jueves, 27 de diciembre de 2018

MÁS LUZ DE GAS. AHORA LAS FOSAS COMUNES. VIVA LA CRISPACIÓN

Pedro Sanchez, sale de un charco de barro para adentrarse en otro de estiércol. Se aferra al cargo con la desesperación del hambriento, rectificándose sin pudor a sí mismo y descomponiéndose al paso del tiempo; como nos ha aclarado su fiel Carmen Calvo:
que nada de lo que dijo antes de llegar a La Moncloa tenía valor alguno; que Pedro Sánchez líder del PSOE era una persona y Pedro Sánchez jefe del Gobierno otra muy distinta.
En julio en el Congreso, por boca de su ministra de justicia Dolores Delgado, el gobierno plantea como objetivos prioritarios de su recién estrenada legislatura: sacar a Franco del Valle de los Caídos antes de que termine julio (principal problema de los que preocupan a los españoles) y otro era exhumar las fosas en que descansan las víctimas del franquismo; para lo que comienza constituyendo la Dirección General para la Memoria Histórica. La última ocurrencia, 26 de diciembre, de Sánchez es querer instaurar el día de las víctimas del franquismo. Viva la crispación.
La obsesión de Pedro Sanchez
El primer objetivo, sacar a Franco del Valle de los caídos y evitar su entierro en la Catedral de la Almudena es obsesivo para Pedro Sanchez. Sería bochornoso si no evita que Franco pase a descansar en el centro de Madrid, junto a la Plaza de Oriente en que el Dictador daba sus mayores y escasísimas arengas y/o celebraciones. No olvidemos que Franco no era un buen orador y no gustaba de exhibirse como tal. Este objetivo, seis meses después, sigue sin resolver y parece que no va a cerrarse a corto plazo pués está teniendo muchos impedimentos; resultado de otra de las continuas improvisaciones y ocurrencias de Pedro Sanchez. 
Mapa del Ministerio de Justicia.
La estrella azul sobre Madrid corresponde al Valle de los Caídos
Para evitar el tremendo ridículo que le amenaza, Pedro Sanchez, pretende emboscar el necesario decretazo (no puede legalmente tener un solo objetivo) en la Modificación de la Memoria Histórica que haga también posible la exhumación de los "supuestos" 114.000 fallecidos/desaparecidos y que están en unas 3.000 fosas comunes o más ordinariamente en las cunetas. "Supuestos" como justifico en este artículo que escribí en agosto de 2017. La mayoría son soldados muertos y enterrados en las propias trincheras o en fosas colectivas cercanas a los hospitales de campaña o los 33.847 del valle de los Caídos con más de 13.000 sin identificar.


Para llegar a realizar este plan de exhumaciones, hay que empezar actualizando la base de datos, con un mapa consensuado del que ahora se carece. El Ejecutivo, que se haría cargo de la gestión y el coste, no dispone de un censo al corriente de las víctimas; únicamente cuenta con los datos de las asociaciones de víctimas que las cifran en unas 114.000 (cifra exagerada, como discuto en el artículo cuyo enlace adjunto). Tampoco existe certeza sobre el nº de fosas y su ubicación ; en Andalucía, por ejemplo, los datos oficiales hablan de 700, cuando el mapa del ministerio sólo asigna 576. En la Comunidad Valenciana, solo se recogen 80, pero el gobierno autonómico lo cifra en más de 400; la mayor parte en Paterna, donde ya han abierto en los últimos años nueve fosas con unos 200 cuerpos recuperados; los últimos en este año. Ahora bien, para completar la identificación es vital el banco de ADN y su creación no avanza pues se necesita de una fuerte dotación económica; sin olvidarnos de la complejidad técnica que representa identificar los restos y conectarlos con sus descendientes y familiares. Según pasa el tiempo, el Gobierno es consciente de las dificultades y diseña planes de exhumaciones hasta de cuatro años, a lo que hay que sumar los plazos para las identificaciones. Se está preparando otra rectificación y pretenden taparla con instaurar un día para homenajear a las víctimas del franquismo.
Cementerio de Paterna, Valencia,  el primero en que hay constancia de un fusilamiento
tras la Guerra Civil (el 3 de abril de 1939) y el segundo con más fusilados en la posguerra
Otra dificultad es el coste , que algunos estudios lo sitúan por encima de los 230 millones de euros, tirando por lo bajo, considerando el coste de los trabajos en fosas y cunetas y la posterior identificación, sin duda, el paso más complejo, de restos en avanzado estado de deterioro y mezclados. Algunas fosas sí tienen una mejor perspectiva, como la de Pico Reja, en Sevilla, donde los trabajos están más avanzados. La fosa, con más de 700 m2,  acoge a unos 1.103 cadáveres, según los cálculos del Ayuntamiento hispalense, que ha cifrado el coste de las exhumaciones en unos 1,2 millones de euros. Partiendo de que el gobierno Zapatero subvencionó con algo más de 8.000.000 € los trabajos en 203 fosas, sería fácil una primera aproximación pues considerando el supuesto de que hay 3.000, exhumar esas fosas costarían 15 veces más que las subvencionadas entre 2006 y 2011 por Zapatero y por tanto un coste de 15*8: 120 millones. Si consideramos la valoración del Ayuntamiento de Sevilla nos saldrían cifras superiores a 203*1,2: 243 millones. La discrepancia entre los datos de Autonomías y Ministerio es importante, como veíamos en el párrafo anterior. Tampoco cuadran las 3.000 fosas para 114.000 desaparecidos, a una media de 38 por fosa; a años luz de las previsiones de la de Pico de Reja, salvo por la superficie equivalente a 500 tumbas, y de las que realmente se están encontrando/excavando y que raramente superan los 25, siendo las más abundantes las de 9/10 cuerpos. Aproximándose a mi calculo de 25.000. Sin olvidar que muchos restos son de soldado y otros estan en el Valle de los Caídos.


Soldados franquistas, 17, muertos enterrados en el cementerio de Figuerola dÓrcau
seguramente provenientes del hospital de campaña de la localidad.
                     
En los últimos meses, el proyecto más destacado ha sido el del cementerio civil de Castellón, para buscar a las tres primeras personas enterradas allí entre los años 1939 y 1941. Los trabajos finalizaron con unos trece cuerpos exhumados que serán ahora trasladados a Madrid para realizar el cotejo de ADN. Estas pruebas pueden llevar hasta un año y medio, según los investigadores que han participado en las exhumaciones. Ahora el gobierno dice que el proyecto puede crear “falsas expectativas” en los familiares y asume que el plan de exhumaciones va para largo. Otra de las ocurrencias poco o nada meditadas. En esa línea y para liar más el asunto, el Gobierno sostiene que el proyecto de ley para la exhumación de Franco y la identificación de las 33.847 víctimas inhumadas en el Valle de los Caídos no tendrá ningún efecto en los Presupuestos; pues se considera que los medios existentes en la actualidad serán suficientes para llevar a cabo las actuaciones previstas sin coste adicional, ¿a que medios se refiere: sobra gente en los ministerios, maquinaria, biólogos...?.La previsión del Gobierno de Mariano Rajoy, para el coste de esos trabajos ascenderían, como mínimo, a 77,7 millones de euros; motivo que frenó su inicio.

2 comentarios:

  1. Esta claro que tú no tienes familia enterrada en una fosa común y que lo más importante para ti es el coste economico de que yazcan los restos en un sitio decente y no amontonado como escombros como merece cualquier persona sea del partido que sea o apolítica.Lamentable

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  2. Mi padre tuvo que esconderse durante dos meses para que los milicianos no le pasearan, cosa que si habían hecho con su tío en el levantamiento (llamados sucesos) del verano del 34. Cuando abandonó su escondite marchó 12 km a pie durante la noche para coger un tren que le llevó a Valencia y de ahí al ejército popular como jefe de una batería de obuses del 15.5. Terminada la guerra le hicieron un juicio sumarísimo y entró en prisión. Su novia aún sigue enterrada en un lugar desconocido. Manejo el coste como uno de los argumentos que condicionaran el objetivo de exhumar y no el más importante. Insisto en que es otra ocurrencia que no ha sido ponderada respecto a las posibilidades de llevarse a cabo con éxito. Creo que es un medio de crispar pero no tengo nada contra quienes quieren reenterrar los restos de sus padres, abuelos... Mantener abierta la herida no ayuda y menos cuando las posibilidades de cerrarla veo que son escasas. Para buscar a alguien en muchas tumbas también habría que contar con los familiares que no quieren remover los restos de sus familiares que reposan con sus compañeros de fatigas e ideales. Mi artículo va contra Sanchez por crear espectativas falsas, nunca contra las personas que de buena fe quieren recuperar a sus mayores.

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