PABLO PILATOS TURRIÓN.

Para demostrar que no somos una democracia plena, pablo Iglesias y su entorno han encontrado en la prisión del rapero Hasél, motivos suficientes para insistir en su deriva populista; deriva que solo ha recibido ligeros susurros negativos de su socio de gobierno que ha tardado tres días para salir a recriminar la violencia como medio de forzar la derogación de las leyes que defienden a la sociedad de personajes como el referido Hasél o el huido Valtonyc; sobre todo cuando Podemos está por la labor y Sanchez los apoya. Efectivamente estamos viendo las calles ocupadas por violentos que cuentan con apoyo de parte del gobierno que subvencionan indirectamente a estas organizaciones, que de otra forma no podrían subsistir de sus propias cuotas pues no parecen formadas por trabajadores productivos; salvo que consideremos que destruir es el paso previo a construir, otros. Generan trabajo para bomberos, cristaleros, fabricantes de contenedores y papeleras, soladores.... Crean trabajo y les golpean por ello, vaya porquería de democracia que no les premia. 

                                      Construyendo futuro, pacíficamente, con sus ideas

 Estamos viendo repetidamente la escena de Poncio Pilatos y su lavado público de manos; ahora muy en boga por la lucha contra el Covid. Todo ha empezado con la escusa de la prisión de un rapero, del que no hablan profesionalmente muy bien y digo escusa porque suena como si Pablo Iglesias quisiera dar un puñetazo en la mesa del Consejo de Ministros, demostrando que la calle es suya, copiando la famosa frase de Fraga Iribarne, y más le vale a Sanchez que le mantenga en el gobierno sino quiere atenerse a las consecuencias. La especialidad del no destacado trabajador Pablo Iglesias, consiste en hacerse un Pilatos a la menor ocasión que se le presente. Es un especialista en tirar la piedra y esconder la mano: azotarla hasta sangrar es una de sus frases más conseguidas; qué vamos a decir de destrozar la tarjeta del móvil de su muy amiga Dina a la que le tapa la boca con la dirección de un panfleto; además utilizado para denigrar a los contrarios. Le hemos escuchado recriminar y pedir respuestas a un ministro de otro gobierno por comprarse una gran y costosa vivienda, mientras él se ufanaba de seguir viviendo en su pisito de Vallecas y pregonar su amistad por el lechero, el panadero y todo aquel con quien se cruzaba en Vallecas, hasta que decidió que se estaba mejor en su casoplón; tal vez por motivos de salud de sus pequeños. De los sueldos tres veces el SMI, qué decir como del IMV que garantizaría que no se quedase nadie atrás y no lo ha cobrado ni la mitad de los agraciados y como olvidar su prepotencia al sacar pecho el 19 de marzo para hacerse cargo de las residencias de mayores para defenderles del coronavirus y no visitó ni una. Ni olvidarse de su deseo de controlar a la prensa que le molesta sacándole los colores.

Desde pequeñito, ya apuntaba maneras

Pero volviendo al asunto del rapero, otro ejemplo de Pablo Pilatos Iglesias es como tira a Echenique y esconde la mano. Si analizamos el texto del tuit de Echenique y echamos una mirada retrospectiva a la primavera del 36, veremos las similitudes: Entonces el término fascista hacía referencia a todo tipo de derechas, incluidos partidos de centro, como el que representaba Alejandro Lerroux, y hasta a fuerzas de izquierda alejadas de los más extremistas. Llamar antifascistas a los violentos incendiarios que destrozan mobiliario urbano y escaparates, necesita mucha imaginación, no exento de cinismo y chulería.

“Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol. La violenta mutilación del ojo de una manifestante debe ser investigada y se deben depurar responsabilidades con contundencia”.

Por cierto, aquí adjunto un enlace a un vídeo en el cual Pablo Pilatos Iglesias llama de todo, menos bonito al referido Hasél, al que termina adjudicándole problemas psiquiátricos y deseando que no se le acerque.

                      https://www.dailymotion.com/video/x7zef4f  

Claro que en el otro lado, ese al que ahora defienden, se quejaba de que a su amigo Valtonyc le habían dejado tirado; con otro lavado de manos:

En resumen, Iglesias y sus temporeros quieren imponer su voluntad a través de la violencia en la calle y sus amigos independentistas quieren descabezar España, trocearla y convertirla en un estercolero político, y, mientras tanto, el fatuo y fraudulento Sánchez no muestra ni un solo mohín de desacuerdo y produce vergüenza ajena, mirar en su entorno y en su grupo parlamentario. Produce mucha pena ver a personas de respeto, jueces incluidos, convertidas en cómplices políticos de un partido antisistema cuyo jefe denigra la democracia, ampara la borroka callejera y pide -¡¡en el Parlamento!!- mordazas para la prensa. Pero es su decisión,  están ahí por propia voluntad y nada ni nadie les impide coger la puerta y abandonar el gobierno; dando así un golpe de dignidad que despierte a este país que va al despeñadero como vulgares ovejas. 

Efectivamente Sanchez dijo la única verdad desde que lleva en política, cuando aceptó unirse a quien le quitaría el sueño junto al 95% de los españoles, con una diferencia: él se mantendría en el poder, lo único que le importa; independientemente del coste. Coste que pagamos ese 95%.