Ayer, 28 de abril, aparece en la prensa un nuevo error de Ahora Madrid al confundir a Ramón Franco, que con el hidroavión Plus Ultra batió el record mundial de distancia volando hasta Buenos Aires, con su hermano Francisco Franco. Ramón fue diputado por ERC. La insistencia en la vergonzosa Ley de Memoria Histórica me trae a la memoria un artículo escrito por Alfonso Ussía, en noviembre pasado, sobre su abuelo el gran autor teatral, Pedro Muñoz Seca. La Alcaldesa de Madrid, la misma que soñaba premonitoriamente el domingo con el último minuto a la yugoslava para que sus amigos y conmilitones podemitas alcanzasen un acuerdo de gobierno con el ¿impúdico? Pedro Sánchez, se enorgullece de que el Ayuntamiento de Madrid haya aprobado, el pasado día 27, la creación de una Comisión de la Memoria Histórica; con los votos favorables de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos. El Partido Popular se abstuvo después de proponer que el expediente quedara sobre la mesa hasta el Pleno de mayo al no incorporar los informes de la Intervención y la Asesoría Jurídica que avalasen su creación. Este órgano estará presidido por la socialista Francisca Sauquillo. Siguen con la mal llamada Memoria Histórica que no deja de ser un intento tardío, 76 años ha, de ganar nuestra penosa guerra civil.
Vuelven los de Manuela Carmena con la mal llamada Ley de la Memoria Histórica cuando aún no nos habíamos recuperado del tremendo susto vivido el martes por la mañana, al ver como Mariano Hernando presentaba con una sonrisa de oreja a oreja, la propuesta del Pacto del Prado que Compromís, los amigos de Manuela Carmena, había enviado a la sede del PSOE con 30 puntos para un acuerdo de gobierno que nos birlara a última hora nuestro derecho a votar. El portavoz socialista aceptaba 27 de las propuestas y a las otras tres les añadía algún discreto matiz. Esta mejoría de la muerte, como diría un castizo, duró poco al ser desarbolada por Albert Rivera que simplemente reconoció que ni se molestaba en tomarla en consideración. ¡¡ Que susto!!
Volviendo a nuestra alcaldesa y su insistencia, debe ser que no hay cosas ni necesidades mas importantes para los madrileños que cambiar nombres de calles y retirar placas y monumentos. naturalmente solo de un bando, como defiende su teniente de alcalde Sr. ¿Valiente? Rufián, Valiente,...vaya puntería con los apellidos. Hace un par de meses ya vivimos la metedura de pata de la concejal de ¿cultura? Celia Mayer por eliminar la placa de los ocho carmelitas de Carabanchel y su posterior reposición; el intento de eliminar nombres de militares ilustres y espías famosos, cuyos nombres e historia confundía e ignoraba. Nuevamente vemos que insiste en su persecución desnortada e inculta, tomando como objetivo la placa de la calle que recuerda al comandante Franco por su hazaña: 1º vuelo España-América, con escalas. Acontecimiento que hace poco mas de un mes celebró sin pena ni gloria sus 90 años. Los cuatro tripulantes del hidroavión fueron el comandante Ramón Franco, el capitán Julio Ruiz de Alda, el teniente de navío Juan Manuel Durán y el mecánico Pablo Rada. Del avión puede verse una réplica en el museo del ejército de Cuatro Vientos, pues el original se conserva en Buenos Aires. Ramón Franco era republicano y participó en el levantamiento, para derrocar a Alfonso XIII, de diciembre del 30, junto a Hidalgo de Cisneros; que luego sería el jefe de la avión republicana durante la guerra. Durante la República ostentó cargos de confianza y fue diputado por Esquerra Republicana de Cataluña (partido de Companys). Al comienzo de nuestra G.C.intentó alistarse con la República pero Azaña se lo desaconsejo y cuando su amigo Ruiz de Alda fue asesinado en la Modelo, cedió a las presiones de su hermano. Murió en un accidente aéreo en el 38 como jefe de la base aérea de Palma de Mallorca, cuando iba en una misión de bombardeo.
Ramón Franco, piloto del hidroavión Plus Ultra |
Un pequeño recordatorio del curriculum de quien va a presidir la Comisión: Francisca Sauquillo; en sustitución de la cátedra de memoria histórica en la que se apoyó la desastrosa concejala de cultura, Celia Mayer. Sauquillo estuvo, al inicio de su vida pública, vinculada a movimientos cristianos de base con el padre Llanos en El Pozo del Tío Raimundo; posteriormente se afilió a la Organización Revolucionaria de los Trabajadores (ORT), de ideario maoísta. En 1979 fue cabeza de lista de la candidatura conjunta al Ayuntamiento de Madrid, de la ORT y el Partido del Trabajo de España (PTE). En resumen maoísta y una escisión del PSUC (PCE de Cataluña). Vamos una travesía de unos 15 años por la extrema izda., antes de recalar en el PSOE en 1987 como otras figuras del PCE y del PTE. Diez años antes se salvó, afortunadamente, de la matanza de Atocha, en la que si fue asesinado su hermano. La socialista Mar Espinar se felicitó de que una compañera de partido esté al frente del Comisionado y aprovechó para recordar los errores cometidos por Mayer: “Con Paca Sauquillo no va a haber sectarismo, ni errores de primero de preescolar". Ojalá pero los antecedentes no parecen acompañar a su afirmación.
Esperemos que se resuelva una injusticia aún sigue pendiente un reconocimiento al Schindler español: el anarquista Melchor Rodríguez , conocido como el Ángel Rojo. Sevillano de la más mísera extracción social, probó el toreo sin éxito, fue calderero y líder anarquista de la CNT. Delegado de Prisiones de Madrid, paró personalmente una columna de camiones de la CNT que iban a fusilar a Paracuellos armado de una pistola sin peine de balas porque no quería matar a nadie en un descuido. «Hay que dar la vida por las ideas, pero jamás matar a nadie por ellas».; (frase que bien podría recordarle Pablo Iglesias a Otegui y demás etarras). Mientras fue Director de Prisiones no se permitía sacar a nadie sin juicio y sin su firma. Muchas vidas salvadas. También impidió el asalto a la cárcel de Alcalá y más de 1500 personas le deben la vida: Muñoz Grandes, Valentín Gallarza, Serrano Suñer, Rafael Mazas, al doctor Gómez Ulla, Raimundo Fernández Cuesta, Ricardo Zamora, o los hermanos Rafael, Cayetano, Ramón y Daniel Luca de Tena, entre otros. A su muerte en 1972 se cantó A las barricadas, a las barricadas... y su entierro reunió en hermandad a anarquistas y franquistas agradecidos. Ahí se veía el germen de nuestra reconciliación previa a la Transición.
Pero seguiremos viendo como en base a la mal llamada memoria Histórica, se tergiversa parte de la historia vivida hace 80 años, en los meses de julio del 36 a mayo del 37. En estas fechas las milicias descontroladas cometieron tales desmanes que el propio Churchill se negó a darle la mano al embajador de la República en Londres (Pablo de Azcárate) y el Foreign Office rechazó la ayuda que solicitaba la República al considerar que ésta no tenía un Gobierno estable; estando el país regido por la chusma. Estas actuaciones también frenaron el apoyo inicial del gobierno de Francia, un Frente Popular presidido por León Blum. Hay un magnífico y recomendable libro, que acabo de leer, escrito por el historiador Ángel Viñas, titulado La Soledad de la República.
En agosto la turbamulta asaltó la cárcel Modelo y entre otros asesinaron a Ruiz de Alda (compañero y amigo de Ramón Franco en el vuelo del Plus Ultra y a Melquiades Álvarez, fundador en 1912 del partido Reformista en el que militó Manuel Azaña; que siempre respetó al que consideraba su padre político y cuya muerte le afectó tremendamente. Ahí empezó el desanimo de Azaña por una República que no era como la había soñado. También en el mismo agosto, el 16, el General López Ochoa, republicano y masón, que frenó la violencia legionaria en la pacificación del levantamiento de Asturias, enfrentándose a Yagüe. El general Sebastián Pozas Perea, efímero ministro de la Guerra en el Gobierno de concertación de Martínez Barrio, preocupado por el destino de su amigo Ochoa, lo hizo ingresar en el Hospital Militar, imaginando que allí estaría a salvo de la acción de la turba. Se equivocó: allí fueron a buscarlo, lo sacaron en un ataúd y le decapitaron; algunos dicen que para usar su cabeza como balón de futbol. ¿?. No sigan con la Desmemoria Histórica, no sean tendenciosos y vengativos. Respetemos a los que quieren localizar a sus familiares, de ambos bandos, pero guardemos los rencores y miremos hacia el futuro de concordia como teníamos hasta 2004. Ahora el relato sobre la muerte de D. Pedro Muñoz Seca, por su nieto.
Melchor Rodríguez, el Ángel Rojo |
En agosto la turbamulta asaltó la cárcel Modelo y entre otros asesinaron a Ruiz de Alda (compañero y amigo de Ramón Franco en el vuelo del Plus Ultra y a Melquiades Álvarez, fundador en 1912 del partido Reformista en el que militó Manuel Azaña; que siempre respetó al que consideraba su padre político y cuya muerte le afectó tremendamente. Ahí empezó el desanimo de Azaña por una República que no era como la había soñado. También en el mismo agosto, el 16, el General López Ochoa, republicano y masón, que frenó la violencia legionaria en la pacificación del levantamiento de Asturias, enfrentándose a Yagüe. El general Sebastián Pozas Perea, efímero ministro de la Guerra en el Gobierno de concertación de Martínez Barrio, preocupado por el destino de su amigo Ochoa, lo hizo ingresar en el Hospital Militar, imaginando que allí estaría a salvo de la acción de la turba. Se equivocó: allí fueron a buscarlo, lo sacaron en un ataúd y le decapitaron; algunos dicen que para usar su cabeza como balón de futbol. ¿?. No sigan con la Desmemoria Histórica, no sean tendenciosos y vengativos. Respetemos a los que quieren localizar a sus familiares, de ambos bandos, pero guardemos los rencores y miremos hacia el futuro de concordia como teníamos hasta 2004. Ahora el relato sobre la muerte de D. Pedro Muñoz Seca, por su nieto.
EN LA CÁRCEL
Alfonso Ussía
Cuando escribo es 28 de noviembre. Casualidades del destino. Se casa el hijo de unos grandes amigos y se celebra a pocos centenares de metros del lugar del genocidio. Hace 79 años, cayó acribillado por las balas el abuelo, y hoy el nieto acude a una boda siguiendo la ruta de la muerte. Lo escribí meses atrás. A don Pedro Muñoz-Seca no le dieron tiempo para ser franquista. Lo mataron – como recuerda Julio Merino hoy en LA RAZÓN –, por los únicos delitos de ser de derechas, católico, monárquico y el autor de teatro más celebrado y popular durante la Segunda República. Aunque su obra magna, «La Venganza de Don Mendo» – la más representada de la historia del teatro español –, se estrenó con rotundo éxito el 20 de diciembre de 1918 en el Teatro de la Comedia de Madrid, ciudad en la que vivió, tuvo nueve hijos y estrenó más de doscientas obras teatrales. Don Pedro había estrenado en Barcelona su comedia «La Tonta del Rizo» el 18 de julio de 1936. Le anunciaron que la Policía comunista le seguía. Se ocultó en Barcelona, y por una delación, fue detenido por dos comisarios el 4 de agosto. Don Pedro estaba acompañado de su mujer, mi abuela, Asunción Ariza Díez de Bulnes. Curiosa detención. Viajaron a Madrid con escala en Valencia. Allí pernoctaron en el «Regina Hotel», sito en la calle Lauria. La factura la pagó el detenido, lo cual resulta sorprendente. La tengo ante mis ojos. «Dos baños, 6 pesetas. Una naranjada, una peseta. Dos gaseosas, una peseta. Un «Diamante», seis pesetas. Una botella de «Solares», tres pesetas. Cuatro comidas, 28 pesetas. Tres cafés y una manzanilla, tres pesetas. 15% de servicio, 7 pesetas. Total a pagar, 57 pesetas».
En Madrid, fue liberada mi abuela mientras don Pedro ingresaba en la cárcel-checa de San Antón. Escribió a su familia desde la cárcel 41 postales y tres cartas, la última de ellas, estremecedora. Al principio optimistas y bienhumoradas, y a partir de octubre resumidas en la melancolía. En una de ellas pide a su mujer que le lleve abrigos, libros y la bigotera. «Mis bigotes se han desplomado y parezco Don Quijote». Se convirtió en el centro de la atención entre los presos. Se especializó en la limpieza de las lentejas que comían casi a diario. Levantaba ánimos y optimismos. Pero en sus soledades – las cartas lo prueban –, sabía que su final estaba resuelto y decidido. Asesinaron a todos sus amigos, militares y marinos, y con éstos a sus hijos, algunos de los cuales no habían cumplido los catorce años. Largo Caballero y Santiago Carrillo organizaron la masacre. El 27 de noviembre, se reunió con Cayetano Luca de Tena y Julián Cortés-Cavanillas. Les entregó algunos objetos. – Me han anunciado que mañana salgo en la expedición –. A las dos de la mañana del 28 firma su última carta a su mujer. «Como comprenderás, voy bien preparado y libre de culpas. 28 de noviembre de 1936». Al oir su nombre, sale airoso y con la sonrisa que simula la emoción. No puede abrazar a sus amigos porque le atan con un fino bramante las manos por la espalda. Le quitan uno de sus abrigos. Hace frío, y con el frío don Pedro era muy andaluz. Su reloj de bolsillo y su cadena le son también sustraídos. Sus célebres bigotes altivos y decimonónicos caen al suelo entre las risas de los milicianos. – Sin bigotes, está usted Ridículo –. En Paracuellos fuma un cigarrillo mientras fusilan a los primeros cincuenta inocentes del día. Don Pedro va en la segunda tanda. Muere junto a un padre agustino. Para que sus ejecuciones fueran más eficaces, los verdugos usaban fusiles y ametralladoras con soporte fijado al terreno. Su grito de «España, viva Cristo Rey» es silenciado por una ametralladora. El preso encargado del enterramiento en las fosas comunes contó catorce impactos en el cuerpo sin vida de don Pedro. Trece y el tiro de gracia, que le atravesó la cabeza de sien a sien. Hoy es 28 de noviembre y acudiré a una boda que se festejará frente al campo del sacrificio, del genocidio socialista y comunista de Paracuellos del Jarama.
"En Roma se han iniciado los trámites para su beatificación. En Madrid le quitan la calle por ser lo que nunca le permitieron elegir. Señora Alcaldesa. También a usted, títere Carmona. Permítanme que les muestre mi público desprecio".
Aquí el enlace sobre las andanzas de otro abuelo, el de Pablo Iglesias, por si es de su interés.
Aquí el enlace sobre las andanzas de otro abuelo, el de Pablo Iglesias, por si es de su interés.
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