Hace poco 190 años, cifra mágica, en Cataluña se producían levantamientos armados en defensa de un rey ultraabsolutista y se pedía la vuelta de la Inquisición, entre otras lindezas ultraconservadoras. Esta guerra se denominó de los agraviats o malcontents (agraviados) Hoy se piden explicaciones al Presidente de la Generalitat sobre la corrupción en su partido y por el cobro de comisiones ilegales por la adjudicación partidista de obras públicas, servicios y suministros y éste se defenderá envolviéndose en la bandera y se sentirá agraviats por el trato que recibe del Estado central, de la Guardia Civil y demás defensores de la legalidad. Malcontents con que este caso del 3%, conocido de siempre, le estalle ahora en vísperas de las elecciones mal llamadas plebiscitarias para alcanzar al fin el Nirvana de la independencia.
Curiosamente durante agosto de 1828 terminaba la ocupación de los últimos bastiones sublevados y entre septiembre y final de año Fernando VII recorrió Cataluña, parte de Aragón y Valencia poniendo fin a levantamiento de los Malcontents y Agraviats. Fin momentáneo pues nuevamente en 1833, a su muerte, se levantarían nuevamente apoyando al pretendiente Carlos María Isidro (hermano del Rey) en contra de su hija Isabel II y la Regente la reina viuda María Cristina de Borbón.
España Carlista |
Estas comarcas del interior y de los valles surpireinaicos, ya habían producido levantamiento absolutistas y contra la llegada de los liberales al gobierno, tras el pronunciamiento de Riego que en tres meses consiguió aglutinar a los liberales y obtener de Fernando VII la famosa expresión de todos con la Constitución de Cádiz y yo el primero. Resulta gracioso pues cuando volvió de Francia en abril de 1814, tras la salida de las últimas tropas francesas que estaban estacionadas en la zona del litoral catalán, lo primero que hizo fue derogar la referida Constitución; hasta el punto que se prohibió hasta su nombre.
Pues bien, con un gobierno liberal de 1820 a 1823, el conocido como trienio liberal, los aires igualitarios y centralizadores comenzaron a recorrer el país; un poco al contrario de Europa que después de desterrar a Napoleón, habían creado una Alianza para restablecer y defender a las monarquías, aunque con un matiz nuevo y menos absolutista.
Pero estos aires fueron mal recibidos en algunas zonas, entre ellas el interior agrícola de Cataluña y que coincide con los remensas de 1640 y ahora con el núcleo duro de ERC y CDC; con porcentajes de independentismo superior al 50/60%. El Priorato votó Si-si el 63,2%, Pla de l`Estany un 60% .
Llegando a instalar La Regencia en La Seo de Urgel, con un Consejo que decía representar al rey Fernando VII que estaba promulgando leyes liberalizadoras obligado y secuestrado por los liberales. Estas partidas y poblaciones sublevadas fueron reducidas por el General Mina, También participó con éxito el general liberal Milans del Bosch. Los cabecillas de la sublevación huyeron a Francia para volver acompañando al Duque de Angulema que al frente de los llamados Cien Mil hijos de San Luis entraron en España para el 1923 poner fin al liberalismo. El rey francés condicionó esta ayuda a Fernando VII con un tratado en el que se explicitaba que los liberales deberían ser respetados. PROMETER HASTA METER Y UNA VEZ QUE LA HAS SACADO, NADA DE LO HABLADO. Fernando VII hizo correr la sangre de los que no consiguieron exilarse a Francia y a Gran Bretaña.
El año 1823 fue cuando con la derrota de Ayacucho se cierra toda esperanza de mantener las provincias ultramarinas dentro de la Corona. Solo permanecieron, otros 75 años Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas. En Europa, Grecia accedía a su independencia gracias a la ayuda de Rusia, Francia e Inglaterra que derrotaron a la escuadra egipcio-turca en la batalla de Navarino en octubre de 1827, última con barcos de casco de madera y propulsión mediante velas.
En agosto de 1825 el general Bessières, ante el sentir de las bandas realistas que habían luchado contra los liberales y ahora veían que Fernando VII no aplicaba todas las duras medidas que pedían y no trataba con consideración a las Milicias ciudadanas., se puso al frente de las partidas sublevadas y llegaron hasta las puertas de Madrid, siendo derrotados en Brihuega.
En agosto de 1827, Agustín Saperes, con Josep Bussoms, toman el relevo de los sublevados que se transformaron en Descontentos y Agraviados y nuevamente se levantaron contra el absolutista Fernando VII pidiendo que volviese la Santa Inquisición (anulada por los liberales), entre otras medidas antiliberales, control de aduanas, tasas defensivas para sus productos...... Así comenzó la denominada Guerra de los malcontents o agraviats.
Al final intentaban que Fernando VII dejase el trono a su hermano Carlos María Isidro que era considerado como mucho más religioso y absolutista y reacio a liberalizar la vida española. Bien es cierto que el Infante no capitaneó ningún levantamiento ni enfrentamiento contra su hermano, mientas este vivía pero se dejaba querer y eso era interpretado como un apoyo por los levantados
El 25 de agosto de 1827 se pronunció un Manifiesto que proclamaba la Guerra de los Agraviados (o malcontents, en catalán), pidiendo el retorno de la Inquisición entre otras medidas ultrarrealistas. En esa fecha, Saperes estableció junto a Josep Bussoms (Jep dels Estanys) y otros, la "Junta Suprema Provisional de Gobierno del Principado de Cataluña" en Manresa. Dominó una gran parte de la Cataluña interior: rápidamente fueron ocupados Vich, Cervera, Valls, Reus, Talarn y Puigcerdá, y permanecieron asediadas Cardona, Hostalrich, Gerona y Tarragona. . El gobierno actuó con rapidez y decisión. El 14 de septiembre es nombrado Capitán General de Cataluña el Conde de España, el 23 el Conde de España estaba ya en Tortosa con sus tropas y el 28 el monarca y el conde entraron en Tarragona. La presencia del rey facilitó la campaña y Manresa se rindió sin lucha el 8 de octubre, y a continuación Cervera, Vich y Olot. Cuando todo el mundo pensaba en un trato benigno con los implicados, Fernando VII rechazó cualquier petición de gracia; nueve de los principales insurrectos fueron fusilados en Tarragona, mientras que unos trescientos fueron deportados.
El 25 de agosto de 1827 se pronunció un Manifiesto que proclamaba la Guerra de los Agraviados (o malcontents, en catalán), pidiendo el retorno de la Inquisición entre otras medidas ultrarrealistas. En esa fecha, Saperes estableció junto a Josep Bussoms (Jep dels Estanys) y otros, la "Junta Suprema Provisional de Gobierno del Principado de Cataluña" en Manresa. Dominó una gran parte de la Cataluña interior: rápidamente fueron ocupados Vich, Cervera, Valls, Reus, Talarn y Puigcerdá, y permanecieron asediadas Cardona, Hostalrich, Gerona y Tarragona. . El gobierno actuó con rapidez y decisión. El 14 de septiembre es nombrado Capitán General de Cataluña el Conde de España, el 23 el Conde de España estaba ya en Tortosa con sus tropas y el 28 el monarca y el conde entraron en Tarragona. La presencia del rey facilitó la campaña y Manresa se rindió sin lucha el 8 de octubre, y a continuación Cervera, Vich y Olot. Cuando todo el mundo pensaba en un trato benigno con los implicados, Fernando VII rechazó cualquier petición de gracia; nueve de los principales insurrectos fueron fusilados en Tarragona, mientras que unos trescientos fueron deportados.
A la muerte de Fernando VII, volvieron a las armas para apoyar la pretensión de Carlos María isidro al trono en contra de su sobrina, recién nacida, Isabel. Esta guerra, la 1ª carlista, duró siete años y llevó a España a la ruina más absoluta. terminó en 1840 con el abrazo de Vergara entre los generales Maroto y Baldomero Espartero.
Abrazo de Vergara entre Maroto y Espartero |
No habían transcurrido dos años cuando el Jefe de Gobierno y Regente, el liberal Baldomero Espartero tuvo que bombardear Barcelona, ante el levantamiento de la ciudad por el rumor de que se iba a liberalizar el comercio exterior y a rebajar el arancel que protegía el textil catalán, frente al inglés que era mejor y más barato.
Hoy viviremos la enésima tergiversación de la historia y Tahúr Más volverá a hablar de la Diada y de la Cataluña que pierde su independencia en 1714, se sentirá agraviado porque le investigan por chorizo o por jamón en portugués. MENTIRA Y GORDA cien años después Cataluña vertía su sangre en defensa del rey Fernando VII y 10 años después morían por el deseado rey carlista Carlos María Isidro. Luchaban y morían voluntariamente por el Rey de España
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