CATALUÑA ABOCADA A LA IMBECILIDAD DE BABA Y SONRISILLAS.

Está cumpliéndose fielmente aquello dicho por Sanchez Ferlosio de que "el nacionalismo abocaría al país a una imbecilidad de las de baba y sonrisillas". El lunes 18, tuvo lugar el juicio a Quim Torra por desobedecer a la JEC para que retirase los lazos amarillos de los edificios públicos, en período electoral. El domingo, entre sonrisillas el Sr. Torra decía en una reunión de acólitos, que había estado comiendo en Bescanó y se comió un plato de butifarras con alubias, por lo que el en juicio no sabía por donde saldrían sus respuestas. A su edad y cargo, jugando a chistes de pedos. Claro que tal vez no pudo contenerse, como se aprecia en la cara de su mujer que irresponsablemente se había sentado tras él.

Torra con cara relajada y su mujer ¿atufada?

Con este personaje, que reconoce durante el juicio que efectivamente desobedeció, es con quien Sanchez tiene que negociar la salida ¿política? de Cataluña. Caminamos hacia la imbecilidad de baba y sonrisillas, mientras Cataluña se juega la permanencia de SEAT y la pérdida de algunas ferias internacionales, entre otras consecuencias del apreteu, apreteu. La cara de la mujer de Torra parece sufrir las consecuencias directas del apreteu e incontinencia, ¿oral o anal?

El susodicho y gaseoso president, se negó a responder las preguntas que no fueran las emitidas por su abogado y se atribuyó la representación de todo el pueblo catalán y declaró que nadie está por encima suyo en Cataluña. Posteriormente rechazó acudir a una reunión de empresarios con la presencia de la ministra Nadia Calvino, por cuestión de protocolo al tener que supeditar su representación a la de la Ministra. Como decía Josep Pla, “La peor plaga que puede caer en un país es la del extremista furioso y puro como un lirio que no le importa esperar dos o tres siglos para implantar el extremismo que predica”.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, el presidente de Fomento, Josep Sánchez Llibre,
y el vicepresidente catalán Pere Aragonès.

Simultáneamente, el expresidente catalán Carles Puigdemont se dirigía a los Jordis: "Estimados Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. La verdad resiste el paso del tiempo y siempre termina derrotando a sus manipuladores. Seréis y seremos libres. Por más condenas y persecuciones que hayan perpetrado o tengan a punto". Lo haría con una sonrisilla desde el palacete de Waterloo, pensando en los reclusos de Lledoners.

Los efectos de la amenaza de Junqueras de sacar a dos millones de catalanes ala calle, se ha ido desdibujando hasta llegar esta madrugada al desalojo de los restos de la acampada en la Plaza de la Universidad de Barcelona. Lo que empezó siendo una acampada estudiantil, eran ya en los últimos días una retahíla de tiendas desordenadas, cartones, pancartas reivindicativas y suciedad por todas partes. El perfil de los acampados tenía ya poco que ver con el de los estudiantes independentistas que se instalaron el pasado 30 de octubre en la plaza Universitat para protestar contra la sentencia del «procés». En este intervalo de tiempo, poco más de mes y medio, ha habido robos entre ellos e incluso una supuesta violación.

Desalojo de los restos de la acampada en Plaza Universitat

Claro que para rematar lo de imbecilidad de baba, en el tema catalán, nos fijamos en lo dicho ayer por la vicepresidenta de España, Carmen Calvo, que vuelve al surrealismo y pide a los separatistas que «velen por los intereses de España». Les dice que "piensen en los intereses de España antes que en otra cosa". Calvo se ha descolgado con estas peticiones en su Cabra natal.