Acabamos de conocer los resultados de las elecciones municipales en toda España y autonómicas, salvo en Cataluña, Galicia, País Vasco y Andalucía. El resultado ha sido una amplísima victoria del PP con una derrota del PSOE y la desaparición de C´s y casi la de Podemos que ha cosechado la mitad de votos que los anteriormente citados. No han pasado ni 12 horas y Pedro Sánchez ha salido, saltándose el preceptivo y previo Consejo de Ministros, para anunciar tras consulta con el Rey, que adelanta las elecciones al 23 de julio en plenas vacaciones y en medio de un puente en varias comunidades autónomas y poblaciones por la festividad de Santiago. Ha sembrado la inquietud entre oponentes y seguidores, pues ha sido una decisión inesperada y deja el futuro en manos del sospechoso voto por correo. Ahora las conjeturas de por qué ha tomado esa decición. Sánchez es único en aprovechar sus aparentes derrotas para salir más reforzado, como cuando fue apeado de Secretario General del PSOE, por sus compañeros que luego exterminó o cuando después de decir que el 95% de los españoles dormirían mal si pactaba con Podemos, viendo que había perdido medio millón de votos, tardó 24 horas en abrazarse a Iglesias. Resulta increible la facilidad con la que usa la muleta para engañar al toro político que le pongan en suerte. Si un gobernante que es incapaz de asistir al desfile del día de las fuerzas armadas por miedo a ser abucheado puede ganar unas elecciones habrá que revisar todos los parámetros sociológicos que hasta hoy se consideran válidos. Sería, o será, el triunfo consentido de la posverdad, la entronización del fraude, la apoteosis del simulacro.
De todos es sabido que Pedro Sánchez es un falso, un mentiroso, un defraudador de tesis doctorales, un autor de libros que escriben otros, un insaciable depredador en su beneficio y placer del dinero público, un hortera nuevo rico, un inmoral –más bien, amoral–, capaz de pactar con los que quieren destrozar a España para seguir en la Presidencia del Gobierno de España. Un vendedor de feria y un tramposo capaz de intentar engañar a su propio partido ocultando urnas y votos falsos. Un fantoche. Todo eso y mucho más. Pero lo peor es su catadura. Es una mala persona y esta decisión de adelantar las elecciones, seguro que obedece a una jugarreta en beneficio propio, coincidente con su presidencia semestral de la UE; que todos pensaban que usaría en su beneficio publicitario y ahora renuncia y perjudica a sus socios europeos que tendrán que organizar el semestre con ministros y el presidente, en funciones. No digamos si además pierde y hay que sustituirle en medio del semestre. ¿Donde está la jugada?, porque haberla seguro que la hay. Sin olvidar el desaire a las instituciones, Comunidades y Ayuntamientos, que verán como la campaña electoral interfiere y complica su constitución. Perjudica, inicialmente, a todos en beneficio propio.
Sánchez, en 2021: «Solicite desde ya el voto por correo. Es muy sencillo, es seguro y es la palanca del cambio»
Es mala persona, como cuando sabiendo que el 95% de los españoles dormirían mal, abrazó a Iglesias con tal de alcanzar el poder. Ahora, en su egoísmo, 62 leyes y dos reformas del Reglamento del Congreso que se encuentran en tramitación, morirán parlamentariamente por el adelanto electoral. Y ojo al voto por correo que surgirá de la fecha en plenas vacaciones.
Como no da puntada sin hilo, que Feijóo y demás dirigentes del PP que se aten los machos porque no se entregará sin lucha. Es evidente que con el adelanto electoral no da tiempo a consolidarse los nuevos gobiernos locales y autonómicos y es un freno a la ola vencedora este pasado domingo. No le explotarán juicios como los derivados de las compras de votos. Sus barones no le moveran la silla, puede librarse de intervenir en Navarra y País Vasco en apoyo de Bildu. ERC, que se ha dado una bofetada en las municipales, no intentará sacar cabeza presionándole con un referendum. También se quita de encima a un incómodo Podemos que intentaría igualmente irse a la oposición redentora. Ante la avalancha PP-Vox, que negociaran bastantes ayuntamientos y algunas autonomías, intentará un Frente Popular con una candidatura ganadora gracias a la ley D´Hont. Y todo sin olvidar que sale con unos 40 diputados de ventaja de sus socios Frankenstein: ERC, Bildu, Compromis, PNV y restos de Podemos y Suma.
Si lo que ha pretendido es no hablar de su derrota, y pensar en restar tiempo al contrario , debemos pensar que su talento excesivo tiene en este caso demasiadas variables matemáticas . O muchos silogismos . Pedro saca siempre un conejo de la chistera , pero esta vez puede tener mitomatoxis. Chus G. Ojosnegros
ResponderEliminarLa elección no es una improvisación y puede congelar la victoria del PP, si no se lo toman en serio. Es una falta de respeto a las instituciones pues interfiere en la constitución de los ayuntamientos y comunidades en los que no haya mayorias absolutas. Complica los pactos hasta después del 23 de julio y mientras tanto se complican las elecciones con las vacaciones y hartazgo de los votantes.
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