LA BURLA DEL PALACETE PARISINO. FINANCIACIÓN IRREGULAR DEL PNV

Que da igual quién gobierne en España que el PNV va a pillar cacho es una de las pocas realidades políticas estables con las que podemos contar en este mundo cambiante. Pero como en todo, hay formas y formas. Y la manera que ha encontrado Pedro Sánchez de comprar el apoyo del partido racista vasco a su decreto ley omnibús es especialmente repugnante. Utilizando un RD, previsto para temas urgentes y este no lo es, además de envolverlo entre otros 80. Pero es que además resulta que, a pesar de no haber sido convalidado el decreto por la mayoría del Congreso, el decreto ley estuvo en vigencia desde el momento mismo de su publicación en el BOE hasta la votación, de modo que el PNV se ha dado prisa en pedir el traspaso de la propiedad durante estas semanas y Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita. Para lo único que ha servido el NO en el Congreso es para comprobar que esta transferencia de propiedad ya esta consumada y por tanto votarlo en el nuevo Decereto Minibus, es una broma pesada o una trampa pues ahora da igual que se voto no o se vote, si. Una burla. El gobernante injusto, degenera siempre en tirano.

Vaya tres pájaros, riéndose de todos.

Un regalo, a cambio de sus cinco votos, de más de 25 millones de euros pues al valor del inmueble hay que sumarle los 6 millones que el gobierno español pagará al PNV, no al gobierno vasco, por el alquiler del referido palacete. Que mejor reconocimiento de propiedad que firmar y pagar un alquiler. Dentro de esos 6 años el PNV podrá cambiar de inquilino y el Instituto Cisneros tendrá que abandonar la que fue su primera casa fuera de España y buscar y acondicionar otro domicilio.

Digo que el alquiler es la mejor forma de reconocer la propiedad del edificio pues hay muchas incógnitas sobre que la propiedad era del PNV cuando en 1943 fue incautado por la Gestapo y transferido al Estado español. Dificilmente podía tratarse de una expropiación por el gobierno franquista por encontrarse el palacete en territorio ajeno a su jurisdicción. En la Transición se devolvieron a partidos y sindicatos propiedades expropiadas durante el franquismo, pero este palacete estaba en suelo francés. De hecho las diversas peticiones realizadas por el PNV han sido todas rechazadas, empezando por la legislación francesa, siguiendo por los tribunales españoles y hasta el propio gobierno vasco presidido por Pachi López. Vamos un regalo en toda regla o financiación irregular de un partido. Por cierto, si el PNV podía demostrar su propiedad, ¿por qué ocultarlo entre otros 80 decretos más?. Parece que nunca estuvo registrado a nombre del PNV sino a nombre de una sociedad propiedad de varios particulares, cuyos herederos serían los legales beneficiarios de la devolución.

Familia Jimenez Becerril

Pero no me parece bien que hoy se discuta entre PP y PNV bajo la atenta mirada de Bildu, que algo pillará, cuando hace 27 años eran asesinados en Sevilla, Alberto Jimenez Becerril y su esposa Ascensión Garcia Ortiz, a manos de un etarra. Tenían 37 años y dejaron tres huérfanos.