El próximo domingo, 24 de abril, se cumplen 100 años, de la Declaración Unilateral de Independencia de Irlanda frente al Reino Unido. Es conocido este levantamiento como la Pascua de Sangre. Resulta curioso como el independentismo catalán hace bandera de los referéndum independentistas de Quebec y Escocia, aunque hayan fracasado, pero ignora el de Irlanda que sí llevó a la independencia de la parte sur de la Isla. En todos estos casos, perdieron su independencia a manos inglesas pero no dejaron de ayudar y participar en todas las guerras en que G.B. se vio inmersa: napoleónicas, India, Balcanes, Iª y 2ª G.M. Cataluña se unió pacíficamente a Castilla para formar el reino de España hace más de 500 años y rarísimamente ha salido de sus fronteras para participar en las aventuras de la corona española. Aprovechando el momento de debilidad del ejército inglés por estar inmerso en el tercer año de la Iª G.M., el lunes 24 de abril de 1916, parte de los Voluntarios Irlandeses (brazo armado de la Hermandad Republicana Irlandesa o IRB), encabezados por el maestro y abogado Patrick Pearse, así como el reducido Ejército Ciudadano Irlandés del líder sindical James Connolly, tomaron posiciones clave de la ciudad de Dublín, donde proclamaron la República Irlandesa.
Irlanda había disfrutado de independencia durante muchos siglos, en los que normandos y gaélicos se habían disputado el territorio, hasta que Enrique II de Inglaterra, en 1171, temiendo la creación de un estado normando rival, invadió Irlanda para establecer su autoridad. Este hecho provocó el fin de los «Reyes Supremos Irlandeses» y, comenzó el periodo que culminó con ocho siglos de dominación inglesa sobre la isla. A partir de 1250 los nativos fueron recuperando la mayor parte del territorio hasta que en 1536 Enrique VIII de Inglaterra decidió conquistar definitivamente Irlanda para transformar el vasallaje, más o menos respetado, en una dependencia total de la corona. Esta ocupación total llevó casi un siglo y en la defensa de los católicos intervinieron algunos españoles que habían naufragado en la Armada Invencible en 1588. Una década posterior, Felipe II organizó otra armada para ayudar con armas e infantes a los católicos irlandeses, Guerra de los Nueve Años (1594-1603), en contrapunto del apoyo de Isabel I a los protestantes de las provincias Unidas (Holanda). Esta escuadra fue parcialmente puesta fuera de combate antes de zarpar y cuando lo hizo solo consiguió desembarcar en el sur de Inglaterra hasta que se retiró sin mas historia.
A pesar de la conquista, los antiguos monasterios conservaron la religión católica de los pobladores del primer milenio. Cuando Inglaterra se abrazó al protestantismo, principalmente los señores feudales y los ingleses repobladores, más de la mitad de la isla siguió siendo católica. Como hemos comentado, en 1588 llegaron náufragos de la Armada Invencible que dependiendo de donde naufragaron, fueron recibidos amablemente o fueron aniquilados. De esos naufragios llegaron a la costa con los españoles grandes cantidades de patatas que fueron la salvación de la agricultura y del hambre durante muchos siglos. Últimamente las corrientes marinas y fuertes temporales han rescatado de la arena algunos restos de estos barcos naufragados en la costa irlandesa.
A pesar de la conquista, los antiguos monasterios conservaron la religión católica de los pobladores del primer milenio. Cuando Inglaterra se abrazó al protestantismo, principalmente los señores feudales y los ingleses repobladores, más de la mitad de la isla siguió siendo católica. Como hemos comentado, en 1588 llegaron náufragos de la Armada Invencible que dependiendo de donde naufragaron, fueron recibidos amablemente o fueron aniquilados. De esos naufragios llegaron a la costa con los españoles grandes cantidades de patatas que fueron la salvación de la agricultura y del hambre durante muchos siglos. Últimamente las corrientes marinas y fuertes temporales han rescatado de la arena algunos restos de estos barcos naufragados en la costa irlandesa.
Cañón de la nao La Juliana, naufragada en Irlanda junto con otros barcos y mas de 3000 marineros |
En 1800 el parlamento irlandés aprobó el Acta de Unión, la cual fusionó el Reino de Irlanda con el Reino de Gran Bretaña (en sí mismo una fusión de Inglaterra y Escocia en 1707) para crear el Reino Unido. El antagonismo irlandés hacia Inglaterra se vio agravado por la situación económica de Irlanda en los siglos XVIII y XIX ; en un suelo poco fértil, muy rocoso y con un clima muy lluvioso; lo que dificultaba enormemente muchos cultivos. La patata, llevada por los náufragos españoles en 1588, se transformó en un monocultivo salvador pero cuando en 1845 una plaga asoló los cultivos de patatas, se produjo una crisis nacional, obligando a millones de Irlandeses a emigrar. Aún hoy la población es menor, poco más del 75%, que hace 200 años.
Entre 1886 y 1912 se presentaron varios proyectos de ley para otorgar autonomía a Irlanda, pero ninguno de ellos fue exitoso. El último intento daba un margen de dos años para volver a intentar su aprobación en la Cámara de los Lores, período que fue aprovechado por las fuerzas antagónicas mediante la creación de los Voluntarios del Ulster en el norte y los Voluntarios Irlandeses en el sur. Estos dos grupos se armaron fuertemente importando miles de rifles y munición desde la Alemania Imperial. En 1914 la Cámara de los Comunes finalmente adoptó la autonomía, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial significó que el proyecto de ley fue pospuesto por la duración de la guerra. Los Voluntarios del Ulster y gran parte de los Voluntarios Irlandeses se unieron al ejército británico, sufriendo considerables bajas. Ambos bandos pensaban que Londres los favorecería después de la guerra. Participaron 200.000 hombres y murieron cerca de 40.000, de ellos 5.500 el 1 de julio de 1916 en la ofensiva del Somme; 5.500 en un solo día.
En esta situación y pensando en la debilidad del contrario y olvidando la propia, se fraguó el levantamiento del 24 de abril de 1916. No contó con demasiados apoyos pero sembró la semilla de la independencia; recogida por los que volvieron de la guerra y que quisieron poner en valor el sacrificio que habían efectuado.
En esta situación y pensando en la debilidad del contrario y olvidando la propia, se fraguó el levantamiento del 24 de abril de 1916. No contó con demasiados apoyos pero sembró la semilla de la independencia; recogida por los que volvieron de la guerra y que quisieron poner en valor el sacrificio que habían efectuado.
Voluntarios Irlandeses participes en la rebelión |
Hubo elecciones y Sinn Féin, ganador de la mayoría de los escaños por Irlanda, dio el primer paso cuando decidió en 1918, de manera unilateral, crear un Parlamento propio en Dublín y escindirse del Reino Unido; ¿nos suena a algo cercano?. Al mismo tiempo, los Voluntarios Irlandeses se transformaron en el Ejército Republicano Irlandés (Irish Republican Army, IRA), y comenzaron las hostilidades entre éstos y las fuerzas estatales británicas, dando comienzo a la Guerra Anglo-irlandesa.
En 1920 se firmó la Ley de Gobierno de Irlanda (Government of Ireland Act), que dividía la isla de Irlanda en dos jurisdicciones, Irlanda del Sur e Irlanda del Norte. Esta división, se transformo en definitiva a petición de la zona norte y se confirmó en el Tratado Anglo-Irlandés de 1921, en el que además se creaba un Estado Libre Irlandés.
Los sueños unitarios de Connolly fueron abandonados por Éamon de Varela y Michel Collins que en 1921 aceptaron la división de Irlanda y derrotaron a los que querían conquistar la independencia del todo el territorio. La Guerra Civil Irlandesa tuvo lugar entre 1922 y 1923 a causa de la división que provocó en el Sinn Féin la aceptación del Tratado anglo-irlandés, firmado en Londres el 6 de diciembre de 1921, por medio del cual se había establecido lo que sería el Estado Libre de Irlanda.
O`Duffy en el centro. |
Leam Nesson como Michael Collins, 1916 |
En 1937, después de quince años con este sistema de gobierno, el país se separó de la Mancomunidad Británica de Naciones y se creó el cargo de Presidente de Irlanda. En 1949, después de algunos años de indefinición sobre su forma de gobierno, el país se convirtió formalmente en una república adoptando su nombre actual, República de Irlanda. 80/100 años después y tras 30 años de atentados y 3600 muertos, la división en la sociedad, se mantiene. Niños y niñas católicos siguen estudiando en su mayoría en escuelas católicas. Lo mismo hacen los hijos de familias protestantes, mientras que el mercado de la vivienda sigue segregado y la mayoría de los muros que dividían físicamente a las comunidades siguen en pie. Kilómetros de barreras y muros que el Gobierno de Irlanda del Norte quiere eliminar para 2023 y que solo echará abajo con el consentimiento y apoyo de una población que se resiste.
En 1936, el general EOIN O'DUFFY , amigo y colaborador de Connolly, vino a España con voluntarios irlandeses católicos para pelear en el bando franquista. Formaron una unidad de 800 hombres, una bandera, la XV, con la que participaron en combate en la zona del Jarama. También hubo voluntarios, en menor número, republicanos irlandeses en las Brigadas Internacionales pero no quisieron unirse al batallón británico y lo hicieron con el batallón Lincoln, americano.
Naturalmente cada pueblo escribe su historia como puede y le dejan los acontecimientos y situaciones, pero cuando hoy 20 de abril de 2016, el Presidente de la Generalitat viene, con su lista de agravios a imagen y semejanza de Artur Mas y antes Almirall a Alfonso XII..., a entrevistarse con el Presidente del Gobierno de España, aunque sea en funciones, en una situación de desobediencia institucional con una DUI en el parlamento de Cataluña. No podemos dejar de pensar en que deberíamos aprender de historias ya vividas. Las DUI suelen terminar en sangre y con la sociedad dividida. Conocemos Vietnam del norte y del sur y como se unieron; Corea del Norte y del Sur y como surgieron....; ¿donde y como terminaremos?.
Sin embargo, aunque en esencia la historia es repetición de la historia, siempre hay matices que la hacen interesante y tambien como no... sorpresas.
ResponderEliminarExcelente reseña de la historia irlandesa y su vinculación con la española. Ahora Otegi irá a regodearse en su nicho de terroristas con lo que queda del I.R.A, mientras la izquierda de España lo enaltece como un "héroe". Es que hay tontos en todas partes y son una raza. Saludos cordiales y por favor, continúa enviando tus inteligentes artículos.
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