lunes, 22 de mayo de 2023

FERROCARRILES, EL GRAN DESASTRE DEL GOBIERNO QUE NO GOBIERNA.

Estamos en plena campaña electoral y las promesas electorales no paran en su afán por ofrecer subvenciones para comprar votos; hasta el punto de que ahora los jubilados podremos ir al cine por dos euros; si bien el ministro, Iceta, dice que no es una improvisación aunque aún no está decidido en que día de la semana; no pretenden engatusar como si fueramos niños. Sánchez se saca de la chistera, una propuesta del Parlamento Europeo, como si fuese suya, una resolución de febrero de 2022, para que todos los Estados miembros garantizasen el derecho al olvido a todos los pacientes el derecho al "olvido oncológico" para evitar que enfermos que han superado un cancer se vean penalizados en las hipotecas y seguros. Esto inicialmente parece una buena idea, pero puede coartar la libertad de mercado de dichas compañías para que no nieguen un seguro o hipoteca en condiciones similares a los que no han sufrido ese problema. Ahora, como si no hubiera un mañana, de la chistera salen cientos de miles de pisos sociales, cuando se han desperdiciado estos años de gobierno. Para terminar, anteayer, Sánchez prometió en Valencia la disposición inmediata de más de quinientos millones de euros para modernizar los centros de salud. Y yo me pregunto: Si puede disponer de esos quinientos millones para modernizar los centros de salud ¿por qué no los ha modernizado en los últimos cuatro años? 



Sánchez sólo gobierna a golpe de gasto, de demagogia y de promesas que endeudan más y más a la economía española. Sólo él ha hecho que la deuda aumente en más de 350.000 millones de euros desde que gobierna. Nunca nadie había hecho crecer tanto gasto y deuda fruto de su creencia en que no hay problema para endeudarse hasta el infinito, porque siempre el mercado lo asumirá y, si no, lo hará el Banco Central Europeo para evitarle problemas a España, que la UE no podría digerir; pero olvida que los intereses si se pagan y consumen una parte creciente del presupuesto anual.


Pero mientras nos entretienen con esos juegos malabares sin soporte numérico, una de las obligaciones de un gobierno es gobernar para intercomunicar el país y ahí nos topamos con el ferrocarril; el gran olvidado fuera de las grandes líneas del AVE. Llevamos tiempo, empeorando cada día y cada vez que se tiene que utilizar el transporte ferroviario, se vive como una odisea. Para intentar resolverlo, el ministro de trasnportes, Jose Luis Ábalos enchufó a su chofer, conocedor del mundo de las meretrices, en el Consejo de Administración de RENFE. Pero no parece que surtiera efecto y hemos vivido la enésima avería de Cercanías (Rodalies), hace unos días, en Gavà, que dejará la línea sin servicio durante un mes; qué decir del tren que recientemente empezó a arder en la estación de Manlleu. Un viajero del convoy publicó en redes sociales imágenes del suceso y en ellas se puede ver como dos usuarias corren asustadas ante el incendio eléctrico del vagón.


Pero desgraciadamente esos desastre no son exclusivos de Rodalies, en Alfafar, Valencia, hace unas semanas lamentamos el triste suceso de la muerte de una joven que fue arrollada por el tren a su paso por el paso a nivel de la localidad valenciana y ahora nos desayunamos con que un maquinista ha tenido que parar el tren y desalojarlo ante el inminente riesgo de un incendio; mientras varios pasajeros huyen por el andén mientras la catenaria, que lleva una carga eléctrica de 3.000 voltios, se rompe y salta por los aires . No hace tanto, en verano pasado, la falta de coordinación llevó a un tren a meterse en un incendio que llegó a rodear el convoy; terminando con diversos heridos. Sin abandonar la comunidad valenciana nos encontramos que la Generalidad ha comprado máquinas tractoras que pesan más de lo que pueden soportar puentes sobre los que han de circular. Para ir de Zaragoza a Valencia, 314 km se emplean 3 horas en coche y casi 5 en tren.

La comunidad de Madrid tampoco se libra y los problemas son continuos y tambien se ha tenido que abandonar un convoy porque empezaba a arden. Hace un mes, uno de los motores de un convoy ferroviario de media distancia entre Madrid y Cáceres ha obligado a detener el tren en la estación de Leganés y desalojar a los viajeros. Bien es cierto que el gobierno a presupuestado para esta comunidad 2.000 millones menos que para la catalana. De Extremadura y su tren AVE, que fue inaugurado sin estar terminado en presencia del Rey, qué decir pues rara es la semana en que no sufre una averia con tramos que tienen más de 100 años.

En la comunidad asturiana y cántabra también han vivido el bochorno de que los nuevos trenes, no caben por algunos túneles y las l-ineas son tan poco eficaces que para realizar el trayecto de Oviedo a Santander se emplean 2h en coche y 4h40m en tren. Para no verse afectado por estos problemas que el gobierno debía haber afrontado, el Presidente utiliza el Falcon , como si de un taxi se tratara.
Coge el Falcon hasta para ir a por una hamburguesa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario