lunes, 18 de enero de 2021

AMOR O TRAICIÓN, DE FRIDA KALHO A LEÓN TROTSKI

Frecuentemente encuentro en el ABC ideas que inspiran mis artículos y ayer, día 17, pasó al encontrarme con unas cartas, las últimas antes de morir, de Frida Kahlo a su último amor, el gallego Alejandro Finisterre, 13 años más joven y reputado editor de escritores mejicanos, guatemaltecos, expatriados españoles y ecuatorianos; además de inventor del futbolín. Su relación se produce entre 1950 y 1954, fecha de la muerte de Frida. Entonces ya le ha sido amputada parte de una pierna. El material inédito se encontró en una casa que fue de Finisterre, fallecido hace 13 años y que él se había comprometido a mantener en secreto; bien que cumplió. Este tesoro inesperado lo componen un cuaderno manuscrito, una docena larga de cartas entre Kahlo y Finisterre, un libro de recetas de médico que la artista usa a modo de diario, pequeños cuadros «y un recetario de cocina mexicana». En una de las cartas, la artista mejicana, incluye una relación con el gran número de amantes que reconoce haber tenido; siempre encabezados por su marido, el "gordito Rivera". Lo que me ha llamado la atención es que no apareciera ninguna referencia a su relación con León Trotsky, del que pintó un retrato que le regaló. Relación no solo amorosa sino tambien en la preparación/participación en la muerte del ruso y que la llevó a ella a ingresar en prisión, acusada de cómplice en el asesinato; llevado a efecto por el catalán Ramón Mercader; asunto sobre el que ya escribí un artículo despues de leer el libro del hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura, que es como una autobiografía de Mercader y una biografía de Trotski.
  
                            
  

El libro se sitúa en 2004, a la muerte de la mujer del personaje que hace de puente. Iván, aspirante a escritor y ahora responsable de un paupérrimo gabinete veterinario de La Habana, vuelve los ojos hacia un episodio de su vida, ocurrido en 1977, cuando conoció a un enigmático hombre que paseaba por la playa en compañía de dos hermosos galgos rusos. Tras varios encuentros, «el hombre que amaba a los perros» comenzó a hacerle depositario de unas singulares confidencias que van centrándose en la figura del asesino de Trotski, Ramón Mercader, de quien sabe detalles muy íntimos. Gracias a esas confidencias, Iván puede reconstruir las trayectorias vitales de Liev Davídovich Bronstein, también llamado Trotski, y de Ramón Mercader.

                                          

Frida Kahlo a los 18 años, 1925, sufrió un accidente en el que su columna vertebral quedó fracturada en tres partes, sufriendo además fracturas en dos costillas, en la clavícula y tres en el hueso pélvico. Su pierna derecha se fracturó en once partes, su pie derecho se dislocó, su hombro izquierdo se descoyuntó y un pasamanos la atravesó desde la cadera izquierda hasta salir por la vagina. Al respecto, Kahlo comentaba que habría sido esta la forma brutal en la que había perdido su virginidad. Frida se casó con un famoso pintor y muralista mejicano, si bien ambos no fueron un ejemplo de fidelidad; salvo en su convicción y militancia comunista. Inicialmente, Frida fue acusada de participar en el asesinato de Trotsky, pero rápidamente fue exonerada. Trotsky encontraba en el maltrecho cuerpo y los refuerzos metálicos de Frida, una atracción morbosa y sensual.

Autorretrato "la columna rota"

Por esa época, Stalin, tras la muerte de Lenín, había iniciado la decapitación de los dirigentes que se le oponían con la expulsión de Trotski, primero del partido y después de la propia Rusia, en 1927. Esto le llevó a deambular por los paises que le concedían visado, empezando por Turquía, siguiendo por Francia, 1933, donde llegó a relacionarse con Andreu Nin, creador del trotsquista POUM en Cataluña. De Francia, en la primavera de 1935, pasó a Noruega, donde escribió su "La revolución traicionada". El gobierno noruego, ante las presiones de Stalin, le fuerza a salir y en enero de 1937 llega a Tampico, Méjico, protegido por su Presidente Lázaro Cárdenas, al que ha convencido el entonces trotsquista convencido, el pintor de murales Diego Rivera; esposo de la pintora Frida Kahlo. Kahlo y Rivera ofrecieron a los Trotsky su segunda vivienda, la conocida como Casa Azul, que estaba protegida con guardias, barricadas, ventanas cubiertas y sistemas de alarma. Simultáneamente, su asesino, Ramón Mercader, lucha en la sierra de Guadarrama en agosto del 36, de donde vuelve a Barcelona para luchar contra el trotskista  POUM ,  participando en la detención de su Secretario, Andreu Nín, en Barcelona en mayo del 37, dentro de la lucha que el comunismo declaró a los libertarios. Recordemos que Nin fue torturado, asesinado y su cuerpo aún se desconoce donde está enterrado. Tras estos episodios, Mercader se traslado a Rusia, donde siguió con su formación, como espía y asesino. Mientras Trotski,  desde su exilio, encabezaría la oposición comunista disidente, que seguiría con la creación de la IV Internacional en París en1938. 

Carta de Frida a Alex Finisterre

Volviendo al inicio del artículo, reincido en que Frida oculta la corta e intensa relación sexual mantenida con Trotsky; que tenía 57 años, 25 más que ella. Acaso fue una estrategia fraguada para debilitar la seguridad del ruso y facilitar su asesinato. ¿?. Lo cierto es que el adulterio es descubierto por su esposa que le planteó la clásica disyuntiva, que coincidió con el enfriamiento de Frida y el enfado del marido, Diego Rivera. El resultado es que cambiaron de domicilio, a otro con menores medidas de seguridad. El 20 agosto de 1940, Ramón Mercader que curiosamente antes se había encontrado ¿casualmente? con Frida en París, acabó con Trotski mediante un piolet que le clavó en la cabeza. Trotski, herido de muerte aún ayudó a detener a su asesino, falleciendo al día siguiente. Frida fue encarcelada acusada de complicidad pero rápidamente salió, ¿por qué detenida?, ¿por qué puesta en libertad con tanta rapidez?. Nunca ha sido aclarado. Ramón  pasó 20 años en las cárceles mejicanas. Al salir marchó a Rusia donde fue recibido como Héroe de la Unión Soviética, premio que Stalin le había concedido por su trabajo. Vivió entre Rusia y Cuba, donde terminó sus días en 1978 de un cáncer de huesos, que alguien achaca a un reloj con polonio regalado por el soviet moscovita, para que no contara la verdad.¿?

https://www.abc.es/espana/galicia/abci-ultimo-amor-espanol-frida-kahlo-202101170100_noticia.html


4 comentarios:

  1. Muy buen artículo, Pedro, basado en la excelente novela de Leonardo Padura al que tuve el honor de conocer en la entrega de los premios Princesa de Asturias 2015. Leonardo fue galardonado en aquel año con el premio de Las letras. En un corrillo en el Hotel Reconquista tuve la osadía de abordarle y preguntarle directamente si Iván era su propio alter ego; me sonrió y no me contestó.
    Ya sabemos que un chef nunca revela sus recetas magistrales y menos a un desconocido. Yo creo que sí lo es y la historia de los paseos compartidos entre Iván y Ramón Mercader en la playa de La Habana es una magnífica ficción literaria con una sólida base histórica.
    Recientemente he leído la última novela de Leonardo titulada "Como Polvo en el Viento". Es muy, pero que muy, recomendable.

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  2. Opino igual que tu, que Iván es su alter ego. Lo que me resulta curioso es la capacidad de amar y ser amada de Frida y seguramente conoció a Mercader cuando este es enviado a París a seducir a la norteamericana trotsquista que le facilitó el acceso al entorno íntimo de Trotski.

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  3. ¿Quieres decir "insisto en que Frida oculta la corta e intensa relación sexual..."?
    porque reincidir se suele reincidir en pecados o delitos y tu no pareces haber cometido ninguno.

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  4. Efectivamente puede más correcto insisto. Reincidir tambien se reincide en errores, recaer, incurrir, obstinarse, reiterar, insistir, repetir. Pretendo realzar la duda que me genera el hecho de que León no aparezca en sus relación, cuando incluye a partir del 6º puesto a varias mujeres. Es el argumento que me lleva a la duda sobre la sinceridad de su pasión, tan bruscamente cortada.

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