jueves, 11 de junio de 2015

EL WATERLOO DE NAPOLEON. MI IMPERIO POR 50 CLAVOS. El si condicional

Estos días se conmemoran los 200  años de la Batalla de Waterloo (Bélgica), concretamente el jueves próximo 18 de junio. La batalla tuvo dos enfrentamientos previos el día 16 , En Ligni entre Napoleón y los prusianos de Blücher y en Quatre Bras entre el cuerpo de ejército francés del Mariscal Ney y el ejército anglo-holandés de Wellington.. Mientras, el mariscal francés Erlon y su cuerpo de ejercito se dirigió primero a Ligni pero antes de llegar se volvió a Quatre Bras y al final no ayudó en ninguna de las dos batallas y aquí tenemos el primer si condicional pues su intervención habría sido decisiva en cualquiera de las dos y la batalla principal, dos días después, habría tenido otro signo pues o los prusianos o los anglo-holandeses no habrían participado.

La palabra Waterloo ha pasado al vocabulario popular como sinónimo de desastre, derrota, fracaso y efectivamente en Waterloo (Bélgica) se produjo la derrota final, no la mayor, de Napoleón y el fin de su Imperio; pero su destino ya estaba marcado con indiferencia del resultado de esta batalla.

Nada mas conocerse su regreso de Elba, en Viena se organizó la última coalición contra el Emperador francés y durante los famosos 100 días que median entre su entrada triunfal en Francia y su derrota, fueron aprovechados para poner en marcha cuatro ejércitos: el anglo-belga-holandés, el prusiano, el ruso y el austríaco, sumando medio millón de hombres en total frente a los escasos 125.000 del ejército de Napoleón.
Cuadro de infantería frente a la caballería
La derrota viene a poner punto final a la historia de los 15 años anteriores que vivieron el éxito y el ocaso del genio militar de Napoleón.

El 14 de junio de 1800, exactamente 15 años antes,  con la victoria sobre los austríacos en Marengo (Piamonte) empieza la estrella ascendente de Napoleón. Le acompaña el mariscal André Massena, que en 1810 fracasa frente a Torres Vedras, en su intento de ocupar Lisboa.
 
Con la derrota, el 21 de octubre de 1805 en Trafalgar, de la escuadra franco-española, se hunden (valga la redundancia) todas las opciones de invadir y eliminar a Gran Bretaña, el omnipresente enemigo que organizaba todas las coaliciones contra él.  Napoleón, retira sus magníficas unidades acantonadas en la costa atlántica y las emplea en vencer a la nueva coalición que se ha formado en centro Europa y Rusia. 
 
Los hombres de Boulogne formaron el núcleo de lo que Napoleón más tarde llamaría La Grande Armée. Al principio, este ejército francés contaba con unos 200 000 hombres organizados en siete cuerpos, que fueron grandes unidades de campo que contaban con entre 36 y 40 cañones cada uno y unos 20./30.000 hombres y eran capaces de acciones independientes hasta que otros cuerpos acudieran a su rescate.
 
 Se movían escalonadamente a una distancia que permitiera ayudar al más cercano en un día de marcha. Napoleón decía que sus mayores victorias las había conseguido con las piernas de sus soldados. Un solo cuerpo bien situado en una fuerte posición defensiva podía sobrevivir al menos un día sin apoyo, dando así a la Grande Armée un sinnúmero de opciones estratégicas y tácticas en cada campaña.
 
El 2 de diciembre de 1805 el genio de Napoleón está en su cénit, derrota al ejercito ruso-austriaco en la batalla de Austerlitz, aplicando la táctica de las piernas, sus enemigos le atacan creyendo que está en inferioridad numérica pero su IIIer cuerpo con Davout al frente llega en su auxilio e inclina la balanza a su favor. Tremenda derrota la que les infringe, magnificada por la rotura del hielo de un lago por donde se retiraban los rusos, en la también denominada batalla de los tres emperadores: Napoleón, Alejandro I de Rusia y Francisco II de Austria. Pero claro aquí el genio de Napoleón cuenta para interpretar y transmitir sus ideas/ordenes con  Berthier (para muchos el mejor jefe de estado mayor de la historia); con el mejor mariscal de cuerpo de ejército: Davout y el mejor mariscal de caballería: Murat. Ninguno le acompañaría en Waterloo.
 
Se firman las correspondientes paces, pero no ha pasado un año y nuevamente tenemos a Napoleón enfrentándose a sus enemigos, esta vez los prusianos.
 
 Nuevamente Napoleón aplica la teoría de las piernas y sus ejércitos avanzan desde varias direcciones para confluir con mayoría de efectivos. La vanguardia del ejército francés llegó a Jena a últimas horas del día 13 de octubre comandados por el Mariscal Jean Lannes, uniéndosele posteriormente la fuerza del Emperador, la unión de las cuales resultó en un ejército de más de 100.000 hombres. Frente a ellos, los prusianos reúnen a unos 70.000 hombres al mando del Príncipe Friedrich Hohenloe. Otros 60.000 se enfrentan a Davout que tiene menos de la mitad.
 
El inicio de la batalla, el 14 de octubre de 1806,  lo desencadena una carga incontrolada del Mariscal Michel Ney (que repitió la jugada en Waterloo con idéntico resultado), que se lanza contra los prusianos, habiendo de ser rescatado por la caballería francesa de Murat y gracias a que simultáneamente el Mariscal Davout en Auerstädt con sólo las fuerzas de su III CE derrotó, en inferioridad numérica, a medio ejército prusiano, el cual estaba comandado por el duque de Brunswick (quien murió en batalla), y el rey de Prusia Federico Guillermo III en persona. Esta victoria fue premiada por el emperador concediendo al III CE el privilegio de ser el primero en entrar en Berlín. La familia real prusiana tuvo que exiliarse y no volvió a guerrear contra Francia hasta siete años después. Naturalmente también estaba Berthier.
 
En 1807 Napoleón derrota a los rusos en Eylau y Friedland, cuenta con Berthier, como Jefe de Estado Mayor y con sus Mariscales Davout, Soult; Augerau, Murat y el impulsivo Ney pero su estrella empieza a sufrir con la invasión de España, donde llega a desplazar a 300.000 soldados.
 
En 1809 sus enfrentamiento son con los austríacos en mayo y en julio, 1º en Aspern / Essling con empate tirando a derrota estratégica y 2º con la batalla de Wagram, que iba mal para los franceses hasta que finalmente la batalla dio un vuelco cuando las fuerzas del Mariscal Davout golpearon sobre el flanco izquierdo austriaco en otra magistral maniobra envolvente. Nuevamente Davout, que aquí estuvo a punto de morir al ser alcanzado su caballo por la metralla.
Davout es ayudado a salir de su caballo muerto
 
Así llegamos a junio de 1812 en que comete el error de invadir Rusia, repetido 129 años después por Hitler. La Grande Armée de Napoleón, formada por unos 650.000 hombres de diversas nacionalidades, aunque más del 50% eran franceses, cruzó el río Niemen y se dirigió a Moscú, pasando por Smolensk (ruta también seguida por los alemanes en 1941). Era el mayor ejército que se hubiera movilizado en la historia.
 
Aunque el Mariscal ruso Kutusov rehuía el combate en campo abierto, al final encuentra una fuerte posición junto al rio Borodino y allí se produce el 7 de septiembre el combate más sangriento de la historia de la humanidad, hasta las grandes matanzas de la Iª G.M. La victoria francesa no es total y una parte significativa del ejército ruso se retira y empieza a reemplazar sus bajas rápidamente.
 
Napoleón entra en Moscú, abandonada y sin suministros, pero el Zar no pide la paz y desde su capital San Petersburgo refuerza el ejército y exhorta a  La Guerra Patriótica. Mientras Berthier aconseja la retirada pues las líneas de suministro no pueden mas,  llega un convoy a Moscú y Napoleón ignora la advertencia y retrasa un mes su salida, esperando vanamente noticias del Zar Alejandro.
 
El 19 de octubre inicia la retirada acosado por Kutusov y por el general invierno. regresaron el 20% de las tropas que habían iniciado la invasión. Cierto que los contingentes aliados, austriacos e incluso una legión de 2000 españoles mercenarios, sufrieron poco y desertaron mayoritariamente.
 

Tras la desastrosa campaña en Rusia y las derrotas en la Guerra de la Independencia Española, las fuerzas antifrancesas se habían reagrupado de forma cautelosa en la Sexta Coalición, que comprendía al Reino Unido, Rusia, España, Portugal, Prusia, Austria, Suecia y ciertos pequeños Estados alemanes. Con todos estos países, la Sexta Coalición podía poner en el campo de batalla más de medio millón de hombres (y ciertamente, durante la batalla de Leipzig, las fuerzas aliadas al este del Rin probablemente excedían el millón de soldados, si bien directamente no intervino más del 30%). En contraste, las fuerzas de Napoleón se limitaban a unos pocos cientos de miles. Esta batalla, en octubre de 1913, llamada de las Naciones o batalla de Leipzig fue la mayor derrota de Napoleón

 
A mediados de abril de 1814 se firma el tratado de Fontainebleau entre Napoleón y la Sexta Coalición y el 20 sale para la isla de Elba, donde permanece hasta marzo de 1815 en que vuelve para su último mandato de los cien días que termina en Waterloo.

Napoleón abdica en Fontainebleau
Volvemos a las efemérides de esta su última batalla en la que comenzábamos diciendo que dos días antes se habían producido dos encuentros con resultado favorable para los franceses pero nada decisivos, aunque pudieron serlo si retomamos a Erlon con su cuerpo de ejército deambulando de un lado a otro y sin llegar a intervenir.
 
El 18 de junio Napoleón ha pasado mala noche, no tiene a su Berthier (muerto o suicidado al caer por una ventana 15 días antes), que sustituye por Soult magnifico director de hombres pero sin experiencia organizativa, en lugar de Suchet que deja en Lyón;  ni a Davout, que sorprendentemente ha dejado en París (como Ministro del Ejército) y le sustituye por un buen oficial de caballería, Grouchy, pero sin experiencia en mando de un cuerpo de ejército, tampoco a Murat del que ya no se fía pues en 1814 pactó con los aliados aunque luego le echaron de Nápoles.

Comienza la cadena de errores, con la sorprendente elección de sus subordinados directos,  demostración de que su genio está en el ocaso y siguiendo con fallos estratégicos, 1º.- con la elección del campo de batalla pues deja a Wellington posicionarse en alto y sus tropas tienen que subir para atacar y la colina permite a las tropas inglesas resguardarse del temido tiro directo de los cañones franceses
                                                     2º.- retrasa el comienzo del ataque para dar tiempo a que el terreno se seque de las fuertes lluvias caídas y así poder maniobrar sus cañones; nuevamente la posición inglesa se demuestra que era mejor.
                                                    3º. despacha el día anterior a un tercio de sus fuerzas al mando de Grouchy (buen oficial de caballería pero sin experiencia para mandar un cuerpo combinado)  para perseguir a los prusianos de Blücher y evitar que enlacen con Wellington. Este oye el fragor de la batalla pero no acude ni evita que lo hagan los prusianos que decantaron el resultado a su favor, cuando Wellington estaba a punto de retirarse, pero confió en el mensaje de Blücher "estoy en camino".
                                                   4º.- El inestable Ney (a cargo de la importante ala izda.), interpreta un movimiento de caballería inglesa como una retirada y carga, lo que le lleva a enfrentarse con los cañones ingleses sin apoyo de infantería propia. La carga consigue llegar y los artilleros se refugian en los cuadros de infantería, inexpugnables para la caballería sin apoyo de infantería o cañones. Napoleón monta en cólera y envía a su Guardia para intentar evitar la derrota pero mientras ha ocurrido una circunstancia que cambia el destino de la historia. De los jinetes sobrevivientes de la carga ninguno lleva clavos, todo los encargados de clavar los cañones han muerto o han sido desmontados. Minutos de zozobra, por favor 50 clavos con los que inutilizar la artillería antes de retirar la caballería. Ningún clavo que clavar en el oído de los cañones para impedir que puedan disparar. La estrella de Napoleón se había apagado.
Caballería cargando
 Si hubiese rechazado la ubicación del campo de batalla, si Erlon hubiese llegado a una de las batallas preliminares;  si Grouchy hubiese intervenido en lugar de hacer oídos sordos al fragor del combate; si hubiese eliminado, con su artillería, la granja y otros baluartes antes de atacar frontalmente con su infantería; si hubiese vuelto a sus tácticas envolventes; si Ney hubieses coordinado su ataque o si algún coracero hubiese llevado un puñado de clavos.........., ah el si condicional

 
 
 
 
 

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