Hoy 4 de diciembre comienza una semana de celebraciones en los ejércitos, pues coinciden las patronas de tres de sus armas. Empezamos con Santa Bárbara, patrona de los ingenieros y artilleros, continúa el día 8 con la Inmaculada Concepción, patrona del arma de infantería y culmina el 10 con la Virgen de Loreto, patrona del arma de aviación.
Por tanto, hoy 4 de diciembre empezamos por Santa Bárbara que es patrona de mineros y del cuerpo de artillería. Realmente todo lo relacionado con explosivos pues la leyenda habla de un rayo que fulmina a quien había sido su ejecutor. La zona de los barcos en que se almacenan la pólvora y las balas de los cañones, se denomina la santa bárbara.
Nació en Turquía, a principios del siglo III, hija de un sátrapa que la encerró en un castillo para evitar que se enamorara antes de que él le buscase esposo. Durante su encarcelamiento, Bárbara se convirtió al cristianismo y mandó construir tres ventanas en la torre, simbolizando la Santísima Trinidad. Al llegar su padre ella se declaró cristiana y se opuso al matrimonio que le propuso su padre diciendo que elegía a Cristo como su esposo. Bárbara, enterada de que su padre pretendía matarla, huyó y se refugió en una peña milagrosamente abierta para ella, pero fue detenida. Su martirio fue el mismo que el de San Vicente: Fue atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes y quemada con hierros al fuego. Finalmente su padre, el rey, la envió al tribunal, donde el juez dictó la pena de decapitación. Su mismo padre fue quien ejecutó la sentencia, tras lo cual un rayo le alcanzó, dándole muerte.
Grabado con la disposición de fuerzas en la Batalla de Empel |
El día 8 es el arma de infantería quien celebra la festividad de su patrona y rememora una batalla en Flandes, quince años después de la batalla de Lepanto. El 7 de diciembre de 1585, el Tercio del Maestre de Campo Francisco de Bobadilla combatía en los Países Bajos, defendiendo los intereses de España y en contra de los rebeldes protestantes holandeses. Evidentemente en esas fecha hacía un frio tremendo y los 5.000 soldados del Tercio estaba apelotonados en un pequeño montículo en la isla de Bommel, rodeado por las aguas del rio Mosa, que tenia sus aguas muy elevadas pues los protestantes habían abierto varios diques con la idea de ahogar a los españoles.
Además de completamente bloqueados, se habían quedado sin comida ni ropa ni leña pues la crecida del Mosa se las había llevado por delante; además, el aumento del cauce facilitaba que la escuadra enemiga se aproximara a ellos para bombardearles, sin que nuestros compatriotas pudiesen defenderse. Cuando pensaban en la rendición o en un ataque suicida, un soldado encontró una imagen de la Inmaculada y fue llevada al campamento y procesionada. Esa noche se produjo el Milagro de Empel: se levantó un aire gélido que consiguió que las aguas, de unos afluentes, se congelasen lo suficiente para provocar la retirada de los barcos holandeses y el ataque de la infantería española. Tras la victoria española, el almirante inglés dijo: Dios es español. Así pues en la noche del 7/8 de diciembre, la Inmaculada obró el milagro y la infantería la eligió como su patrona.
Terminamos con la Virgen de Loreto, patrona del arma de aviación. Su veneración es reciente como el propio cuerpo militar, y no corresponde a ningún hecho heroico o mitológico. S. S. Benedicto PP. XV, por decreto del 24 de marzo de 1920, declaró y constituyó a Nuestra Señora de Loreto patrona de todos los aeronautas. El 7 de diciembre de 1920 S.M. el Rey D. Alfonso XIII, puso bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Loreto el Servicio de Aeronáutica Militar. La festividad de Nuestra Señora de Loreto se celebra el día 10 de diciembre.
La denominación de Loreto se debe a una fiel tradición transmitida oralmente desde el siglo XIII y fijada por escrito a partir de la segunda mitad del siglo XV, según la cual en el año 1291, cuando los cruzados tuvieron que abandonar Tierra Santa, la casa de la Virgen, fue transportada mediante misterio angélico desde Nazaret a Tersaco, en Dalmacia, y desde allí, en la noche del 10 de diciembre de 1294, al monte de Laureles, en el territorio de Recanati (Italia). En otras circunstancias, otro 'vuelo' llevó la casa a la costa italiana del Adriático, donde apareció en Loreto, de donde viene el nombre de esta advocación y que significa 'bosque de laureles'. Según los relatos tradicionales, aún 'voló' otras dos veces más hasta encontrar el lugar en el que actualmente se venera su imagen, que constituye uno de los centros de peregrinaje más famosos de Italia.
Para terminar, un lema que usa el ejército del aire pero seguro que adoptarían los demás: «Sólo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir».
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