía como precio mercantil, que no social ni político, a pagar por seguir en Moncloa. Tenemos así que el interés por esta ignomínia solo alcanza a quienes se beneficiarían de la amnistía y que no son otros que las habituales familias de la burguesía dominante desde hace siglos. Incluía hace un par de artículos que algunos barones territoriales, como el gallego y el asturiano, han tenido un arranque de sinceridad al instar al líder a hacer lo necesario –«haz lo que tengas que hacer, Pedro»– para revalidar el mandato. Ésa es la línea: patriotismo de partido, demostración de fuerza. Si hay que amnistiar, se amnistía a quien sea antes de jugarse la supervivencia en una repetición electoral de traza incierta; lo que no tiene otro sentido es el empeño en negarla o en disfrazarla con argumentos y consignas tan poco creíbles como la de la 'pacificación' catalana. Conceder una amnistía para evitar la alternancia política «supone utilizarla para un fin que no es el propio de esta medida» y elegir la via de la urgencia para prescindir de los informes preceptivos del Consejo de Estado, Consejo Fiscal o Consejo General del Poder Judicial sólo «pone de manifiesto la utilización torticera» que se está haciendo de esta proposición de ley.

Beneficiarios del CatExit.

Si analizamos la demografía, nos encontramos que mientras los cinco apellidos más frecuentes en Cataluña son, por este orden: García, Martínez, López, Sánchez y Rodríguez; el 80% de los consejeros nombrados hasta hoy en los Gobiernos de Cataluña tenía como primer apellido uno catalán. ¿Nos vamos enterando de quien se beneficia? Por una u otra vía llegamos siempre a las 400 familias, la burguesía económica y su cortijo particular. Mientras han pastoreado al resto de España todo ha ido satisfactoriamente pero cuando no es así:..han virado hacia posiciones secesionistas. Este cambio no es de ahora, lleva fraguándose muchos años, si bien con el traspaso de competencias de educación y la inmersión lingüística se ha acelerado en los últimos 30 años. Aquí radica el gran éxito del nacionalismo.

La última Diada, con unos 70.000 asistentes (plaza de 190m de diámetro, menos la fuente central y una densidad de 2,5 por m2= 69.132 personas, menos espacios libres y mobiliario urbano más el inicio de algunas calles). Vamos que covocan menos que Ayuso en Madrid o un Barsa-Betis. La Diada está en clara decandencia desde la 1ª que convocó Artur Mas, en 2012, ante la negativa de Rajoy a concederle un "Cupo" similar al vasco; que inicialmente, cuando empezaba a andar la Constitución, rechazó el propio Jordi Pujol; que prefería dejar, en manos del Estado, la desagradable tarea de cobrar los impuestos y quedarse él con los resultados de aplicar los presupuestos: sanidad, carreteras, escuelas, etc.

                                                                              

Diada de 2023, plaza de España

En las pasadas elecciones generales, ERC y Junts han ocupado el tercer y cuarto puesto, con una brutal perdida de votos; incluso el PP ha sacado más votos. Si le concedemos al PSC un poso "no independenista", resulta que PSC+Vox+PP (1.955.146 votos) suman casi tres veces más que ERC+Junts (755.517 votos). Así pues la amnistía es socialmente inecesaria y podría resultar anti constitucional; por lo que se maneja en la trastienda la nada prosaica compra de los votos con dinero. Tan es así que en plena negociación de Junts per Catalunya con Pedro Sánchez para seguir en la Moncloa, aquél solicita en una segunda fase, un importe de 450.000 millones de euros la «deuda histórica del Estado con Cataluña». Dejemos la épica y volvamos al asunto: ¿cuanto pagas por mis siete votos?; tejemaneje habitual como cuando el PNV se vendió en junio de 2018 a Sanchez en su moción de censura a Rajoy; por un plato de lentejas que ya le había sacado al PP para aprobarle los Presupuestos. El nacionalismo es una enorme mentira sin fundamento histórico y al servicio, como las anteriores ocasiones, de las élites dirigentes.

La burguesía empresarial, no el gran empresariado, complementada con los pequeños propietarios y productores del interior, Lerida y Gerona, piensan que la economía de proximidad es el futuro de su pequeña república soñada y han derivado a la independencia declarada; juntándose con las élites político-culturales, a las que trocear el mercado les reporta beneficios inmediatos. A esto ha ayudado la baja satisfacción de sentirse español , desde la transferencia de educación. 

Ahora Pedro Sánchez vuelve a poner al rey en una situación delicada: