El Criticón Histórico: Curiosidades de la Historia y la Política de ayer y de hoy: EL SECESIONISMO GOLPISTA DE ERC.

Acabado el juicio a los presos encarcelados por el último intento golpista, realmente un Golpe de Estado, en el que participó de manera importante el partido de Oriol Junqueras, ERC, hemos escuchado en boca de los golpistas que volverán a intentarlo y no es una amenaza baladí pues su historia esta plagada de intentos golpistas y aunque sus estatutos declaran su voluntad de conseguir la independencia de los Países Catalanes, lo que ha variado es el método. En los referidos estatutos el objetivo marcado, ha de obtenerse mediante procedimientos pacíficos; ahora bien, la realidad ha sido contradictoria pues no han dudado en utilizar la violencia y el nuevo ya está en marcha, empezando por la constitución de una guardia pretoriana; claro que la anterior se rindió pronto.

Otro de los intentos de los últimos 125 años, en este caso bastante iluso/esperpéntico, de los separatistas catalanes fue intentar alistar a favor de los aliados una división de 10.000 hombres; aunque solo consiguieron 1.000 y naturalmente, pretender que con su aportación a una hoguera que consumió a millones, iban a conseguir que les incluyeran entre los pueblos a liberar en base a los 14 puntos del Presidente Woodrow Wilson, era bastante iluso. Firmado el armisticio, Francia no tuvo en cuenta las aspiraciones de aquel puñado de hombres de ideología republicana y catalanista. Ni tan siquiera se les permitió marchar con su bandera en el desfile de la Victoria. Cuando sus representantes se entrevistaron con Georges Clemenceau, éste respondió: “¡Vamos señores, no me vengan con historias!”

Voluntarios catalanes en la 1ª G.M.

Después del golpe de Estado de Primo de Rivera, en septiembre de 1923, Francesc Macià, fundador de Estat Català y diputado en Cortes, se exilió a Francia, instalándose en Bois-Colombes, cerca de París. Desde allí y apoyado por la dirección del partido Estat Català, intenta asesinar al Alfonso XIII en 1925 y ante el fracaso, cambia de estrategia y organiza asaltar Cataluña con un puñado de mercenarios e independentistas; pues creía que era la única forma de lograr la independencia. Lo intentó el 2 de noviembre de 1926 a través de Prats de Molló con la ayuda de otros exiliados y mercenarios italianos. Terminó en un rotundo fracaso y su marcha como refugiado a Bélgica, como Puchi, desde donde siguió confabulando y tras su paso por Sudamérica. Volvió a España en febrero de 1931, dos meses antes de la elecciones municipales.

Francesc Maciá en Bélgica según la prensa de la época

El partido, ERC, fue fundado por Jaume Aiguader en la Conferència d'Esquerres Catalanes celebrada entre el 17 y el 20 de marzo de 1931 en el barrio de Sants (Barcelona), resultado de la unión del Partit Republicà Català de Lluís Companys, Estat Català de Francesc Macià y el grupo L'Opinió (que debe su nombre al del semanario homónimo) de Joan Lluhí. Con Macià al frente, ganó las elecciones de ese año, proclamando aquel la República Catalana dentro de la Federación Ibérica; aunque tres días más tarde dió marcha atrás a cambio de desarrollar un estatuto a su gusto, el Estatut de Nuria por haberse reunido sus redactores en el monasterio de ese nombre. Parecido al Estatut que salió de la Generalitat el 18 de junio de 2006 tras la famosa frase de Zapatero a Maragall de que se aprobaría en las Cortes cualquier Estatuto que llegase. En ambos casos los Estatutos eran infumables y sufrieron recortes en temas de bilingüismo y competencias.

Dencás y sus escamots, como los camisas pardas fascistas,
que defenderían la República, ¿un día?

Tres años después, el 6/7 de octubre de 1934, el entonces Presidente de la Generalitat y de ECR, Lluis Companys (sustituto del fallecido Maciá), volvió a declarar la República Catalana dentro de la República Ibérica (ente no existente) y la defendió con las armas en la mano. La República duró las 24 horas que les dió el General Batet para que depusieran las armas. Ante la negativa, hubo un cruce de disparos, empezando la Generalitat, que terminó con la rendición de Companys, su gobierno menos el consejero de interior, Dencás, que huyó por las alcantarillas. La intentona dejó medio centenar de muertos y el doble de heridos. Los golpistas fueron juzgados y condenados a severas penas, ninguna de muerte, de las que cumplieron menos de una año pues en marzo, tras los resultados de las elecciones de mayo, fueron devueltos a sus cargos por el gobierno del Frente Popular. Nuevamente la historia se repite, aunque ahora se acerca a la farsa.

Sin olvidar este último intento en el que ERC insistió en seguir hacia la DUI cuando Puigdemont dudaba en abortar la legislatura y convocar elecciones autonómicas; como había quedado el día anterior con Urkullu, que actuó de mediador de buena fe. Junqueras también había amenazado con paralizar la vida económica de Cataluña mediante los CDR y sacar a la calle a dos millones de personas. Dicho lo cual, siguió la alocada carrera engañando incluso a la Vicepresidente Soraya Saez de Santamaría, a la que pocos meses antes le pasaba el brazo por el hombro. Todo un cínico cobarde, pero cínico en cualquier caso; como oir a Ponsatí diciendo que solo iban de farol.