lunes, 15 de febrero de 2021

LECTURA DE LAS ELECCIONES. ERC INSISTE EN SU VIALE A ÍTACA

Acaban de contarse los votos de las elecciones del 14F y aunque aún están calientes, empiezan los movimientos, llamadas y cálculos para ver quien o quienes conformaran el nuevo Govern. En la prensa de reconoce mayoritariamente que el ganador por número de votos es el PSC, liderado por Salvador Illa. Esta empatado a escaños con ERC y solamente con un escaño menos les sigue Junts de Puigdemont con Laura Borrás como aspirante a ser la primera mujer en presidir la Generalitat; situación que aún tendrá que esperar pues difícilmente Pere Aragonés y Junqueras dejaran su posición de ganadores in péctore al ser quienes decidirán que tripartito se hace con el Govern: con PSC y ECPodem ó con Junts y la CUP. Tan asumido tiene su posición Pere Aragonés que ya parece haberle pedido a Pedro Sanchez un referéndum pactado y de hecho esta semana se votará en el Congreso sobre la mesa que tratará sobre los indultos y el derecho a decidir. Esperemos que Sanchez no les conceda un referéndum que legalice el fracaso del 26% sobre el censo.



Todos los medios se refieren al reparto de escaños en función de la regla D´Hont y olvidan al ciudadano y su voto único e intransferible que es quien decide indirectamente quien le representa en el Parlament. Ciertamente los gobiernos se conforman a partir de la suma de escaños y es esa suma la que facilita las leyes con que se regirán todos los ciudadanos, pero no se puede obviar lo que realmente han votado los ciudadanos que conforman el censo electoral.

Echemos una mirada al pasado reciente. En junio de 2006 el Estatuto fue sometido a referéndum del pueblo de Cataluña, el cual manifestó, holgadamente, su apoyo al mismo, pero la realidad es que fue apoyado por el 73,9% del 48,85% que acudió a votar, es decir fue aprobado por el 36,1% del censo. El Estatut que nadie necesitaba y que el ínclito Zapatero ofreció a Maragall, no mereció ni que la mitad de los censados acudiesen a votar, es decir 1.900.000, que veremos que es una cifra que se repite en numerosas ocasiones y convocatorias.

En las elecciones catalanas de 2010, los independentistas obtienen 1.600.000 votos, equivalentes al 49% de los votos emitidos o un 30% del censo. Nuevamente al 40% de posibles votantes, no les interesa y con esa "espléndida mayoría", Artur Mas se dirige a Mariano Rajoy para exigirle un cupo similar al vasco; al que en su momento renunció Jordi Pujol y de la negativa nace el actual procés. Empezamos así con el España nos roba, que no es nuevo pues ya se utilizaba en 1904 en la revista Cu-Cut.



El nuevo Govern asumió, fruto del mandato electoral, la reclamación de un pacto fiscal que pusiera fin al drenaje continuo de recursos que para Cataluña significa la pérdida anual de un ocho por ciento del PIB; disminuido al 4% por el especialista y ex-consejero de Hacienda Mas Cullell. El Gobierno Central rechazó la petición y esta negativa fue el hecho principal que precipitó la convocatoria de nuevas elecciones. En las elecciones de 2012 los independentistas: Ciu, ERC, CUP y algún otro, consiguen similar resultado al de los dos años anteriores, un 34% del censo; a pesar de una menor abstención (el 30%); aunque para ellos es un exitazo que les legitimiza para caminar por la senda del derecho a decidir. El Parlament surgido argumentaba que habían acudido a las urnas bajo el compromiso del derecho a decidir, el compromiso de someter a consulta al pueblo de Cataluña su futuro político.
           
Baños, de la CUP, acogota a Artur Mas.

Animados por las convocatorias de las diversas Díadas, llegaron a pensar que el momento les era propicio para convocar unas elecciones que deberían ser definitivas y los catalanes volvieron a ir a las urnas el 27S de 2015. La coalición Junqueras-Mas, alcanza 1.628.714 que sumados a los 337.794 de la CUP arrojan un total de 1.966.508 que representan un 48% del 75% que acudió a votar; en conclusión un 36% del censo y así seguimos. Tras largas discusiones la CUP se carga a Mas y admite como President al peligroso Puigdemont que ocupa el sillón el 12 de enero de 2016 y logra el incontrolado Referéndum del 1ºO de 2017 con un resultado, según los organizadores, de 2.044.000 votos favorables, el 38% de los inscritos.

Tras la república de los 8 segundos y la aplicación de un blandengue 155, llegamos a las elecciones del 21 de diciembre de 2017 con una participación récord del 79% y una abstención de solo el 21%. Se produce el hecho de que por primera vez el partido más votado es un constitucionalista, C´s con 1.109.732 votos y 36 escaños; con Inés Arrimadas como cabeza de lista. Desgraciadamente tanto el PSC con 606.659y 17 escaños como el PP con 185.670 y 4 escaños, 57 escaños, no suman la mayoría necesaria para gobernar y nuevamente los independentistas con Quim Torras alcanzan el Govern con los 935.861votos de ERC (32 escaños) más los 948.233 de JUNTs (34 escaños) y los 195.246 de la CUP (4 escaños): total 170 escaños y 2.079.340 votos; el 37% del censo.

Tras cuatro años de amenazas pero sin fuste y con el President dimitido por desobediencia a la Junta Electoral central durante las generales, llegamos a las votaciones del pasado día 14. Elecciones complicadas por la pandemia y los ataques a los cargos de VOX para dificultar sus mítines; lo que seguramente aumentó el número de sus votantes. La marcha de la ganadora Inés Arrimadas a Madrid, donde sustituyó, tras las generales, al dimitido Albert Rivera; no se entendía bien y se valoraba como un abandono a sus votantes el hecho de que no hubiera ni intentado su investidura, habiendo sido la más votada. Se vislumbraba una debacle tanto de C´s como del PP y una duda sobre si VOX entraría en el Parlament y si superaría al PP; ambas se han producido. La previsible abstención era temida por todos y especialmente por los constitucionalistas, antiguos votantes de C´s y PP (estos con una campaña miedosa).

Partiendo de los datos de la imagen inicial y comparándolos con los de diciembre de 2017, podemos sacar las siguientes conclusiones. El separatismo de ERC, Junts, la CUP y Mas, suma 1.435.920, equivalente a un 26% del censo y por tanto 11 puntos menos que en 2017. Han perdido 643.420 votos. En el grupo constitucionalista tenemos que el PSC ha mejorado en 50.000 votos, VOX en 218.000, mientras PP pierde 77.000 votos y C´s la friolera de 950.000 y ECPodem otros 130.000 por lo que suman una pérdida global de 889.000 votos y por tanto la debacle no es tan decisiva, considerando que los votantes han pasado de 4.400.000 a 2700.000, con pérdida de 1.700.000 votantes. Si devolviéramos las pérdidas, tendríamos 643.620 más 889.000: 1.532.620 por lo que podíamos considerar que los no votantes podrían haberse comportado de aquesta manera y las elecciones habrían sido una repetición de las de hace 4 años y no un futuro tenebroso.

La esperanza, vaso medio lleno, de que aparezca un líder que anime al 1.700.000 que se ha quedado en casa. Lo esperanzado en movilizar a los 643.420 catalanes con derecho a voto, que han abandonado a los independentistas. Aragonés jugará con el nº de escaños pero los ciudadanos le han dado la espalda, están cansado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario