Ha pasado el discurso navideño del Jefe de Estado, Felipe VI, y las soflamas republicanas no solo no ceden sino que arrecian y aunque en el último mes he escrito tres artículos sobre diversos puntos de vista de la IIª República, tras contrastar desencuentros con una compañera de los cursos de mayores en la Carlos III, me decido a escribir este artículo en el que recupero los aciertos y los errores, que implicaron su fracaso; fracaso que podríamos expresarlo en párrafo definitorio: El fracaso de la República puede resumirse en que "se demostró incapaz de evitar la guerra y una vez iniciada, de ganarla". No sobrevivió a los desencuentros entre los propios republicanos, y que mejor forma de resumir la inestabilidad vivida por la República, que los 18/20 gobiernos existentes entre el 14 de abril del 31 y el 18 de julio del 36; con lo que salen a poco más de 3 meses de duración. En cierta medida, sufrió de unos males parecidos a los que arruinaron la 1ª República; ésta con 4 jefes de gobierno en menos de un año; hambre de tierra mal resuelta, coincidiendo con un paro elevado motivado por la crisis económica de 1868/74 a raíz del fracaso de las sociedades ferroviarias con una caída del PIB del 13% (el 2020 más del 11%); una industrialización salvaje y una brutal caída de precios por el abaratamiento del transporte. Solo equiparable a la Gran Depresión de 1929; que golpeó con toda su virulencia en los años 31, 32 y siguientes. Ambas repúblicas vinieron tras la salida sin violencia de los reyes, Amadeo I y Alfonso XIII. También sufrieron, inmediatamente, la declaración de secesión de Cataluña que duró unas horas. Ambas terminaron con un golpe militar que volvió a restaurar una Monarquía (la segunda vez con un intervalo dictatorial de 36 años. Esta IIª República fue recibida con mayor entusiasmo por todas las clases; como puede verse en los reportajes del día 14 de abril y siguientes. Tal vez se pusieron excesivas ilusiones y cuando empezaron a incumplirse, la gente de desanimó con la misma rapidez y los fracasos se trocaron en violencia. Tampoco ayudó el entorno violento: Italia invade Abisinia en 1935 y sufre condena de la Sociedad de Naciones, con especial virulencia por parte del representante español; Japón invade Manchuria a finales del 31; levantamiento socialcomunista contra el gobierno austríaco del canciller Dollfuss, en febrero del 34, sofocado violentamente y que terminó con el partido socialista prohibido y sirvió de argumento de Largo Caballero contra Gil Robles, al que apodaba el Dollfuss español, como justificación del levantamiento en Asturias; el incendio del Reichstag en Berlín en febrero del 33 que facilitó el poder absoluto de Hitler;...
El preámbulo se vivió el 17 de agosto de 1930 con el Pacto de San Sebastián y el golpe militar que organizaron para derrocar a la monarquía por la fuerza de las armas. Golpe fallido en diciembre del mismo año, en Jaca. Entre los golpistas republicanos se encontraba el general Queipo de Llano que nos lo volvemos a encontrar en julio del 36, junto a la mitad de los oficiales de Jaca. Parecido al golpe de julio del 36 pero con peor resultado. Así llegamos, poco después, al primer acto de la tragedia, en este caso con ropajes de comedia, como fue el extraño parto de una república proclamada en abril de 1931 tras una aparente victoria monárquica en las elecciones municipales; digo aparente porque sacaron más concejales pero las grandes poblaciones y todas las capitales menos una votaron por los candidatos republicanos. Ahora bien, a pesar de dicha victoria, el régimen monárquico, empezando por el propio Alfonso XIII, tomó la decisión de suicidarse políticamente, al negarle su apoyo el general Sanjurjo al frente de la Guardia Civil y que en agosto del 32 realizó un golpe que fracasó rápidamente. Curiosamente dos generales que en 1936 tendrían gran relevancia en el inicio de la G.C. que terminó con la República.
El gobierno provisional, saliente del Pacto de San Sebastián, se encuentra con la primera traición nada más proclamarse la República. Traición protagonizada por el reincidente teniente coronel de ingenieros, Francesc Maciá, que intentó asesinar al rey Alfonso XIII en 1925 y un años después, el 2 de noviembre al frente de un grupo de mercenarios intentó invadir Cataluña por Prat de Molló. El mismo día 14 de abril Maciá proclama la república catalana, que no era lo acordado en el referido Pacto para resolver el conocido Problema catalán. Se frena y da marcha atrás a cambio de la oferta de un Estatuto y de la vuelta de la Generalitat. El mismo día, el rey abandona España en silencio. Cuando no llevaba ni un mes, el 7 de mayo el Cardenal Primado, lanza una pastoral antirrepublicana que poco después es seguida de una supuesta provocación con el himno real a todo volumen que moviliza a gente hacia el edificio del periódico monárquico ABC, las fuerzas de orden público impiden su asalto y la turba se dirige a un colegio religioso cercano que incendian ante la pasividad de las FFOP. Como un reguero de pólvora, se inicia la quema de conventos y colegios religiosos; no uno ni dos, sino un centenar con importantes libros, pinturas, etc. Niceto Alcalá Zamora y Miguel Maura, ambos moderados y católicos, intentaron frenarlos con la intervención de las fuerzas de seguridad pero Azaña lo impidió y largó una de sus frases más conocidas:" Todo el patrimonio eclesiástico no vale la vida de un miliciano".
Hay que reconocer que la República nació con grandes esperanzas y urgencias que se transformaron en múltiples Decretos que al no alcanzar a satisfacer esa ilusiones, produjeron un enorme desencanto que bien manejado por los anarquistas y las derechas, fué una de las causas del fracaso republicano. Otro de los fracasos fue intentar apartar y expulsar a los partidos de centro derecha de la vida política y aprovecharse de su baja participación en las elecciones constituyentes de junio del 31 para diseñar una Constitución para la mitad de la población y contra la otra mitad. Poco después la Ley de Defensa de la República, coartó muchas libertades, empezando por la prensa.
Hay prisa por ordenar al ejército y Azaña, como ministro de la guerra, pone todo su empeño en ello, siendo bien recibido pues el ejército tiene un número exagerado de generales y altos oficiales procedentes de las últimas guerras: Cuba y Marruecos, facilitando el pase voluntario a la reserva, conservando el sueldo íntegro. La propuesta no provoca rechazo pero el procedimiento no fue todo lo adecuado posible. A la eliminación de los ascensos por méritos de guerra de los generales, coroneles y oficiales en Marruecos, siguió el cierre de la Academia General de Zaragoza, el 1º de julio, cuyo Director era Francisco Franco desde 1928. Éste se le enfrento por lo que lo mandó a Galicia sin empleo. Si esta situación se mantenía durante 6 meses el implicado perdía rango y grado, pero Azaña era más bien un poco timorato y un mes antes de que Franco perdiera el generalato, le trasladó como comandante general de Baleares. En plena reforma del ejército se produjo el Golpe de Estado de Sanjurjo. Golpe del que Azaña estuvo informado por infiltrados y cuando se produjo rechazó el ofrecimiento de Largo Caballero de armar a los sindicalistas; todo muy bien descrito entre las pag 18 a 23 de sus diarios 1932-1933. Lo contrario de julio del 36 donde sí se armó a los sindicalistas. El ejército no apoyó el golpe como no lo había hecho en diciembre de 1930, porque aún creía en la República.
El primer bienio, vivió fuertes movimientos insurreccionales promovidos por los anarquistas de la CNT y de la FAI, dirigidos por García Oliver, quien luego sería Ministro de justicia con el 2º gobierno de Largo Caballero, durante la G.C. Durante la tramitación de la Constitución, tras las elecciones Constituyentes del 28 junio, la redacción del artículo 26, claramente anti religioso, llevó a dimitir en octubre al Jefe del Gobierno Provisional, Niceto Alcalá Zamora y al ministro moderado Miguel Maura. No consiguieron nada y el 9 de diciembre se aprobó la Constitución. Al día siguiente, a Niceto Alcalá Zamora le ofrecen la presidencia de la república y a Maura su ministerio; puestos que ambos aceptan. Joder con las convicciones. En esa fecha Manuel Azaña, jefe del gobierno y Alcalá Zamora, Presidente, ya no se soportan. Ese verano las cosechas se recogen con pocos problemas gracias a la Ley de Municipios, que prioriza la contratación de los parados locales antes de contratar a foráneos. También se establece un salario mínimo de 7 pesetas diarias para los trabajadores agrícolas y en torno a 10 para los de la industria. El año cierra con los sucesos de Castilblanco que dejan 4 guardias civiles machacados por la turba y el año nuevo comienza con los sucesos de Arnedo, en que el día de Reyes se produce un enfrentamiento de la turba con varios guardias civiles, que aleccionados con lo acaecido a sus compañeros una semana antes, abren fuego y matan a 8 civiles.
Mientras tanto, el Estatuto catalán, ofrecido a Maciá como pago a retirar su propuesta independentista del 14 de abril, fue redactado en el Monasterio de Nuria; de ahí su nombre y presentado el 20 de junio para su aprobación en referéndum, mayoritariamente, en agosto de 1931. Un año después sigue atascado en el Congreso y solo el levantamiento fallido de Sanjurjo, acelera su tramitación. El levantamiento, 6/10 de agosto, que es conocido con antelación por Azaña, ministro de la guerra, es abortado fácilmente porque carece de apoyo militar significativo. Largo ofrece a sus afiliados para armarlos pero esta vez Azaña se niega. A los empresarios y propietarios agrícolas, favorables al golpe, se les expropian las tierras y sus bienes; sin contraprestación económica. Los golpistas son condenados y desterrados, salvándose Sanjurjo de ser fusilado por un indulto muy discutido. El verano sufre problemas en la recogida del cereal y como ejemplo los Sucesos de Villa de D. Fadrique en julio.
Influenciado por el golpe de Sanjurjo, los días 8 y 9 de noviembre se aprobó en las cortes el Estatuto catalán, el Estatuto de Nuria, muy cepillado por los socialistas Prieto y Largo. Nuevamente un estatuto infumable que se aprueba muy retocado y deja cabreado a Francés Maciá que se siente engañado en su marcha atrás de abril del 31. La historia se repite. El otro proyecto estrella, La Reforma Agraria, que avanzaba lentamente sufre un acelerón con el embargo/incautación de las propiedades de los supuestos apoyos de Sanjurjo; ocupaciones de fincas que se vuelven revolucionarias y desembocan en los Sucesos de Casas Viejas, Cádiz; en enero del 33 con varios guardias muertos y 21 anarquistas, entre ellos dos mujeres y un niño. Este año, 1933, vive los mayores enfrentamientos internos entre republicanos y la facción socialista favorable a una República de corte burgués, frente a los partidarios del POUM, de Largo Caballero y del anarquismo que pasaban de la república burguesa para alcanzar la revolución. Así lo expresó, sin disimulos ese mismo verano: «Hoy estoy convencido de que realizar obra socialista dentro de una democracia burguesa es imposible; después de la República ya no puede venir más que nuestro régimen». Tras la caída del Gobierno Azaña, Caballero radicalizó su discurso en defensa de una dictadura del proletariado. Curiosamente el PCE, poco representativo, no estaba por esta versión frentepopulista pues desde la revolución rusa, había fracasado en todos los paises en que se había intentado, fuera de Rusia. Además Stalin, en plena limpieza/exterminio de sus oficiales y reorganización de su ejército, no quería problemas con las democracias occidentales, consciente del temor inglés al comunismo.
Terminaba el año 1933 con un país dividido que es llamado a las urnas en noviembre y tras las elecciones se confirma lo ocurrido en las municipales de agosto, las derechas se han recuperado y son votadas mayoritariamente. Entre los diversos motivos que llevaron a este cambio radical de escenario se encontraban los fracasos de la Ley de Reforma Agraria, el supuesto efecto conservador del voto femenino, votaban por 1ª vez en una Generales, la dispersión del voto y la abstención del anarquismo que expresaba su descontento con el gobierno radical-socialista (Casas Viejas era mucho lastre). Solo 4.400 campesinos se habían asentado en pequeñas parcelas con un total de 24.000 Has, menos del 5% de las inicialmente previstas; también se retrasaban las tierras para los aparceros. Se crearon 6600 escuelas nuevas sobre las 33.500 existentes, pero claro la educación religiosa había sido eliminada y faltaban miles de maestros que requerían años de formación. Es decir faltaba tiempo y reposos que no tuvo el gobierno saliente en noviembre del 33.
Cuando tras las elecciones de noviembre del 33, debería haber llegado al poder la CEDA que tenía casi el doble de diputados que el PSOE, Niceto Alcalá Zamora, con la presión de republicanos azañistas y socialistas de Largo Caballero, le negó ese derecho y en lugar de gobernar Gil Robles con el apoyo de Lerroux, se forzó un gobierno con Lerroux al frente y Gil Robles dándole apoyo. Así nació el denominado "Bienio Negro", por la oposición. Gobierno que paralizó la Reforma Agraria y otras leyes aprobadas sin su consentimiento, indultó a Sanjurjo y sus compañeros de asonada. Durante el verano del 34 se presenta por la Generalitat La ley de Cultivos que favorecía a los remensas pero la Lliga presentó alegaciones y la ley fue declarada inconstitucional por el Tribunal de garantías Constitucionales; creando el evidente malestar en la Generalitat. En septiembre se varió el impuesto sobre el vino en el País Vasco y como tocaba su fuero/cupo, generó malestar en el PNV. Para completar el cuadro y como el gobierno Semper había caído, el nuevo gobierno incluye a tres ministros de la CEDA y eso justificó a las izdas para dar dos golpes de Estado en octubre del 34: Una fracasada huelga general, promovida por Largo Caballero, que solo cuajó en Asturias y que dejó destrucción y 1.500 muertos y el golpe de Companys en Cataluña que duró unas horas y dejó tras de sí medio centenar de muertos y el doble de heridos. Los republicanos contra la República y las derechas defendiéndola. Éstas en el año 1935 podían haber aprovechado para liquidarla pues los principales dirigentes republicanos estaban en prisión, Gil Robles era ministro de la guerra, Franco jefe del Estado Mayor del ejército, Mola de jefe del ejército de Marruecos,...¿Qué mejor momento?, ¿para que esperar a julio del 36?. Tal vez porque Gil Robles quería salir elegido con mayoría absoluta en las nuevas elecciones. Un error del pusilánime Gil Robles, fue no haber declarado ilegales a los partidos golpistas, al menos un tiempo; les dejó sobrevivir y fue su perdición. El pusilánime de Rajoy tampoco lo hizo tras el golpe de Puigdemont y los independentistas ayudaron a su caída apoyando la moción de censura de Pedro Sanchez que no era ni diputado; legal pero trapacero.
El egregio republicano Salvador de Madariaga lo recordaría desde el exilio con palabras contundentes:
El alzamiento de 1934 es imperdonable. La decisión presidencial de llamar al poder a la CEDA era inatacable, inevitable y hasta debida desde hacía ya tiempo. El argumento de que Gil Robles intentaba destruir la Constitución para instaurar el fascismo era a la vez hipócrita y falso. Hipócrita porque todo el mundo sabía que los socialistas de Largo Caballero estaban arrastrando a los demás a una rebelión contra la Constitución de 1931, sin consideración alguna a lo que se proponía o no Gil Robles; y, por otra parte, a la vista está que el presidente Companys y la Generalitat entera violaron también la Constitución. ¿Con qué fe vamos a aceptar como heroicos defensores de la República de 1931 contra sus enemigos más o menos ilusorios de la derecha a aquellos mismos que para defenderla la destruían? (...) Con la rebelión de 1934, la izquierda española perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión de 1936
Con la insuperable autoridad conferida por su calidad de presidente de la República en el exilio, Claudio Sánchez-Albornoz dejó claro que "la revolución de octubre, lo he dicho y lo he escrito muchas veces, acabó con la República" Considerar que la República era de izdas o no era, fué uno de sus grandes errores, y acortó su vigencia; fallo que si se superó con nuestra actual Constitución pues en 1982 un partido de izdas, el PSOE, llegó democráticamente al poder y no pasó nada y cuando en 1996 es el centro derecha quien lo consigue, tampoco pasó nada. Igualmente en las extrañas circunstancias del 11M de 2004, aunque aquí Zapatero descosió muchas costuras con la Ley de Memoria Histórica y al abrir la Caja de Pandora del estatuto catalán.
El año 1935, transcurre con huelgas y peticiones de anular las sentencias por los levantamiento de Asturias y Cataluña, pero empiezan a verse avances positivos con la nueva ley de Reforma Agraria del republicano cedista Manuel Gimenez Fernandez que promueve la entrega de tierras a varios miles de yunteros (tenían al menos un par de animales de tiro). Ante la debilidad del gobierno, propiciada por las martingalas de Alcalá Zamora que quiere intervenir y anular las decisiones del gobierno, entran cuatro ministros de la CEDA más el propio Gil Robles que se queda con la cartera de Guerra. Chapaprieta está controlando el despilfarro y todo apunta que si se agota la legislatura, la CEDA podría aumentar su ventaja. Un problema con sobornos por parte de Straus y Perl con una ruleta trucada (Estraperlo) alcanza a varios personajes cercanos a Lerroux; ocasión que aprovecha Azaña y Largo Caballero para presionar a Alcalá Zamora y este decide crear un partido de centro que permita que en las próximas elecciones, cuya convocatoria depende de él, sea la CEDA derrotada. Hay enfrentamientos entre Gil Robles, que ve la maniobra, con el Presidente y éste los zanja convocando apresuradamente elecciones para el 16 de febrero del 36. Esta jugada se volvería en su contra y Azaña la aprovecharía para forzar su destitución.
Pero faltaba todavía un segundo tiro en la sien. Pues con la muy irregular victoria de las izquierdas en las elecciones de febrero de 1936 se amnistió a todos los condenados por los sucesos de 1934 y se restableció el suspendido Estatuto catalán. El Frente Popular ganó unas elecciones por una diferencia de pocos votos, pero duplicó en número de diputados al centro derecha. Tuñón de Lara aporta unas cifras: votaron 9.864.783, el 72% del censo electoral, de los cuales 4.645.116 fueron para el Frente Popular (257 diputados); 4.503.524 para las derechas (139 diputados); 125.714 para el PNV y 400.901 para el centro. Prácticamente un empate en votos pero casi el doble de diputados. Esto creó un gran descontento entre las derechas. En el campo el predominio frentepopulista fue tremendo y las leyes se aplicaron con gran rapidez, no como en 1931 que fueron muy lentas, que unido a la ocupación, el 25 de marzo, de 3.000 fincas en Badajoz que esperaban los yunteros desde hacía mucho tiempo. También se expropiaron 1/2 millón de hectáreas entre marzo y julio, 20 veces más que en el primer bienio. En marzo comenzó a organizarse el levantamiento por un grupo de generales y coroneles que nombraron al general Mola como "El Director"; previamente tanto Franco, como Goded y Gil Robles intentaron convencer al jefe de gobierno, Portela Valladares y al Presidente, Alcalá Zamora, que firmara un estado de sitio y se repitieran las elecciones. Ya estaba decretado el estado de alarma. En abril y mayo hubo dos nuevos tiros en el pie, la sustitución de Alcalá Zamora por Azaña en la Presidencia de la República, con el argumento de que había convocado dos veces elecciones en una legislatura y su salida de la jefatura de gobierno que quedaba en manos más débiles, las de casares Quiroga; el otro fue que Largo Caballero se negó a que Prieto quedará como jefe de Gobierno con apoyos de diputados de la CEDA como Manuel Gimenez Fernandez, defensor de una Reforma Agraria intermedia y contrario al golpe que pudo costarle la vida y siempre en la oposición a Franco; esta si que fue la última posibilidad de evitar la guerra. Mientras la violencia se adueñaba de las calles, se encarcelaba a los oponentes como Jose Antonio Primo de Rivera o Melquiades Alvarez (primer mentor político de Azaña)...Morían falangistas y el teniente Castillo que desembocó en el asesinato de Calvo Sotelo el 13 de julio y que fue el detonante que animó a los golpistas indecisos entre los que se contaba Franco.
Hay que reconocer la verdad, y es que en julio de 1936 casi todo el mundo pedía un régimen autoritario para España. La CNT buscaba imponer por la violencia su propia utopía en una fecha indeterminada, los caballeristas y el POUM pedían la imposición de la dictadura del proletariado, los comunistas se afanaban por construir la "República de tipo nuevo", los azañistas y prietistas buscaban una república exclusivamente de izquierdas, eliminando políticamente a la mitad de la nación; los carlistas querían imponer su visión monárquica; los monárquicos alfonsinos deseaban una monarquía autoritaria y corporativista; los falangistas, su llamada revolución nacionalsindicalista, e incluso bastantes personas del centro o de la izquierda moderada pedían públicamente una dictadura constitucional republicana. Muchos revolucionarios –sobre todo entre los caballeristas– insistían en que nunca podría haber una revolución verdadera sin una guerra civil; naturalmente, una guerra civil ganada por ellos mismos. Todos los marxistas revolucionarios la consideraban una inevitabilidad histórica, compartida por la reacción. El resultado de los odios se refleja en el total de muertos durante la guerra y la posterior represión: Al final hubo el mismo número de muertos en el frente, 200.000, como en la retaguardia y la represión; en total 400.000. Único caso en la historia con los mismos muertos en el frente que paseados y fusilados en la retaguardia.
Aquí conviene recordar que los principales golpistas eran reputados republicanos y masones como Cabanellas, Queipo de Llano, Aranda y el propio Mola; más republicano que monárquico. Los monárquicos como Kindelán y el propio Franco en la primavera del1935 pudieron dar un golpe más fácil, no lo hicieron; con Gil Robles ministro de la guerra, Franco Jefe del Estado Mayor, Mola jefe del ejército de África,... Por otra parte, resulta difícil creer que el gobierno ignoraba lo que se estaba fraguando y hay comentarios creíbles de que tanto Largo como Prieto y Azaña esperaban aplastarlo fácilmente como la Sanjurjada de agosto del 32 y descabezar para siempre, nuevos intentos; pero esta vez el ejército estaba dividido como se demostró los primeros días y junto con las armas en manos sindicales, generaron un empate que llevó a una larga guerra civil: Guerra civil que mostró, especialmente en el bando frentepopulista, las luchas internas dentro del mismo. El 4 de septiembre Largo Caballero es el 1º jefe de gobierno del Frente Popular y en lo que dura un embarazo es defenestrado por el ala prietista y los comunistas en mayo del 37, aprovechando que se declara ilegal al POUM y una guerra civil dentro de la principal enfrenta a trotskistas y anarquistas contra comunistas y socialistas. Los enfrentamientos partidistas que hicieron fracasar a la República, trasladados a la guerra contra la oposición. Nada glorioso que nos haga añorar una IIIª República.
En 2011 es la derecha quien gana y la nueva izda que se personaliza en Sanchez, empieza a retorcer el tránsito que anteriormente se había basado en respetar al más votado y el nuevo PSOE se plantea un gobierno Frankenstein que al fin lo impulsa al poder en junio de 2018; rompiendo la tradición no escrita y nos gobierna, con otra tradición rota desde septiembre del 36, una coalición socialcomunista con dos corazones republicanos, unos al estilo Besteiro y otro representado por Podemos que amenaza a la oposición con una larga noche fuera del Consejo de Ministros; volvemos a "una República que será de izdas o no será". No olvidemos que derechas e izdas suman aproximadamente los mismos votos y aquí introduzco una frase que escuché a José Bono: "se puede alcanzar el poder con la mitad de los votos pero no se puede gobernar contra la mitad de la población".
Para cerrar el artículo, una frase de Gerald Brenan en la página capicúa, 171, de su libro "El laberinto español", editado en 1943, que dice del futuro: "Lo que todo español desea, es seguridad y tiene la creencia de que a cada cual se dará, no según sus méritos sino según sus necesidades. No hay raza en Europa tan profundamente igualitaria ni con menos respecto hacia el éxito y hacia la propiedad. Si los dos siglos venideros reservan a España un futuro pacífico y feliz, podemos augurar que ello será en un débil y paternal régimen socialista con amplia autonomía regional y municipal: un régimen no muy alejado del sistema en el cual vivió España a principios del siglo XVII". ¿Estamos en esa situación?
https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2016/01/ii-desmemoria-historica-el-golpe-de.html
Azaña, el antipolítico, por Stanley G. Payne:
El Frente Popular avanza partido a partido:
Muy documentado. Espero que pueda llegar al maximo numero de personas posible
ResponderEliminarGracias, espero que llegue a mucha gente y si puede ayudarme pues mucho mejor.
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