Hoy 4 de diciembre comienza una semana de celebraciones en el ejército pues coinciden las patronas de tres de sus armas. Empezamos con Santa Bárbara, patrona de los ingenieros y artilleros, continúa el día 8 con la Inmaculada Concepción, patrona del arma de infantería y culmina el 10 con la Virgen de Loreto, patrona del arma de aviación. Periódicamente se realiza alguna exposición y artículo sobre la vida del malagueño Bernardo de Gálvez, Almirante español que participó decisivamente en la guerra de Independencia de EEUU y que está allí reconocido como "ciudadano ilustre", junto a otros siete personajes de la talla de Winston Churchill. Naturalmente en España es un desconocido como la mayoría de nuestros hombres ilustres, para los que se preparó un Pabellón, en Madrid, poco visitado y muy poco valorado.
Este Panteón Nacional, surge de una idea de principio del S. XIX, de construir un lugar en que honrar a los hombres ilustres que ayude a consolidar el orgullo nacional. Esta idea es continuamente postergada hasta que durante la Restauración se materializó (en 1899); surge bajo el lema "pro patria mortuis honor et pax" y alberga los mausoleos de políticos de nuestro mejo S.XIX, como Cánovas, Canalejas, Dato, Sagasta, Francisco Martínez de la Rosa, Diego Muñoz-Torrero, Juan Álvarez Mendizábal, José María Calatrava, Salustiano Olózaga, Gutiérrez de la Concha y Agustín Argüelles. Con obras de los escultores Benlliure, Querol y Estany. En total 12 personajes y sin trazas de volver a ser utilizado.
Panteón de Hombres Ilustre. Atocha |
Nos encontramos en pleno 5º aniversario de la gesta de Hernán Cortes y del inicio de la circunnavegación de Magallanes-El Cano; en breve comentaré la coronación de Isabel I y el 505 aniversario de la muerte del Gran capitán. Ahora que la unidad de España está en peligro, conviene rememorar algún que otro héroe español.
Volvamos a Bernardo de Gálvez. En el momento que estalla la guerra de Independencia americana, en 1775, España se mantiene neutral pero ante las presiones francesas entra a ayudar, con discreción, a lo americanos hasta que en 1779, el Almirante Bernardo de Gálvez toma todas las plazas inglesas en el Misisipí, que se convierte en la vía de entrada de la ayuda española. Una ayuda que fue casi secreta porque la Corona no quería ofender en demasía al inglés y además temía que la noticia de su apoyo a las colonias contra la metrópoli se extendiese a sus propios dominios. Participó decisivamente en la batalla de Pensacola, entrando en el puerto a despecho de las baterías inglesas y protegiendo el desembarco de los 1600 hombres que venían desde Cuba; consiguiendo la rendición de la plaza, el 8 de mayo de 1781. Para España fue una revancha a la humillación de la guerra de los Siete Años, que había supuesto la pérdida de Menorca y la Florida.
Hay documentos que cuantifican envíos: uniformes para todo el ejército de Washington, que nunca superó los 12.000 hombres, pertrechos, armas y dinero contante, los viejos reales de a 8 que dieron paso al dólar. Toda esa ayuda facilito la victoria de las Trece Colonias, sin duda. De ahí el reconocimiento que Gálvez ha tenido en EE.UU. Tanto es así que Texas todavía conserva la ciudad que él fundase: Gálvezton –hoy Galveston–. Ejemplo de un recuerdo que, hace ahora cinco años, llevó al Gobierno americano a colgar en los muros del Capitolio su retrato. Reconocimiento tardío, pero merecido, por su «papel fundamental en la independencia de EE UU». ¿Qué sabemos de él en España?
Intervienen baterías de cañones para batir la plaza y tropas de infantería para el asalto; que nos sirven para enlazar con las patronas que ahora se celebran. Empezamos por Santa Bárbara, patrona de mineros pero en esta ocasión bendecida por el cuerpo de artillería. Realmente todo lo relacionado con explosivos pues la leyenda habla de un rayo que fulmina a quien había sido su ejecutor. La zona de los barcos en que se almacenan la pólvora y las balas de los cañones, se denomina la santa bárbara.
Nació en Turquía, a principios del siglo III, hija de un sátrapa que la encerró en un castillo para evitar que se enamorara antes de que él le buscase esposo. Durante su encarcelamiento, Bárbara se convirtió al cristianismo y mandó construir tres ventanas en la torre, simbolizando la Santísima Trinidad. Al llegar su padre ella se declaró cristiana y se opuso al matrimonio que le propuso su padre diciendo que elegía a Cristo como su esposo. Bárbara, enterada de que su padre pretendía matarla, huyó y se refugió en una peña milagrosamente abierta para ella, pero fue detenida.
Su martirio fue el mismo que el de San Vicente: Fue atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes y quemada con hierros al fuego. Finalmente su padre, el rey, la envió al tribunal, donde el juez dictó la pena de decapitación. Su mismo padre fue quien ejecutó la sentencia, tras lo cual un rayo le alcanzó, dándole muerte.
El día 8 es el arma de infantería quien celebra la festividad de su patrona y rememora una batalla en Flandes, quince años después de la batalla de Lepanto, el 7 de diciembre de 1585, El Tercio del Maestre de Campo Francisco de Bobadilla combatía en los Países Bajos defendiendo los intereses de España y en contra de los rebeldes protestantes holandeses. Evidentemente en esas fecha hacía un frio tremendo y los 5.000 soldados del Tercio estaba apelotonados en un pequeño montículo en la isla de Bommel, rodeado por las aguas del rio Mosa, que tenia sus aguas muy elevadas pues los protestantes habían abierto varios diques con la idea de ahogar a los españoles.
Grabado con la disposición de fuerzas en la Batalla de Empel |
Además de completamente bloqueados, se habían quedado sin comida ni ropa ni leña pues la crecida del Mosa se las había llevado por delante, además el aumento del cauce facilitaba que la escuadra enemiga se aproximara a ellos para bombardearles, sin que nuestros compatriotas pudiesen defenderse. Cuando pensaban en la rendición o en un ataque suicida, un soldado encontró una imagen de la Inmaculada y fue llevada al campamento y procesionada. Esa noche se produjo el Milagro de Empel: se levantó un aire gélido que consiguió que las aguas, de unos afluentes, se congelasen lo suficiente para provocar la retirada de los barcos holandeses y el ataque de la infantería española. Tras la victoria española, el almirante inglés dijo: Dios es español. Así pues en la noche del 7/8 de diciembre, la Inmaculada obró el milagro y la infantería la eligió como su patrona.
La elección de la patrona del arma de aviación, es reciente como el propio cuerpo militar, y no corresponde a ningún hecho heroico o mitológico. S. S. Benedicto PP. XV, por decreto del 24 de marzo de 1920, declaró y constituyó a Nuestra Señora de Loreto patrona de todos los aeronautas. El 7 de diciembre de 1920 S.M. el Rey D. Alfonso XIII, puso bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Loreto el Servicio de Aeronáutica Militar. La festividad de Nuestra Señora de Loreto se celebra el día 10 de diciembre.
La denominación de Loreto se debe a una fiel tradición transmitida oralmente desde el siglo XIII y fijada por escrito a partir de la segunda mitad del siglo XV, según la cual en el año 1291, cuando los cruzados tuvieron que abandonar Tierra Santa, la casa de la Virgen, fue transportada mediante misterio angélico desde Nazaret a Tersaco, en Dalmacia, y desde allí, en la noche del 10 de diciembre de 1294, al monte de Laureles, en el territorio de Recanati (Italia).
Muchas gracias Profesor !! Como siempre didáctico y formativo! !
ResponderEliminarGracias de nuevo por trasmitirnos tanta cultura histórica! !
Abzs
Gracias a tí por leerme y hacer tan favorables comentarios
ResponderEliminarGracias por tanta historia y comentarios
ResponderEliminarUna pena que pasen en el olvido.
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