Son dos fechas para recordar ,el 26 de enero de 1939, las tropas del general Yagüe entraban en Barcelona sin disparar un tiro. Habían pasado poco más de dos meses desde el final de la batalla del Ebro y de un mes desde que se inició la ofensiva con el cruce del Ebro. La ciudad, que había sido puesta como ejemplo de bravura por Winston Churchill en la Cámara de los Comunes por su aplomo durante los bombardeos de la aviación italiana, se rindió y quince días después lo hacía toda Cataluña y eso que a Francia pasaron 220.000 soldados dentro de la masa de refugiados que huían, acompañados, el 5 de febrero, por Companys, Azaña, Negrín y Aguirre. Al otro lado de la frontera había llegado la mayor remesa de armas enviada por Rusia en toda la guerra. Francia preferia que ese material entrara en España y prolongar la resistencia, mejor que recibir los 400.000 refugiados que se les venían encima pero el espíritu de lucha había desaparecido del Ejército Popular y de sus dirigentes. El único con ganas de mantener la guerra era Juan Negrín, jefe de gobierno y de hecho fue el único que tras pasar la frontera con Azaña, Aguirre, Companys y Rojo, volvió a la zona republicana hasta que el 13 de marzo salió al exilio desde la posición Yuste, tras el golpe del coronel Casado.
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Alegría en las calles de Barcelona |
Quedaban atrás tres años de épica que tan fenomenalmente retrataron fotógrafos como Agustí Centelles, Robert Capa, Gerda Taro o Hans Gutmann. La guerra civil fotográfica, lo que son las cosas, la ganó sin duda la república. Pero para equilibrar esa balanza sale ahora del cuarto de revelado la obra de Francisco Martínez Gascón, alias Kautela, fotógrafo del bando nacional que acompañó a Yagüe en los preliminares y en la toma de Barcelona.
Las fotos corresponden al 27 de enero del 39. En la 2ª se aprecia un tanque rusoo T-26 capturado a los republicanos. El recibimiento de la población fue apoteósico, como declararía el general Yagüe:
Nos han hecho el recibimiento más entusiasta que yo he visto (…) He asistido a la conquista de las cuatro provincias del Norte: he paseado la bandera nacional y el escudo de Navarra por Aragón, por Castellón, por todas partes y en ningún sitio, os digo, en ningún sitio nos han recibido con el entusiasmo y la cordialidad que en Barcelona“.
Dos días después, 28 de enero con 6 años de diferencia, se producía la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, por el ejército ruso. Era una liberación que impresionó a los liberadores al ver a los 7.000 supervivientes y el estado lamentable que presentaban. Entiendo que no se les olvidara nunca pues tampoco se me ha olvidado a mi cuando visité el campo hace unos años. La entrada con la frase "el trabajo os hará libres" era impresinante y también hacía niebla y frio. Lo peor era ver los miles de zapatitos de niños y la sala con pelo para aislar los submarinos.
Ayer, recordando para no olvidar, se produjo un homenaje al millón y pico de asesinados en Auschwitz. Un millón de judios y otros cien mil de gitanos, soldados rusos y otras nacionalidades. Entre las autoridades y 50 jefes de estado, se encontraban los reyes de España acompañados por Angel Victor Torres, ministro de jornada y no el de exteriores porque Sánchez pretende relacionar este evento con los 5o años de la muerte de Franco. Pero dudo que el ministro de Memoria Democrática hiciera comparaciones entre Franco y el exterminio de judios. Será porque de ese millón de judios, de la España franquista no se había deportado "ninguno". Pero no sólo jamás deportó de España a un solo judío, sino que además acogió y dio pasaportes a judíos de toda Europa. Y la fabulosa hazaña en 1944 del encargado de negocios de España en Budapest, Ángel Sanz Briz, que salvó la vida de 5.200 judíos aduciendo que eran sefardíes cuando en realidad sólo 200 lo eran
Por si se le ha olvidado a alguien, recuerdo de mi visita a Israel, el agradecimiento transmitido públicamente por parte de cualificados representantes de la comunidad judía hacia Franco, por su ayuda. El 8 de octubre de 1966 Yad Vashem reconoció a Ángel Sanz-Briz como Justo de las Naciones.
Para no dejar sin contestar tu artículo , pues diré que las bestialidades que hace un ser humano loco y con poder o con poder y enloquecido por ello , me llevan a concluir que se aprende de todo y de las atrocidades como Auswitz y el gulag de Stalin … y otras posteriores , no hacen a Franco más bueno o más malo . Pero Sòlo a un emulador. Autòcrata y loco cada día más , se permite el lujo de abochornarnos .
ResponderEliminarMe callo . La obsesión del actual es el problema .
Yo he de decir que en Berlín al
Año de caer el muro no pude entrar en el museo del bundestag ni en otros , donde ya dolía el alma…
Fdo Chus García Ojosnegros
Tenemos una mala persona dirigiendo el gobierno.
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