martes, 20 de octubre de 2020

PEDRO SANCHEZ Y LA "LUCHA ARMADA" DE ETA.

Otra metedura de pata gloriosa o una ignomínia más que añadir a su larga lista. La prestigiosa empresa GAD3 acaba de hacer una encuesta sobre el desafío que supuso la banda terrorista ETA, para la democracia española. De los resultados de la misma, resaltar que 7 de cada 10 españoles no reconocen a José Antonio Ortega Lara, cuya imagen,  totalmente degradado, con una larga barba, golpeó a la ciudadanía, De la misma época es la figura de Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua vilmente asesinado por la banda criminal ETA. Así, mientras que más del 75% de  los adultos encuestados, entre 35 y 80 años, saben decir quién es cuando se le muestra la fotografía más popular del edil del PP, 6 de cada 10 encuestados entre los 18 y 35 años no reconocen a Miguel Ángel Blanco e ignoran todo sobre el Espíritu de Ermua. Alguien puede pensar que es incomprensible, pero Pedro Sanchez nos ayuda a comprenderlo cuando en un tweet adjetiva a sus asesinatos como, "lucha armada" o cuando se dirige al diputado de Bildu para expresarle su sentido pésame por el suicidio de un etarra encarcelado; olvidando hacerlo con los 200 suicidios, anuales, entre personal de las fuerzas armadas y de policía/guardia civil/funcionarios de prisiones.




La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha anunciado esta tarde, 20O, en la sesión de control al Gobierno en el Senado que la nueva Ley de Memoria Democrática reconocerá el «derecho de las familias que tienen víctimas en el Valle de los Caídos a recuperar a sus familiares". Calvo reconoce que es «una tarea complicada, lo sabemos, que requiere mucho rigor de identificación, de esfuerzo de todo tipo, pero nos empeñaremos con todas nuestras fuerzas porque esos compatriotas que viven, que llevan décadas esperando que sus familiares puedan ser recuperados y dignificados necesitan una respuesta de esta democracia, de esta extraordinaria democracia que ahora somos y en la que todos rendimos cuentas». Olvida interesadamente que entre los enterrados en el Valle de los Caídos, se encuentran más de 12.000 cuerpos, sin identificar, trasladados desde los frentes de Belchite y el Ebro. Se encuentran en mal estado y con una importante mezcolanza, que dificulta/imposibilita cualquier intento racional de identificación. Si a esa dificultad añadimos los 20.000 enterrados e identificados del bando nacional, que seguramente sus familiares se negarán a que sean removidos para buscar restos ajenos, no se podrá actuar, pues no puedes sacar restos sin el permiso de sus familiares; tambien vale para los familiares de los otros 12.000, que tambien han de dar su permiso. ¡Imposible!, ¿van a bucear entre un mar de huesos, sin referencias?. Tendremos un caso similar al de Franco multiplicado por mil y sin el argumento de que se le exhuma por no haber fallecido en la guerra. Otra cortina de humo que quedará en agua de borrajas, aunque alguno sacará tajada. ¿Para resolver parte de estos problemas y conseguir otra foto para su álbum de líder mundial?, Sanchez viaja próximamente a ver al PAPA. No olvidemos que por ahora, el Valle de los Caídos es un cementerio y una Basílica Pontificia.


Por supuesto, nada comparable con las familias que esperan que se esclarezcan esos 300 asesinatos de la banda terrorista ETA; mientras soportan como este gobierno sigue acercando al País Vasco a sanguinarios terroristas que no solo no se arrepienten, sino que se niegan a ayudar a esclarecer esos 300 asesinatos. Tambien consiente los homenajes a los asesinos que vuelven a sus pueblos, una vez cumplida su pena que se ha beneficiado de rebajas sin fin. También tienen que aguantar charlas de esos condenados, en las universidades vascas; incluyendo el derecho a la reparación de las víctimas de los abusos de la violencia por parte del Estado. 

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