Tras su aprobación en el Senado y desde el día siguiente a su publicación en el Boletín Oficial del Estado, del pasado 20 de octubre, la Ley de Memoria Democrática está en vigor. Con esa publicación, el Gobierno ponía de relieve que con esta nueva norma "se salda una deuda con las víctimas". Pues bien han pasado más de siete meses y las exhumaciones del Valle de los Caídos, no se habían iniciado, por lo que la asociación de las 128 familias que tenían sustentada en la ley de 2016 la petición y que había superado las trabas judiciales, presionaban al gobierno para proceder a la referida identificación y exhumación de los restos de sus familiares. Mientras tanto en el pasado abril se projujo, de acuerdo con la familia, la exhumación de Jose Antonio Primo de Ribera. Ahora, ante la proximidad de las elecciones generales, faltan 40 días, el Gobierno ha iniciado este lunes 12 de junio los trabajos para tratar de exhumar a ese más de un centenar de víctimas de la Guerra Civil, enterradas en la Basílica del Valle de los Caídos. De los 128 que se ha propuesto exhumar el gobierno, hay unos 70 aproximadamente que pueden estar en los osarios donde se han iniciado los trabajos, en la capilla del Santo Sepulcro, pero los otros 58 están en el resto de la Basílica, por ahí dispersados, es decir, están dando falsas expectativas hasta los propios peticionarios.
Pero volviendo al interior de la Basílica, indicar que el estado de deterioro de los osarios y las cajas, amontonadas unas sobre otras, huesos sueltos, están desparramados, hay incluso restos repartidos hasta en tres sitios. La humedad se ha filtrado en las criptas y los osarios, y algunos columbarios, se han colapsado, con lo que los restos se han mezclado. La intervención de los forenses será muy complicada, poco precisa. Otros muchos restos de personas cuyos familiares no han accedido a su exhumación tendrán que ser ‘movidos’. En esta primera fase, de Cuelgamuros no saldrán, en ningún caso, esqueletos.
Esas otras familias, más de 250, han emprendido acciones legales contra el gobierno para "intentar pararlo", "es una ignominia". Van a pedir "responsabilidad penal" porque es de "primero de Derecho", "lo que no puede hacer es meterse en un cementerio a saco". "Van a delinquir a la hora del procedimiento y van a delinquir a la hora de llevárselos", Si unos tienen derecho a recuperar los restos de sus allegados, los otros no tienen menos derecho a que dejen reposar en paz a los suyos. Hay una experiencia, de 1979, en que se autorizó la exhumación de 133 caidos navarros. Cuando se abrió el osario donde estaba registrado el depósito de las cajas de Navarra fue tal la montonera de huesos que existen dudas más que razonables de que lo que se llevaran realmente fueran los navarros. Las cajas habían colapsado y los huesos estaban desparramados. La selección se hizo contando cráneos, 133, por ser el único conjunto de huesos que es unitario dentro de un cuerpo. ¿Y el resto? Con palas. Se afanaron en asegurarse que cada caja llevase un cráneo y un resto de hueso. Pero vamos, ahí podían ir huesos de hasta 7 individuos diferentes. Además, en los años 90 "se trasladaron restos de un osario a otro dentro del Valle por humedades, del primero y el segundo piso porque estaba en peligro la techumbre de la Sacristía. Entonces se decidió repartir aleatoriamente los restos.
Según el censo del Ministerio de Justicia, en el Valle de los Caídos yacen los restos de 33.847 personas, 12.410 anónimas. La mayoría están en cajas o columbarios colectivos para 14 o 15 cuerpos. Son caídos de ambos bandos de la Guerra Civil, que fueron trasladados entre 1959 y 1983; cuando ya llevaban enterrados más de 20 años y con pocos miramientos por las prisas: muertos en las trincheras, hospitales de campaña, fosas comunes,...
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