ESTOY HASTA LAS NARICES DE TODOS NOSOTROS.

La frase del encabezado no es mía, y además en lugar de narices utiliza otra parte del cuerpo. Vivimos una situación parecida, simétricamente, a la que se vivió en España hace ahora 150 años. Entonces se derribó a la reina Isabel II, por otra coalición Frankenstein, que dos años después se cerró provisionalmente con el reinado de Amadeo de Saboya, coronado en 1871. A pesar de haber sido el único rey votado democrática y mayoritariamente en las cortes, no superó la situación de inestabilidad de la sociedad española, enfrascada en la 3ª guerra Carlista, la guerra larga de Cuba y atentados diversos (se libró de uno el 18 de julio de 1872). Todo ello propició que dos años después de su coronación, saliera de estampida por la frontera de Portugal; dejando escrita una carta de despedida a España, de la que se hizo famosa la frase “Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles»

Amadeo de Saboya

Manteniendo los paralelismos, hemos visto una huida similar del Ex-presidente, Mariano Rajoy, que una vez apeado de la Presidencia del Gobierno por la moción de censura Frankenstein, le faltó tiempo para salir corriendo de la vida pública, como su antecesor y primer jefe de gobierno de la Iª República, el presidente Estanislao Figueras, nombrado el 12 de febrero de 1873, que cuatro meses después, tras la enésima reunión de políticos incapaces de llegar a ningún acuerdo, se levantó de la mesa y dijo “señores, voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros“. Al día siguiente, el hombre cogió un tren y se fue a Francia, sin ni siquiera llegar a presentar su dimisión. Le sustituyó, el 12 de junio, Francisco Pi i Margall (socialista libertario) que dimitió un mes después, el 18 de julio del mismo 1873.

Estanislao Figueras y Moragas

La primera república duró poco, en gran parte porque Figueras tenía razón que la clase política española era un caso perdido. Estos días, echando un vistazo al lamentable espectáculo que está dando la clase política española, es difícil no darles la razón.

Para completar el cuadro, como si mirásemos en un espejo, vemos que nos dirigimos a una España Federal, de la mano del gobierno bonito de Pedro Sanchez, por lo que lo próximo en caer será la Monarquía. La Ministra de Justicia, seguida por Podemos habla de encausar al rey emérito a raíz de las conversaciones ¿quien las grabaría hace unos años y suelta ahora? con una de sus amigas entrañables.

Esta estocada; añadida al caso Noos y a los desprecios consentidos, por el Presidente Sanchez, al actual rey, Felipe VI; por parte de los separatistas, representados por el President Quim Torra; permiten anticipar una escapada real. Su Jefe de Gobierno recibe en la Moncloa a quien, siendo el representante del Estado en Cataluña, se permite prohibir que el Rey asista a los actos oficiales de la Generalitat. En Gerona tuvo que entregar los premios princesa de Gerona en un restaurante; ha sido declarado persona non grata en diversos municipios... Isabel II también fue acusada al final de su reinado de intento de estafar al Estado.

Sanchez recibe a Torra que lleva su lazo amarillo en la solapa

Las Comunidades autónomas están nerviosas viendo como se intenta calmar a los secesionistas, catalanes principalmente, con dinero; ese que según la Vicepresidenta Carmen Calvo, no es de nadie. Otras como la Asturiana se suben al carro de nación histórica...

Como decía Karl Marx, la historia se repite dos veces, la primera como tragedia y la segunda como comedia. Esperemos no vernos envueltos en nuevas guerras cantonales.