"Me gustaría ser recordado como el político que arregló la economía de España". Esas fueron las palabras de Pedro Sánchez -doctor en Economía- en una entrevista en abril de 2015, tres años antes de alcanzar la presidencia del Ejecutivo español. Pues bien, Sánchez alcanzó el poder, y después de cuatro años de gobierno socialista, estamos en condiciones de afirmar que no solo no ha arreglado la economía del país, sino que ha sido el peor gestor económico de la democracia -al menos, por el momento-.
Sánchez ha puesto, nuevamente, en marcha los cheques-cortina con los que tapar el final ignominioso del año que termina. A la amnistía, disfrazada, como culminación de los indultos con la supresión del delito de sedición y disminución de las penas por corrupción/malversación económica, le contrapone una serie de medidas económicas que sirvan de cortinas de humo, alegrando el bolsillo de los votantes que en cinco meses irán a las urnas en municipales y varias autonómicas como Madrid, Castilla la Mancha, Extremadura, Asturias, Santander, Murcia,... y Comunidad Valenciana. Tiempo suficiente para darle la vuelta a las actuales encuestas, que le son negativas en feudos importantes como Castilla la Mancha, Extremadura y Comunidad Valenciana. En Murcia y Madrid, se repetiran los resultados de 2021.
Entre dichos cheques/cortina, destacan el incremento del 8,5% de las pensiones, con un regalo electoral de 1,7%, pues lo razonable es el 6,8%, por diferencia entre noviembres; la “congelación en el 2%” de los contratos de alquiler, con limitaciones en el plazo; nuevas ayudas (200€, equivalentes a 17€ mensuales, a rentas inferiores a 27.000€/año por núcleo familiar); subvenciones, sin especificar su contenido; “cheques” públicos variados; además de asumir la petición del PP, negada hace una semana, consistente en rebajar el IVA de los alimentos básicos del 4% al 0% y aceite y pastas de 10% al 5%, excluyendo carne y pescado. Los 20 céntimos de ayuda a los combustibles desaparecen para el común de los mortales y se queda para los profesionales del transporte, agrícultura y pesca. Además, habrá nuevas ayudas directas a las industrias gasintesivas, como el de las cerámicas. Acepta una propuesta de Ayuso para mejorar las retribuciones de los sanitarios que jubilados sigan trabajando en el sector público. Pero según se muevan las encuestas, podrán revisarse.
https://www.youtube.com/watch?v=Ulx--ORy28g&t=71s
Una rueda de prensa sin preguntas con algún error como el IPC medio de la UE. Una rueda de prensa para engatusar a los votantes que no se molesten en hacer numeros simples. La bajada de IVA a los alimentos básicos, sin carne ni pescado que es lo caro, lleva a una bolsa de unos 35/40 € semanales y por tanto a un ahorro de 1,5€. Coincide con la eliminación de los 20 cms de ahorro en los combustibles y así el menor coste del 1,5E se neutraliza con un consumo de 7 litros en una semana. Otra burla sanchista. Lo de los 200€, se pedirá entre febrero y marzo, cobrándose por transferencia en pago único que seguro que se abonará cerca de mayo para que los agraciados los lleven calentitos y no con la realidad de 17€/mes.
En la recta final del 2022, el PIB real de España continúa al mismo nivel que lo dejó Rajoy, mientras que el paro apenas ha bajado desde entonces, de forma que el desempleo sigue liderando el ranking de los países desarrollados; ya ni siaquiera Grecia nos supera. Así que Sánchez tampoco ha arreglado el mercado laboral español. Todo ello, a la par que la deuda pública ha alcanzado niveles nunca vistos y el descuadre entre ingresos y gasto públicos continúa siendo endémico, cuando no más acentuado. Concretamente, nuestro país es la única gran potencia europea (y de la OCDE) que aún no ha alcanzado los niveles de PIB previos a la pandemia y todos han sufrido el Covid y la guerra de Ucrania. La renta per cápita en 2021(30.115 US) es inferior a la de 2018 (30.364 US). Zapatero se vanagloriaba de que habíamos alcanzado a Italia pero hoy nos sacan un 15%. De la gestión de la pandemia, qué decir pues vergonzosamente aún no hay una cifra oficial creible y durante demasiado tiempo lideramos el número de fallecidos por cien mil habitantes.
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