Hemos empezado el año 2021 con un inesperado asalto al Congreso de EEUU por parte de seguidores de Trump que expresaban así las dudas sobre los resultados de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre pasado; dudas que el propio Trump ha sembrado durante el último mes y medio. Naturalmente este hecho ha ocupado las primeras páginas de los periódicos y ha sido motivo casi único de las tertulias políticas y los comentarios de los líderes políticos internacionales y por supuesto de los nuestros; que mayoritariamente lo rechazan con mayor o menor vehemencia. En los reproches, a Trump y sus seguidores se les compara con la entrada en nuestro Congreso del coronel Tejero el 23F de 1981; olvidando que hay una comparación más aproximada, no en el tiempo, llevada a cabo por el general Pavía el 3 de enero de 1874; practicamente un año después de la salida de Amadeo I y la llegada de la 1ª República, el 11 de febrero de 1873. El primer presidente del gobierno, Estanislao Figueras, dimite el 10 de junio con la famosa frase de " Señores estoy hasta los cojones de todos nosotros". Le sigue Pi i Margall, republicano federalista, que permanece en el puesto, 39 días hasta que es sustituido el 18 de julio por Salmerón. El famoso federalista dice otra frase para la historia: "Han sido tantas mis amarguras en el poder, que no puedo codiciarlo. He perdido en el gobierno mi tranquilidad, mi reposo, mis ilusiones, mi confianza en los hombres, que constituía el fondo de mi carácter. Por cada hombre agradecido, cien ingratos; por cada hombre desinteresado y patriótico, cientos que no buscaban en la política sino la satisfacción de sus apetitos. He recibido mal por bien...Salmerón es sustituido por el unionista Castelar un mes después y aquí empieza a fraguarse el asalto del general Pavía, que se lleva a efecto el 2 de enero de 1874 cuando en el Congreso se aprueba una moción contra Castelar, avalada por Pi i Margall. En resumen, cuatro jefes de gobierno, un levantamiento en Cataluña y las guerras cantonales, en menos de un año. Eso sí, todo dentro de la República y por los propios republicanos; que tampoco resolvieron la 3ª insurrección carlista ni la guerra en Cuba.
Empezaré aclarando que la entrada de Pavía no se produjo a caballo sino que rodeado el Congreso, envió una misiva con sus condiciones al presidente de la Cámara. Los diputados se juramentaron para resistir hasta el final pero cuando sonaron los primeros disparos, corrieron a coger sus abrigos y salir; algunos incluso lo intentaron descolgándose por las ventanas, actitud que Pavía les afeó. El gobierno se le ofreció al general Serrano; personaje que ya había participado en el derrocamiento de Isabel II y al que se le considera la responsabilidad de la muerte de Juan Prim; una joya. Este asalto tiene en común con el ocurrido en Washington su relación con las elecciones y su resultado que no se quería aceptar, pero no afectaba al régimen parlamentario, que seguiría siendo republicano. El de Tejero era un golpe de Estado sin relación con los resultados electorales y más en la línea de un golpe en que no se sabía ni quien sería elegido nuevo jefe de gobierno ni si se cambiaría de régimen. Tras la entrada de Pavía, la Iª República continuó, no con Castelar que no quería seguir por el asalto, sino con Serrano de jefe de gobierno; hasta el 29 de diciembre de 1874 en que triunfa el pronunciamiento del general Martinez Campos y comienza la Restauración borbónica con Alfonso XII. La Iª República no había cumplido ni dos años. Terminaba el llamado Sexenio Democrático, iniciado con el derrocamiento de Isabel II en 1868 el 30 de septiembre.
El de Tejero era más similar al asalto y bombardeo del Congreso en 1856, llevado a efecto por los mismos que 14 años más tarde provocarían la salida de Isabel II. Especialmente los generales O´Donnell y Serrano. El techo del Congreso fue alcanzado con un cañonazo y uno de los leones de la entrada resultó dañado; antes de forzar a los 90 progresistas a abandonarlo. Los actuales leones, son de 1865, fundidos con el bronce de dos cañones tomados en la batalla de Wad-Ras en 1860 durante la guerra en Marruecos. Se cerraba el bienio progresista iniciado el 18 de julio (vaya fecha para los golpes) de dos años antes con Espartero de presidente del gobierno y el levantisco O´Donnell como ministro de la guerra. Se ponía fin a unos meses de agitación revolucionaria, motivada por el hambre, las malas cosechas y el paro. En cierta medida nuestras barricadas de 1854 eran el eco de las barricadas de París de 1848. Espartero había sido llamado por la reina Isabel II para acabar con las barricadas, objetivo conseguido con su prestigio y el pacto con O´Donnell, cabecilla de la Vicalvarada. En febrero de 1848, la clase comerciante francesa levantó barricadas por todo París para protestar contra su falta de derechos políticos y las dificultades causadas por una amplia depresión económica y sus consecuencias llevaron al fin del reinado de Luis Felipe; estableciendo la Segunda República Francesa. La sacudida nos llegaba con retraso, como cuando el mayo francés de 1968 nos llegó un año después y las revueltas estudiantiles me pillaron en mis primeros años de universidad. Le costaron la vida el 20 de enero a Enrique Ruano en las dependencias de la Brigada Político-Social, lo que produjo violentas protestas que llevaron al régimen a decretar el estado de excepción que estuvo vigente hasta finales de marzo.
Para terminar, no quisiera olvidarme de los rodea al Parlament o al Parlamento, que obligaron a llegar en helicóptero o mediante autobuses fuertemente protegidos a Mas, Nuria de Guisper y demás diputados: A su llegada a la sede parlamentaria, Mas comentó que "he tenido que llegar en helicóptero. Es intolerable que los diputados para realizar nuestras funciones tengamos que hacerlo por estos medios, por la violencia que se vive en la calle con agresiones a algunos diputados". En el rodea al Parlamento, en Madrid, hasta teníamos a Pablo Iglesias emocionado por ver como pateaban a un policía que defendía el acceso al Congreso.
Demoledor artículo, que deja bien a las claras la memoria selectiva de aquellos, que dudo tengan memoria y aún menos capacidad de selección .
ResponderEliminarVoltaire dijo La política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria
ResponderEliminar