Compromís mandó hasta a las madres de sus diputados a boicotear e insultar a Carlos Mazón en Castellón. La progenitora del que fuera conseller de Educación y actual parlamentario europeo, Vicent Marzà, fue una de las instigadoras del acoso y los insultos al presidente en la Magdalena junto al dirigente de ACPV, Sergio Caballero. Acció Cultural del País Valencià (ACPV), por cierto, es la convocante de las manifestaciones contra Carlos Mazón en Valencia, este fin de semana celebran la sexta, y tiene como abogado al ex portavoz del PSPV, Manolo Mata, como acusación popular en la causa de la dana en el juzgado de Catarroja. Todo muy casual como ven. Ojo, tal vez estaban entrenando la que le preparan al PP en su Congreso Europeo en Valencia.
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| La madre de Vicent Marzá (Compromís) encabezando el boicot a Carlos Mazón en Castellón |
Me resulta indignante ver como, en medio de tanto desastre y cerca de 230 fallecidos, el ser humano saca lo peor de sí mismo y olvidando toda decencia se dedica a "hacer de la necesidad, virtud" (Sánchez Dixit para aceptar los 7 votos de Junts) y aprovecha la desgracia ajena de una DANA, para tapar la corrupción que rodea al gobierno y su debilidad con medio gobierno enfrentándose, públicamente, a la otra parte a cuenta de los Presupuestos no presentados; al rearme (sin llamarle rearme); al vergonzoso reparto de MENAS,...Intentar desviar la atención de lo verdaderamente importante como es dotar de infraestructuras defensivas a la zona inundable para que este desastre no vuelva a repetirse, es engañar al personal. Mociones de censura en Requena y Chiva, tambien son dos claros ejemplos de aprovechamiento torticero de los muertos; que Sánchez y Ribera pudieron evitar a partir de 2018, poniendo en marcha los proyectos que ambos conocían.
Los boicots organizados tienen, como las mentiras, las patas muy cortas. Resulta que “el pueblo espontáneo” que fue a sabotear con insultos y amenazas la visita de Carlos Mazón a las gaiatas ganadoras de las fiestas de la Magdalena de Castellón no es más que los clásicos militantes de la izquierda castellonense con nombre y apellidos, algunos tan descarados como la madre de Vicent Marzà, el que fuera conseller de Educación con el Botànic y actual eurodiputado de Compromís. Este sábado veremos otra manifestación, pidiendo la dimisión de Carlos Mazón, en claro recuerdo del rodear las sedes del PP, del 11M. Cada vez es menos numerosa pero suficiente para hacer ruido, como en Castellón donde no parecía que superasen el centenar de insultantes. Empezaron en noviembre con unos supuestos 130.000 que no llegaban a 40.000. y han hido bajando hasta calcular en 15.000 que ya ni me molesto en recontar. Aquí enlace a esa primera manifa con la justificación de las cifras que acabo de indicar.
https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2024/11/hacer-de-la-necesidad-virtud-sanchez.html
La vinculación de Compromís con estos boicots contra Carlos Mazón con lindezas tan democráticas como gritos de “asesino”, “criminal” o “miserable” es más que evidente con el candidato de Sumar, Carlos Navarro Cueva, encabezando la turba, y otros dirigentes nacionalistas como Enric Nomdedéu o asociaciones de ultraizquierda como La Cosa Nostra publicando dónde estaba el presidente para que la gente acudiera a increparle. Tambien hay que sumar al show la madre de Vicent Marzà, otra ciudadana espontánea de Castellón como vende el equipo de opinión sanchista que casualmente estaba en la gaita para increpar a Mazón.
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| El Rey en Paiporta, con Mazón a su vera. |
Para terminar, recordar como Carlos Mazón ha sido aplaudido en su posterior visita a Alicante y la respuesta de Feijóo a Pedro Sánchez en el Congreso cuando le ha recordado la huida vergonzosa de Paiporta, dejando solo al Jefe de Estado. Al menos Mazón aguantó el chaparrón de barro junto a los Reyes. También que las ayudas de la Generalitat estan llegando a los afectados en una proporción de 5 veces más.
Por cierto, mientras aquilatamos con precisión de relojero las horas en las que el presidente de la Generalitat estuvo a otros menesteres no se habla de la Ley de Huerta, de 2018, impulsada por los socialistas valencianos y los nacionalistas de Compromís, y apoyada por Podemos, que tuvo la virtud de paralizar uno de los proyectos hidráulicos para la prevención de avenidas en el barranco del Poyo.
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