Nuevamente nos encontramos con un miembro del gobierno, la ministra de Trabajo, que se anota falsos masters , en su curriculum y a la que no le aplicaran la nueva y blanda ley: Plagiar tesis doctorales o trabajos de fin de grado o máster se sancionará administrativamente con entre dos meses y tres años de expulsión de la universidad. No acarreará la retirada del título de doctor, como ocurre en Alemania, Si en los campus privados se plagia, se quedarán fuera de las sanciones. El texto ha sido consensuado con los rectores y con los estudiantes, pero voces universitarias ven muy "liviana" la sanción por copiar la obra ajena, sobre todo porque deja en una situación de impunidad a los plagiadores que ya no están en la universidad. Es imposible pensar que en algún país civilizado se demuestre que el presidente del Gobierno ha hecho con su tesis doctoral la mitad de lo que sabemos que hizo Pedro Sánchez y no presente inmediatamente su dimisión. Sin excusas, sin dilaciones, de forma inmediata, avergonzado y pidiendo perdón, se marcharía por decencia, honestidad y dignidad; pero eso es pedir demasiado para un personaje indecente, carente de dignidad y con una cara dura insuperable.
Nuevamente sale a la palestra la tesis plagiada y plena de errores del Presidente del gobierno, en clara comparación con la última ministra alemana dimitida por mucho menos. En Alemania con los doctorados no se juega. La ministra de Familia, la socialdemócrata Franziska Giffey, dimitió hace unos días, por presunto plagio en su tesis doctoral, un asunto que la acompaña desde hace tres años. Acusada en el 2019 por la plataforma colaborativa VroniPlag Wiki de haber copiado o no atribuido fragmentos de su tesis sobre política europea en la Universidad Libre de Berlín (FU), Giffey había ido sorteando la situación hasta ahora. La de Giffey es la primera retirada de un Ministerio federal para el SPD, pero la tercera para Merkel. En 2011 sacudió su Gobierno la retirada de su entonces ministro estrella, el titular de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU). Guttenberg negó durante meses las acusaciones de plagio. Más dolorosa para Merkel fue la retirada en 2013 de su ministra de Investigación, Annette Schavan, por idénticas sospechas. Aquí crujieron a Cristina Cifuentes por un master que no era especialmente habilitante.
En octubre de 2019, La directora general de Educación Concertada, Becas y Ayudas al Estudio de la Comunidad de Madrid (PP), Concepción Canoyra, dimitió tras la publicación de una información que le acusa de haber plagiado parte de su tesis doctoral en la Universidad Camilo José Cela; presentada 4 días después que la de Pedro Sanchez.
La Universidad Camilo José Cela sabía al menos desde diciembre de 2018 que la tesis con la que se doctoró el ahora presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estaba plagada de errores tanto formales como conceptuales, y en tal cantidad que habría bastado para paralizar su presentación.
Tras las informaciones
aparecidas en ABC sobre las sospechas de plagio de la tesis, el doctor ingeniero industrial Miguel Hernández Mateo comprobó tras un análisis detallado que, además, «el trabajo era un auténtico despropósito desde el punto de vista formal». «No tiene un pase», añade. Como informó este diario en octubre de 2018, el análisis del doctor Hernández detectó más de 300 correcciones a realizar solo en una muestra aleatoria de varios capítulos. Errores como que unos %, sumaran más de 100; confundir el billón americano con el europeo (mil veces mayor),...
Tras completar su análisis, lo puso en conocimiento del rector en ese momento de la Universidad Camilo José Cela, Samuel Martín-Barbero, mediante carta certificada; sin recibir contestación, a pesar de insistir nuevamente.
Aquí una muestra de que el presunto master es un simple diploma de aprovechamiento de un curso de perfeccionamiento. Es evidente la desfachatez ministerial de muchos de los ministros del gobierno, que tras las dos primeras salidas han echado el freno y tener sociedades instrumentales tampoco es motivo de cese. Es más, incluso dimisiones voluntarias como la de Pablo Iglesias, se ha enmascarado en un cese para que así puede cobrar un sustancioso subsidio mensual de 5.000€; cuando en el mercado laboral si dimites, te vas con las manos en los bolsillos. Debe ser que para el gobierno, dimitir es un nombre ruso. En el departamento de Nadia Calviño también se han producido dimisiones notables que han pasado de puntillas por los mentideros políticos e informativos. No sea que la enfermedad se extienda y así vemos como numerosos políticos y empresarios contrarios a los indultos a los presos del procés, se van pasado al apoyo efusivo, en cuanto Pedro Sánchez ha empezado a comprar voluntades: la financiación a sindicatos y CEOE se han disparado. Los de la medalla al Mérito Militar a Garamendi, supera el decoro más elemental y ofende a cualquier militar que se considere digno de serlo.
Presentar con la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, la aprobación de las cuentas y planes para la inversión de los manidos 140.000 millones, ha ablandado a los sensibles empresarios catalanes, deseosos de volver a las clásicas ventajas, aranceles, etc., salpimentado con la burda propuesta de retirada de las mascarillas; sin contar con las CCAA, demuestran nuevamente la catadura moral del Presidente; pero que puede esperarse de un cínico como este personaje. Aquí un pequeño resumen de sus frases más famosas:
En resumen, un TIRANO, en cuya definición, hace siglos, el Padre Juan de Mariana destacaba tres rasgos: su vileza moral, el atropello de los derechos y propiedades de los demás, y el desprecio sistemático de todas las leyes, sustituidas por su despótica voluntad, que es su única Ley
Para otro artículo dejaremos a Sánchez persiguiendo a un anciano, por espacio de 30 segundos; para vergüenza de todos los españoles. La desfachatez es máxima, pero no será la última y está en línea con el comienzo de este artículo: Es imposible pensar que en algún país civilizado se demuestre que el presidente del Gobierno ha hecho con su tesis doctoral la mitad de lo que sabemos que hizo Pedro Sánchez y no presente inmediatamente su dimisión.
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